Un pequeño cuento de amor (2009)

El propio Jaime Gutiérrez nos manda este su primer cortometraje donde mezcla una trama romántica con el típico film de zombies repleto de gore. El rodaje se realizó en una tarde aunque el propio Jaime estuvo un tiempo con la postproducción y edición debido a los efectos que nos encontramos durante el metraje. El elenco y demás personal implicado son amigos del propio Jaime, vamos como cualquier corto amateur o underground que se precie.

¿Y que nos encontramos? Pues un trabajo con una idea original interesante, una dirección acorde al tipo de trabajo, una fotografía plana, me da la sensación que se usó en exceso la luz día, y un movimiento de cámara algo malo, aquí tenemos uno de los problemas de este corto, ya que usa la actual, y odiosa, técnica de la cámara en mano con movimiento pero la cámara no guarda el foco durante dicho movimiento con lo que el espectador no puede disfrutar correctamente de lo visto, y si ya de por si el movimiento de cámara lo impide, al no estar enfocado pues resulta todavía peor. Aparte la banda sonora está bien conjuntada con el propio corto, aunque la canción final no me resultó nada acorde con el tipo de corto, una canción de garaje no es lo que este trabajo merecía. Por otra parte Jaime Gutiérrez decide usar viñetas con texto, como en el cine mudo, para dar pie a diversas escenas, viñetas estas muy interesantes pero quedan mal conjuntadas con el propio corto, el montaje de las mismas es algo brusco y siendo una buena idea empeora mas que ayuda. 

Las influencias que se vislumbran son muchas, la premisa es muy deudora del gore alemán, con Buttgereit a la cabeza, los zombies recuerdan a Demons, cosa que hasta el propio Jaime Gutiérrez sabe, y el trabajo rebosa un estilo muy cercano al Underground Usa, aunque hubo momentos que me recordaron a la argentina Plaga zombie, 1997, donde la trama y el estilo pasa a un segundo plano para así tener mas repercusión el gore, casi la mitad del metraje es puramente gore, cosa de agardecer, la acción o la violencia, y en este pequeño trabajo, dura unos escasos 10 minutos, Jaime Gutiérrez ofrece justamente eso, gore, acción y un pequeño divertimento que puede dar pie a mejores trabajos.