Crítica- Trespassers (2019)

“Otra “Home invasion” de manual. Poco original, flojo guión pero competente”

Uno de los subgéneros más denostados de los últimos años es de las “Home invasion”. Donde lo repetitivo ya empieza a ser el pan nuestro de cada día, y las continuas nuevas producciones que nos llegan con el ribete de “novedoso”, o vete tú a saber, no son más que engañifas. Como pasa con esta “Trespassers” desde casi el minuto uno.

Porque en esta ocasión tenemos un guión simple, visto mil veces, y con tantos sin sentidos que no se si comentarlos todos, o solo unos pocos…jajaja Porque si uno de los detalles sobresalientes de este subgénero es el cómo se crea la trampa, como es el juego del gato y el ratón dentro de la comodidad de una casa, aquí nada tiene ni pies ni cabeza. Aunque se intente dar la explicación de turno al final. Pero no señor Oblowitz, el guión que le preparó el caballero Corey Deshon hace aguas por todas partes. Pero por todas.

Pero, ojo, no estamos ante una mala película. Y ahora pensaréis que me volví loco, que puede ser, pero no creo que sea el caso…jajaja Estamos ante un clásico producto de “home invasión”, y si este tipo de cine te gusta o engancha, o eres seguidor de los slasher más clásicos, este título te entretendrá y dejará con buen sabor de boca. Aunque si, quizá debido a lo que te ríes con las chorradas del guión.

La mas calamitosa es, empecemos, la aparición del personaje de Fairuza Balk. Que, para colmo, es uno de los grandes reclamos ya que no participaba en ninguna película desde hace más de veinte años. Lejos quedan ya títulos como “Jóvenes y brujas” o “La isla del Dr. Moreau”en 1996. Pero su personaje, que es como el aliciente de la invasión, no lo entiende ni el que escribió el libreto. En serio. Todo, pero absolutamente todo lo relacionado a este personaje, y las distintas respuestas y decisiones del resto de personajes es para enseñarlo en una clase de guión. Pero de cómo no hacerlo, que no tiene ni pies ni cabeza, me repito. Uno espera cualquier otra cosa, menos lo que aparece en pantalla. Y bueno, los que la veáis me entenderéis. Que luego la explicación es que era amiga del  “jefe” de los malos. Pues vaya hombre, menos mal…

Pero es que las distintas relaciones entre los cuatro jóvenes que alquilan el pedazo de chalet tampoco es que haya por donde cogerlos. La relación de la pareja formada por Sarah, interpretada de forma muy fría y nada convincente por Angela Trimbur, “Las últimas supervivientes” en 2015, y, Joseph, interpretado por Zach Avery de forma hierática, es de traca. Y ya cuando uno se entera de que se debe a que tuvieron un aborto no sale uno de su asombro. Ídem lo relativo a su amiga, con trío amoroso de por medio, igualmente absurdo, y un novio drogadicto que es de risa. ¿Y que nadie haga nada con ese personaje? Quedan todos como rematadamente idiotas. Es alucinante. Y sí, esto es un clásico de las “home invasion” y los “Slasher”, pero un mínimo de consistencia. No solo mostrar personajes rematadamente estúpidos y listo.

¿Y qué me decís de la llegada de la policía? Mejor verlo. Que uno ya no sabe que pensar, hasta que ve ese pequeño giro y “sorpresa”. Que vaya sorpresa… Uno se espera mas en una “home invasion”, ¿No creéis? Lo que si me sorprende que alguien pueda decir que este título tiene un ápice de originalidad. Lo cual no es negativo, en absoluto. Pero vamos, ya no solo por los muchachos encapuchados, salen en todas,o que estén cerca de la frontera, ¿enumero unas cuantas?, o que asalten la casa de determinada manera… En fin, nada, que no hay absolutamente nada original. Pero, insisto, esto no es negativo.

Lo que si me resultó más pobre fueron las muertes. Si bien cumplen, uno espera algo más de mala leche. Más aún con un guión y actuaciones tan pobres. Ya que eso si podría haber dejado al bueno de Orson Oblowitz en buen lugar. Así si bien tenemos muertes violentas, con machetazo incluido, un clásico en este subgénero, no son gráficas o tienen un montaje atropellado. Una pena.

Si he de reconocerle a Orson Oblowitz el uso de la casa. Y aunque se abuse de la falta de luz, la fotografía es algo desigual, aunque me da la sensación que era lo buscado, las distintas habitaciones cumplen su cometido. Aunque no haya nadie capaz de poder ubicar estas en la acción. Porque, otro pequeño, gran, fallo de la cinta, es que no distinguimos la orientación ni ubicación de los distintos elementos. Sea la cocina, el baño o habitaciones. Un pequeño caos vaya.

Si me gustó la banda sonora, la decisión de emplear música techno en algunos momentos me pareció muy acertada. Muy tipo videojuego, pero del todo correcta. Amén de la música final, sacada de cualquier giallo setentero. Además que la propia escena final es una especie de homenaje a decenas de títulos. ¿Os viene a la cabeza alguna cinta que acabe con chica ensangrentada caminando sola por la carretera? Pues eso… super original todo.

Pero aún con todo es entretenida. Se deja ver gustosamente, y al no durar ni los noventa minutos, por poco, se pasa en un santiamén. Así que si tenéis la oportunidad darle un vistazo, es ligera y cumple. Y así podéis jugar a entender algo del guión…jajaja