Reseña Bolsilibro- El ascensor está libre… (1987)

“Excepcional relato corto con fantasma, un ascensor asesino y chica en peligro.. Para no perdérselo”

El séptimo ejemplar de la colección de bolsilibros de terror “Escalofríos de terror” escrito por Ralph Barby es realmente destacable. Si, como he apuntado en otras reseñas de estas novelitas, la calidad media es muy elevada, esta es, de momento, la mejor de las novelas que leí de la colección, pero aún me quedan y no pierdo la esperanza de encontrar trabajos iguales y hasta superiores.

Así con muchos elementos cinematográficos, especialmente detalles del clásico “El fantasma de la ópera” y otros cuentos fantasmales clásicos Barby sabe crear una historia que, hasta leída a día de hoy, recordemos que es de 1987, parece fresca. Solo nos hace recordar su antigüedad el uso de algunas palabras o términos técnicos de los ochenta.

Estamos en el mundo de la publicidad y sus rodajes. Y sin saber muy bien como, el bueno de Barby acaba embaucándonos en una historia de misterio, espectros, y “venganza” del más allá. Pero todo contado, nuevamente, con un excelente ritmo. De hecho cabría destacar tres capítulos que dejan al lector del todo intrigado, sorprendido y satisfecho. Ya sea por el desasosiego que sufre la protagonista, la joven Alice Turner, la investigación y desenlace del detective Fibber, o el principio del tramo final, el cual sorprende hasta llegar a un desenlace, quizá, demasiado apresurado.

Porque esta novelita sufre del error clásico de los grandes trabajos de estas colecciones. Un desarrollo excepcional deja un final contado con demasiada premura. Como si la historia tuviese que cerrarse  de forma abrupta debido a lo escaso del libro en cuestión. Lo cual tiene dos lecturas, o bien el autor no era capaz de cerrar correctamente este tipo de trabajos, o estos son tan potentes, que el cierre queda algo justo, debido a la citada falta de hojas. Yo me decanto por la segunda opción.

Así en esta novelita caben destacar, nuevamente, destellos de Dorian Gray, del film “Los depredadores de la noche”, la citada “El fantasma de la Ópera”, y otros títulos fantasmales mezclados con otras profesiones, en esta ocasión el mundo de la publicidad y el de la medicina.

Un matiz que falta, o más bien falla, en esta novela es el relativo a la policía, la cual pasa de puntillas. Como tratando de dar una especie de realismo a la historia, aunque desaparezcan a posteriori. Algo que sorprende pero no molesta.

Decir que, curiosamente, estamos ante un trabajo muy cinematográfico, e, insisto, atemporal. Aunque quizá el final esté falto de algo de tensión, sobretodo después de algunas páginas previas que son realmente formidables. Pero, estando ante un bolsilibro de apenas 93 páginas, solo cabe decir que es un trabajo del todo recomendando para los seguidores de estas novelas, o al terror con, muchos, tintes de thriller.