“Otra zombedy que se queda en el limbo. Mas preocupada en los gags que en los zombies”
Si el género zombie a vivido un resurgir en este comienzo de siglo la comedia zombie es su mas claro ejemplo. Son innumerables los productos de este tipo que han visto la luz en esta primer década del S. XXI, así el éxito de Zombies party, 2004, inclinó la balanza, claramente, hacia este tipo de comedia donde tienen cabida todo tipo de tramas y argumentos ya que el telón de fondo está compuesto por zombies devoradores de carne humana. Así Kevin Hamedani, que debuta con este largometraje, co escribe y dirige la enésima comedia zombie de bajo presupuesto que mezcla elementos homófonos y racistas para crear mas comedia, aunque los resultados generales no sean muy positivos.
Compuesto por un elenco bastante novel, la mayoría de protagonistas debutan con este trabajo. Del resto solo podemos destacar a Russell Hodgkinson, visto en el documental Zoo, 2007, y a la directora Cornelia Moore que debuta como actriz en este film.
En el pueblo de Port Gamble aparecen unos zombies creados por el gobierno, pero en la ciudad cada cual tratará de defenderse y mantenerse con vida como buenamente pueda. Así veremos a Frida, hija de un iraní, que será vista como una amenaza terrorista, a su padre que se convertirá en un asesino de zombies, a un predicador y un cura que claman por el día del juicio final, o a Lance que regresa a su pueblo natal para conocer a su madre y presentarle a su novio, Tom.
Es muy gratificante saber que tenemos las estanterías de las tiendas, los videoclub pasaron ya a mejor vida, llenas de títulos como este, bueno las estanterías extranjeras mayormente. Con zombies, comedia y pocos, o ningún, prejuicio, ya sea con un buen presupuesto, como ha sido la reciente Zombieland, 2009, o con menos como esta que nos ocupa, entre una horda descomunal de productos, algo que el aficionado debe saber valorar.
En esta ocasión tenemos un producto que adolece de una dirección bastante mas dinámica y mas valiente, ya hemos visto demasiado y ver gags sin mas no nos dice gran cosa. Aparte los zombies no forman parte de estos gags, salvo la cena con la madre, un pequeño detalle que empobrece a este título. Hay que destacar lo oscuro de algunos momentos del metraje, lo desigual del montaje y la propia fotografía, hay distintas secuencias en las que el cambio de registro es demasiado remarcado lo cual denota que Kevin Hamedani, director novel, quizá se vio algo desbordado por la cantidad de gags que quería introducir en el metraje, provocando así demasiadas escenas aisladas y mostrando poca continuidad en la propia trama. Mas aún sabiendo que esta está formada por diversas historias en paralelo que acabarán uniéndose, faltaría menos, entre hordas de zombies.
Afortunadamente Kevin Hamedani no rehuye en ningún momento del gore y de mostrar a sus zombies, que están bastante bien caracterizados, en el estilo Romero pero con los ojos totalmente blancos, con sus pertinentes lentillas, y hacer disfrutar al espectador de algunos gags gore. Aunque este junto con la continua obsesión de mostrar humor sin sentido son los grandes lastres de este título, que a todas luces demuestra que se quedó a mitad de camino de su propia historia.
Ya que si bien en estos “Zombies de destrucción masiva” tenemos claras alusiones a los gay, los extranjeros , el terrorismo, y la opinión de la sociedad norteamericana al respecto, está tratado de forma correcta aunque superficial, excesivamente superficial. Si se quiere plasmar algún tipo de mensaje, como hiciese el maestro del cine de zombies George A. Romero, hay que hacerlo sin tapujos, sin recurrir al humor zafio.
Me refiero, por ejemplo, a las escenas de la cena de los gay y su madre que es un zombie putrefacto, escena esta estirada absurdamente por medio de chistes muy pobres, o la de la tortura del norteamericano a la chica Iraní, otro de los mejores momentos de la cinta, que queda igualmente desvirtuado por el exceso de humor. Humor demasiado flojo, basado en pequeños chistes.
Y es que tenemos demasiados productos de este tipo, el humor en el género ha tenido un resurgir brutal en estos últimos años, no solo la comedia zombie se ha visto invadida de infinidad de productos sino que el slasher, el survival, y otros subgéneros nos están deparando humor con tintes gore por doquie. Lo cual provoca que esta cinta pase aún mas desapercibida debido justamente a lo flojo de una dirección cobarde, la cual trata de, bajo un mas que interesante guión, crear mas elementos cómicos que terroríficos y se queda a mitad de camino de sus, interesantes, críticas sociales.
El final es excesivamente tópico, cumple justamente y ya. Y es que, me repito, estamos ante un producto que decide ser un catálogo de buenos sketches de humor pero se olvida que tiene zombies, los cuales tienen sus grandes momentos y tienen buenas dosis de gore, pero se me hicieron algo cortos.
Otra comedia zombie que hará las delicias a la nueva hornada de aficionados al género o la las innumerables comedias de género que están viendo la luz estos últimos años, ¿Me estaré volviendo un puritano? Tenemos gore, cachondeo, pseudo terroristas, gays, zombies y diversión asegurada si tenemos el cerebro en blanco, porque en cuanto pensamos mínimamente sobre lo que estamos viendo nos damos cuenta que se trata de un producto menor, donde Kevin Hamedani demuestra buenas ideas pero malas formas. Esperaremos su siguiente producto.
Óscar Arias
La Mansion del Terror
Género; Zombies - Comedia