Crítica- Wolf creek (2005)

“Slasher típico demasiado sobrevalorado”

Primer largometraje de Greg McLean que además guioniza y produce, después de èsta solo a rodado El territorio de la bestia, de cocodrilo gigante y se supone que está en proceso de grabar la segunda parte de Wolf creek. Cuenta con un elenco muy pequeño, solo cuatro actores, donde destacaré a John Jarrat que ha participado en varias cintas de género, Cocodrilo hunter, El territorio de la bestia del mismo McLean o Next of kin, y a Nathan Philips, Serpientes en el avión o Dying breed.

Un grupo de amigos viaja al cráter de Wolf creek de turismo pero allí se les estropea el coche, afortunadamente aparece Mick Taylor, un cazador nativo, que les ofrecerá su ayuda. Pero algo va mal y las chicas comienzan a temer a Mick que es muy histriónico, de repente los dormirá a todos y comenzará a torturarlos, al parecer es un psicópata. Pero las chicas se enfrentarán a Mike aunque este es mucho mas fuerte de lo que creían. La masacre está asegurada.

Slasher tìpico y tòpico muy deudor de clásicos como La matanza de Texas o Las colinas tienen ojos y hasta de Cocodrilo Dundee, el personaje de Mick parece sacado de una de sus cintas. Tenemos un guión trilladísimo que no aporta nada, de hecho la primera hora de la cinta es una caída libre. Por lo menos la atmósfera, sin ser nada del otro mundo, está al menos conseguida, aunque la parte final, milagrosamente, está mas cuidada.

Un acierto, a mi entender, es el uso de solo cuatro personajes, que se puede volver en desacierto si estos pocos personajes no están tratados con seriedad, y es justamente lo que sucede. Ya que los tres jóvenes están bastante mal perfilados, sobretodo en la primera hora de metraje la sensación, excesiva, de adolescente tontos, tòpico de los slashers, provoca el tedio mas asombroso.

Afortunadamente la media hora final cambia para mejor, a muy poco, y nos vemos metidos en un slasher tìpico de la américa profunda pero esta vez situado en Australia, pero es exactamente lo mismo.

Apuntar que está basado en una historia real, pero de forma realmente suigéneris ya que supuestamente eran dos asesinos y no uno que es como Cocodrilo Dundee. Tendremos momentos tensos repletos de sadismo y torturas, no explícitas, del todo efectivas que al menos nos despertarán de nuestro letargo. En este momento me encantó el personaje de Mick, totalmente histriónico y detestable, vamos un malo de manual que hará las “delicias” del espectador.

Pero los adolescentes no me convencieron, ni los actores ni los personajes. Muy planos y sin ninguna fuerza, de hecho la parte final es algo alocada y sin rumbo fijo, la cantidad de giros que hay es excesiva, aunque la cinta al menos cumple, que no es poco. Pero una película de 90 minutos que durante su primera hora no dice nada y que en la media hora posterior no es fabulosa no deja de ser una cinta del montón, nada de joya como se nos quiere vender. Hay cientos de slasher actuales mas interesantes y menos mentirosos.

Slasher australaino que está teniendo excepcionales críticas, de hecho se etá preparando su secuela y acabarán haciendo de Mick Taylor un killer clàsico. Algo que veo un error ya que la historia no tiene fuerza y aunque el malo es curioso no está lo suficientemente trabajado como para realizar una saga.

A mi me ha resultado bastante vulgar, quizá me pese en exceso la ridícula primera hora, pero es que es algo que hay que tener en cuenta, encima dicen que es hasta más sádica que Hostel y similares, algo en lo que no estoy de acuerdo, y mira que Hostel es mala y tramposa como esta. No me ha convencido aunque para un rato cumple.

Óscar Arias