Dentro de la II Semana Gótica de Madrid hemos podido disfrutar de una peculiar obra teatral sobre un cuento de H. P. Lovecraft de manos de la compañía clásica de las comedias de Elche dirigida por Antonio V. Chinchilla, amigo de esta casa y responsable del blog Madhouse, el cual recomiendo encarecidamente, que cuenta con cuatro actores, todos ellos provenientes del teatro, y un solo técnico, Ciru, que se encarga tanto de sonido como de la iluminación. Así deciden embarcarse en la creación de una obra con un estilo teatral radiofónico, que al parecer ya usaron en otro trabajo suyo, La rata, donde el espectador ve como los cuatro actores van recitando los textos ayudados de un vestuario escaso y efectos de sonido ciertamente interesantes y muy coordinados con el propio texto, en el mas puro estilo de los seriales radiofónicos de los años 50, 60 o 70.
He de decir que lo que más me sorprendió de la función fue su formato, este me pareció muy exportable y muy recomendable para incluir en los distintos festivales de cine de nuestro país, especialmente por lo novedoso del asunto y el buen acabado, en general, del mismo. Porque aunque haya ciertos elementos, que apuntaré ahora, que pulir el cómputo general es muy satisfactorio, de hecho casi me agradó más que alguna cierta película que adapta la misma obra, y si bien el propio formato sorprende en sus comienzos el mismo consigue ir atrapando al espectador, y si, además, sumamos el texto, muy correctamente adaptado, que se radia es una obra de Lovecraft, genial autor que ha sido llevado a las tablas en contadísimas ocasiones debido a su dificultad, ganamos enteros, aunque la propia compañía me comentó que esta obra está constituida por dos formatos, el radiofónico y otro más puramente teatral que verá la luz para comienzos del año 2011, el cual contará con mas medios y decorados, la cosa realmente promete.
El reparto cumple con gran soltura aunque eché en falta más interactuación con el público, me dio la sensación que todos los actores están demasiado metidos en los textos, bueno salvo Joan Fabrellas que interpreta sus distintos papeles de forma muy acertada ayudándose de los gestos para mejorar sus texto, y obvian levantar la cabeza para ver y hablar directamente al público, además el uso de micrófonos no me pareció un acierto, aunque el propio Antonio me comentó que fue debido al recinto y que tratan de hacerlo a capela, con lo que creo que ganará en intensidad. Porque el recinto y la organización resultaron algo pobres, especialmente la organización de este evento, presupongo que el resto de Semana no habrán tenido este tipo de problemas, pero dejar a los espectadores casi una hora en la calle esperando y sin información, además de estar constantemente entrando y saliendo de la sala durante la representación por una puerta que chirriaba tiene delito y dice bien poco de los responsable, al menos la obra no se vio enturbiada por estos lamentables acontecimientos.
Igualmente al contar con un equipo técnico escaso las distintas calidades no brillaron, así la iluminación fue muy simple, en las fotos de compañía se ve más colorido, y el sonido estuvo algo saturón, especialmente el de algún micrófono, aunque en líneas generales el resultado es más que satisfactorio. Destacar en este punto la correctísima banda sonora creada por Carlos Maciá, la cual ayuda, y de que forma, a la propia trama de la obra.
Por lo que me quedo con la grata sorpresa que pudimos contemplar en el teatro gracias a una estilo teatral muy interesante, que junto a una obra bien trabajada y adaptada dejó un buen sabor de boca, en general, en una sala casi llena y que estoy seguro que querrá ver otros proyectos de esta compañía, un servidor espera que se animen ha adaptar mas obras de género. En definitiva, una obra totalmente recomendable en su versión radiofónica y de la cual aún queda por ver el montaje íntegro teatral. Antonio y compañía, bravo por esta obra y esta gran adaptación del genio de Providence.