Crítica- Una libélula para cada muerto (1974)

“Recomendable giallo hispano”

Giallo dirigido por León Klimovsky, La rebeliòn de las muertas, El mariscal del infierno o La saga de los Dràcula, y escrito por Paul Naschy, nuevamente se unen para realizar un tìtulo de gènero, en esta ocasiòn un giallo con reminiscencias al cine de Argento, salvando las distancias. Contando con un elenco de quilates encabezado por el propio Naschy, El gran amor del Conde Drácula, Latidos de pánico o Rojo sangre, y Erika Blanc, La terrorífica noche del demonio, Cobras humanas o La noche en que Evelyn regresò de la tumba, que estàn acompañados de Ángel Aranda, Escalofrìo, María Kosty, Exorcismo, Ricardo Merino, Inquisiciòn, Eduardo Calvo, La cruz del diablo, Vidal Molina, Sexy cat, José Canalejas, Serpiente de mar , o Antonio Mayans, Diabla o Terror caníbal, o Marìa Vidal, Las orgìas nocturnas de los vampiros.

En Milàn un asesino està matando a drogadictos y prostitutas, el Inspector Paolo comenzarà la investigaciòn, lo que no sabe es que el circulo de amigos de su mujer està estrechamente relacionado con el caso. Ademàs su mujer, Silvana, tambièn investigarà para ayudar a su marido. Pero el asesino està acabando con los amigos de Silvana, si no se dan prisa solo quedarà el propio asesino.

Naschy quiso realizar una cinta del tipo de los trabajos de la època de Dario Argento, el giallo italiano, copiando el estilo, el tìtulo, la referencia animal es mas que clara al igual que pasò en los primeros tìtulos del genio italiano, la violencia y el enrevesado guiòn. Sorprendentemente tenemos un trabajo muy interesante que solo desfallece en su tramo final, aunque la direcciòn y, sobretodo, la fotografìa no consiguen acercarse a los grandes tìtulos italianos de la època aùn siendo un trabajo ciertamente interesante y que nada tiene que envidiar a otros productos del gènero.

Con un Naschy en el papel de policía que investiga un caso de un asesino de prostitutas y drogadictos que, ademàs, tiene relaciòn con el circulo de amigos de su mujer. Naschy realiza una buena interpretaciòn aunque sigue estando en demasiados momentos como una estatua de hielo, en sus secuencias con Erika Blanc esta le arrolla por completo parece que el bueno de Naschy no sabe estar delante de semejante bellezòn. El resto del elenco cumple a la perfecciòn, de hecho la direcciòn artìstica brilla con luz propia, algo ciertamente destacable.

Nuestro asesino està ataviado en la mas pura tradiciòn giallesca, gabardina negra y larga, pantalones rojos y la cara tapada. Ademàs sus asesinatos son bastante violentos, quizà Klimovsky los hubiese podido rodar de forma mas gràfica, aunque quizà haya una versiòn uncut. El detalle de la libèlula, que no es original, poca originalidad hay en este tìtulo, si queda a la perfecciòn con la trama, no asì que Naschy los coleccione en su casa y no en su oficina, esas pequeñas licencias.

Ademàs hay momentos algo confusos, como la apariciòn de la banda de nazis que protegen a un moro que es un Chulo (¿¿??), o la investigaciòn de Erika Blanc, que hasta da la sensaciòn, en algùn momento, de saber mucho mas de lo que parece pareciendo asì sospechosa. Pero es que la resoluciòn de esta cinta es el gran punto negro, el asesino no tiene fuerza, no se explica porque asesina, o como Naschy llega a salvar a la Blanc.

Y asì demasiadas cosas, vamos que el asesino podrìa haber sido cualquiera, simplemente se fueron eliminando a los protagonistas y el que quedò, sin ser ni Naschy ni la Blanc, fuè el seleccionado como asesino. Ademàs la direcciòn, que durante todo el metraje es algo floja, en esta parte no sabe aprovechar los momentos de tensiòn, ni si quiera en la muerte del asesino, deudora de Angustia del silencio pero menos gràfica y potente, una pena.

Y asì demasiadas cosas, vamos que el asesino podrìa haber sido cualquiera, simplemente se fueron eliminando a los protagonistas y el que quedò, sin ser ni Naschy ni la Blanc, fuè el seleccionado como asesino. Ademàs la direcciòn, que durante todo el metraje es algo floja, en esta parte no sabe aprovechar los momentos de tensiòn, ni si quiera en la muerte del asesino, deudora de Angustia del silencio pero menos gràfica y potente, una pena.

Recomendable giallo hispano que si no fuese por una direciòn algo plana, una fotografìa poco llamativa y un final algo caòtico estarìa ubicado cerca de los grandes tìtulos del gènero, no obstante es uno de los mejores giallos españoles y eso ya es mucho decir. Posiblemente haya versiones con mas desnudos o gore que la editada en España, pero esto es algo que no pude comprobar, aunque si podrìa ser ya que en una secuencia de cama entre los protagonistas Erika Blanc tiene mucho cuidado en taparse los pechos.

Óscar Arias