Crítica- Torment (2013)

“Slasher menor, con otra familia de matarifes, pero esta vez del todo desangelada”

De la mano del actor, productor y director Jordan Barker nos llega un slasher  bastante tradicional, o eso parece. Contó con producción canadiense y española, nuestra todopoderosa Filmax ha estado metida en el ajo, y con un elenco escaso, aunque reconocible. Así, el protagonismo recae en toda una Katharine Isabelle, siempre recordada por la saga de “Ginger snaps”, además de haberla visto recientemente en la recomendable “American Mary”, que está acompañada de Robin Dunne, visto por “Species III” en 2004, o en “The Skulls II” en 2002, el pequeño Peter DaCunha, que ya ha participado en varios terrores, como “Haunters” en 2013 o “The barrens” en 2012, aparte del veterano Stephen McHattie, con una carrera a sus espaldas de más de 150 películas, ahí es nada, o Noah Danby, que interpreta a nuestro killer y es un habitual secundario de cintas de acción norteamericanas.

Ciertamente, el cine de “Home invasión” está de nuevo de moda, siendo este muy cercano al tradicional slasher, por cierto. Y por este motivo, los estantes de DVD están plagándose de productos de este subgénero, donde encontramos productos de mejor y peor calidad. Y este que nos ocupa está más cercano a los segundos. Porque Jordan Barker, que sí, hace un papelito también en esta, trata de hacer el enésimo homenaje a “La matanza de Texas”, y le queda un producto sin alma y sin fuerza. Donde lo que más sorprende es la falta de gore, o secuencias terroríficas, o tan si quiera de mal gusto y suciedad. Y es que durante todo el metraje estamos con la continua sensación de “Ahora, ahora pasará algo”, y no, no pasa nada.

Porque tenemos una casa bastante bien decorada, una fotografía competente, un montaje simple pero resultón, un guión nada original, pero del cual se podría haber sacado un producto mejor, y un elenco al que se le debió haber apretado mas, calidad tienen, y esto es algo que cada actor ha demostrado ya con creces. Porque me dio bastante pena ver a Katharine Isabelle tan perdida y desubicada durante todo el metraje, ella ya nos ha mostrado lo que es capaz de hacer, y para el cine de género es de las mejores actrices que tenemos en la actualidad, por lo que realizar una película como esta contando con ella como “heroína” es de delito, lo siento mucho por Jordan Barker, pero esto es una realidad.

Eso sí, el pequeño Peter DaCunha me desesperó por momentos. No entiendo el porqué de su flojísimo perfil, y de su interpretación. La cual se la achaco al director, no creo que el pequeño pudiese apuntillar nada a su personaje, de verdad que es bastante lamentable su perfil y, lamentablemente, también su actuación.

Además la cinta empieza de forma tramposa, como tantos y tantos slasher, donde vemos un ataque a una casa del cual más adelante sabremos el porqué del mismo. Y en este ataque ya nos sorprende la falta de gore explícito, todas las secuencias se quedan a medio, gas, ¿Por qué? No lo entendí, porque en estos primeros minutos es donde, habitualmente, nos suelen dar un buen golpe sobre la mesa todas las producciones de este tipo, aunque luego vayamos en un claro en picado, pero es que en esta ocasión ya desde el principio estamos esperando a que ocurra algo y pasa poca cosa.

Más aún viendo a los killer, muy deudores de “La matanza de Texas” y similares, de hecho una de sus máximas es “La familia”, vaya originalidad. El grandote tiene una caracterización más que aceptable, aunque no entendí el porqué de las máscaras de conejitos, por cierto, iguales a las de los muñecos del niño, y esto me dejó bastante a cuadros, he de decir. Porque no está ni explicado ni nada, es como “una coincidencia”… pues vaya.

Como decía, el grandote, debió dar mucho más de sí, con esa apariencia queda bastante desdibujado en sus encontronazos con los “buenos”, y su “muerte” es bastante ridícula, por no decir otra cosa.

Ídem de “su mujer”, la cual nos regala junto a Katharine Isabelle los mejores momentos de la cinta, con una lucha, cutre, pero efectiva. Y sí, si esto es lo mejor, como será lo peor.

Por otra parte me dejó algo perplejo el desuso de un actor de la talla de Stephen McHattie, no di crédito. O el perfil de Cory Morgan, interpretado de forma muy fría por Robin Dunne, el cual no crea nada de empatía, y, de hecho, resulta un carácter que cualquier espectador está esperando a que muera, y si es posible de la forma más brutal posible.

Y qué decir del final. Trampas y más trampas, pero no bien llevadas. La peleíta del bosque es para llorar, y el momento ambulancia… Sí está bien la trampa, pero hay que intentar que no sea tan clara, además de estar mal rodada está bastante mal montada, y este final nos deja con cara de ¿no harán una secuela, no? Pudo, o mejor dicho debió, dar mucho más de sí.

Así que estamos ante el enésimo slasher moderno que no tiene fuerza ni alma propia. Como me duele escribir estas palabras, porque soy un enamorado de este subgénero, mi preferido de siempre. Pero si bien es un subgénero muy desvirtuado debido a las cientos de películas del estilo, cuando nos encontramos con productos como este “Torment” se nos viene un poco el cielo encima. Porque en el fondo, sí, en el fondo, hasta disfruté algunos momentos de la cinta, pero fueron pocos, y siempre con el recuerdo de tiempos pasados, que, lamentablemente, fueron mucho mejores.

Óscar Arias