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Crítica- They don`t cut the grass anymore (1985)

“Ultragore under yankee que merece mas repercusión de la que tiene. O como con tan poco ser tan brutal”

Dirigida por Nathan Schiff, responsable de “Weasels rip my flesh”“Long Island cannibal massacre” y protagonizada por sus actores (amateurs) habituales, tenemos la última incursión de Schiff en los terrenos del gore más bruto y desprejuiciado. Una pena, que gran director perdimos.

Aquí tenemos a dos paletos que viajan a Long Island para realizar un trabajo de jardineros, pero su odio brutal a los Yuppies les hará comenzar a matarlos, sobre todo los que encuentran sobre su césped, de maneras ultra brutales. La policía querrá investigar, pero son casi más palurdos que los propios Billy y Jacob, y finalmente en una masacre en casa de los paletos hieren a Billy y decidirán cambiar de vida ¡Convertirse en yuppies y viajar a la gran ciudad¡ Si, increíble.

¿Queréis saber de dónde se inspiraron los directores del ultragore alemán? Aquí tenéis una de esas cintas, con gore bruto, salvaje y sinsentido, con un guión que no aporta demasiado aunque hace que haya una historia dentro de esta auténtica carnicería. La cinta empieza con un plano de una barbie despedazada y sangrando que el narrador en off dice ser igual que los yuppies, y que debe morir. Así que ya sabemos lo que pasa por las “mentes” de nuestros asesinos, y en seguida seremos testigos de la primera muerte, donde Jacob apuñala con un machete, tipo la posterior “Viernes 13”, a un muchacho y luego descuartiza a la chica, sacándola los ojos, las tripas, la piel del rostro, etc.. Y es que de la cinta solo interesa el gore, que hay muchísimo, ya que el resto es bastante pobre en general.

Las actuaciones son mediocres, como ya comenté en otros trabajos del bueno de Schiff esto son actores amateurs y amigos del director, aunque en esta cinta tenemos varios puntos interesantes y muy deudores del cine del gran Gordon Lewis. Porque dentro del gore hay humor negro, negrísimo. Por ejemplo, a una víctima Billy le pone un petardo en la boca y la explota la cara, luego le mete un disparo con un cañón recortado en la vagina y llega un perro y le chupa la herida. Increíble momento. O cuando, en la parte final, las dos chicas que libera Jacob van a por Billy y una de ellas le dispara, muerde y parece que va a ganar, y coño, perdonar chicas, si Billy con sus manos desgarra las tripas, saca ojos y arranca la piel de la cara de sus víctimas, ¿Como una sola chica le puede hacer frente? Cosas del ultragore…jajaja

Y después de esto se van a una tienda llamada Metamorfosis a hacerse un cambio de look y cambiar de vida. Y salen como unos auténticos yuppies… Increíble. Psicotronía al poder.
Por cierto, la caracterización de Billy y Jacob puede recordar por momentos a “El día de la madre” o “Las colinas tiene ojos”, a mi me recordó, salvando las enormes diferencia, principalmente de presupuesto, claro está.

En definitiva, una cinta solo, y totalmente, recomendada para los seguidores del gore más bruto con aires setenteros pero grabada a mediados de los ochenta. Un director a reivindicar y un estilo cinematográfico que bebe, y mucho, del padre del gore, Gordon Lewis. Tiene malas críticas, como toda la obra de Schiff, pero a mí me resulta un director muy interesante y esta cinta es una joyita del cine underground, gore, que sentó muchas pautas para las producciones del tipo venideras.

Óscar Arias

La Mansion del Terror

Género; Gore - Slasher - Ultragore - Underground USA

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