“Otra de las “joyitas” de la Empire prod. con nazis y alienígenas”
Es de todos, o debería serlo, conocida la productora de serie B estadounidense Empire prod., la cual nos legó diversas “joyitas” de la serie B de finales de los ochenta, con su director, Charles Band, a la cabeza. Y que después del derrumbe de la casa fundaría la fundamental Full Moon. Así que aquí nos encontramos con otra de sus co- producciones con la Altar Productions, con la que ya colaboró en Troll, 1986, o Robot Jox, 1990, con la intención de rodar una cinta bélica de extraterrestres con toques de comedia. Contaron con Danny Bilson, proveniente de familia totalmente relacionada con el cine, su abuelo fue guionista y productor, su padre director, su abuela también guionista, y hasta su hija está apareciendo como actriz en los últimos años, para encargarse del guión y la dirección.
Además cuenta con un elenco habitual de la crew de la Empire prod., con un Tim Thomerson a la cabeza, recodémosle por la saga Trancers, entre otras, que está acompañado de Timothy Van Patten, el chico repelente de Curso de 1984, Art LaFleur, que también participó en Trancers, 1985, aparte de verle por The invisible woman, 1983, o Cobra, 1986, y de Biff Manard, que también participó en Trancers, 1985, y al que pudimos ver por Flash 2, 1991.
Un grupo de soldados norteamericanos se encuentra en Italia en plena II Guerra mundial cuando son atacados por los enemigos, los nazis, quedando solo cuatro con vida. Estos encontrarán una nave espacial y un buen puñado de soldados de las SS que pretenden apoderarse de dicha nave y de sus tripulantes alienígenas, pero estos, al ser ayudados por los soldados yankes, les ayudarán a acabar con los nazis.
Estamos ante otra clásica producción de la Empire prod. sin mucho sentido, con licencias arguméntales atroces y diversos sin sentidos, pero que se hace del todo disfrutable y entretenida, especialmente si se ve con un grupo de amigos y unas cervezas. Esto es cine sin prejuicios que no se toma en serio y que solo vale para pasar el rato, cualquier otra forma de ver este titulo, como la gran mayoría de productos de Serie B de los ochenta, es acabar odiándolos. Esta vez la excusa es la II Guerra Mundial, donde mezclarán extraterrestres, siendo la hembra ciertamente deudora de la película La mosca, 1986, unos Nazis, con todo un Hitler que hasta recibe un buen puñetazo, momentos este ciertamente gracioso, y pistolas láser. ¿Qué mas se puede pedir?
Pero no dejo de reconocer que los perfiles son soeces, con el Sargento machote al cual llaman Sargento de Hierro porque nunca muere, hasta veremos como le disparan por la espalda pero no le matan porque la bala le da en el casco..jajaja El joven que es un aficionado a la literatura de ficción, tenemos varios homenajes a la literatura fantástica norteamericana, y que será el que de las explicaciones, si es que las hay, sobre los extraterrestres, el fortachón y a su vez bonachón, y el periodista “meto me en todo” que finalmente será uno mas de la familia. Todo esto bajo una dirección de actores bastante correcta, algo sobre actuada y forzada pero correcta y con unas interpretaciones perfectas para lo que se pretendía de ellas.
De todas formas son muchos los títulos que nos vienen a la cabeza durante el visionado de esta cinta, desde el cine bélico mas tradicional, a Space operas, o a la mas pura y barata Serie B ochentera. Por lo que la única función de todo es pasar unos 90 minutos divertidos, cosa que se consigue de sobra, y eso sin ser ninguna maravilla, ni muchísimo mas lejos.
Los extraterrestres cumplen a la perfección, aunque los hombres sean muy parecidos a las de Regreso a la Tierra, 1955, pero sin la frente tan despejada. Destacando así el que se ve en la portada, que recuerda al de la Mosca de Cronenberg, como ya comenté, y ¡¡que será una hembra!!! Que nos dejará, igualmente, algunos grandes momentos, como cuando come tabaco, bien muy preciado en la guerra, o cuando saca sus pistolas de rayos. Ya que la parte final no tiene nada que envidiar a la clásica cinta de aventuras, en cutre, me repito, que nos deja con una sonrisita al ver las trampas finales que toma Danny Bilson, que en definitiva nos lega una cutre cinta bien divertida.
Otra de las “joyitas” de la Empire prod., que sin llegar a la calidad de sus grandes sagas, tales como Ghoulies o Trancers, y Puppet masters, si resulta un divertimento para el aficionado mas desprejuiciado y con ganas de pasar un rato divertido. Porque si pretendemos sacar algún mensaje moralista o algo que no sea pura diversión olvidable al cabo de una semana es mejor dejarla pasar. Pero bueno, al ser aficionados, que es lo que somos, ¿no? Esta nos divertirá y nos dejará, al menos, satisfechos de lo visto.
Óscar Arias
La Mansion del Terror
Género; Ciencia ficción - Bélico - Nazis - Extraterrestres