Crítica- The oily maniac (1976)

“Interesante héroe chino repleto de petróleo”

La productora Shaw Borthers entraría de lleno en la industria del cine de género después de la popular Black magic, 1975, el cine de artes marciales, su especialidad empezaba a estar de capa caída, contando casi con el mismo equipo técnico y elenco, el director vuelve a ser Meng Hua Ho y gran cantidad de secundarios participan en ambos títulos. No así el protagonista de esta que nos ocupa, es el mítico Danny Lee, al que hemos visto en El asesino, 1989, o Inframan, entre otras.

El padre de Lin Chung Yue, a su vez tío de Shen Yuan, es declarado culpable de un crimen y será ejecutado, poco antes de morir desvelará a Shen Yuan un tatuaje que tiene en la espalda que le hizo el propio padre de Shen Yuan. Al parecer este es la clave para convertirse en un monstruo de grasa que al embadurnarse con petroleo se transforma, pero solo puede hacer el bien ya que si hace el mal su muerte será terrible, lo que pasa es que no puede controlar a la bestia y la policía va tras el.

Interesante producción de los Shaw brothers que mama del mito del increible Hulk y del monstruo del pantano, teniendo además toques del Kaiju y su gran saurio Godzilla. Pero siendo un héroe muy suigéneris, del cual la troma tuvo que sacar inspiración para su clásico Toxic avenger.

Las calidades técnicas son buenas, la Shaw solía rodar buenos productos, aunque en esta quizá se abuse en exceso de los mismos decorados y localizaciones. Hay que destacar igualmente la banda sonora, la cual es un ripp off brutal de la música de Tiburón. Hay secuencias donde veremos una masa moverse por el suelo, deudor a su vez de The blob y similares cintas de la Sci-fi de los 50, con esa música de fondo que nos deja bastante descolocados y sorprendidos, pero aunque los efectos son algo cutres quedan muy bien empastados, algo a valorar.

La historia en sí es simple pero a su vez tiene sus subtramas. Nuestro héroe no deja de ser un monstruo que acabará odiando a las mujeres aunque en realidad solo asesinará a gente malvada, como distintas mujeres que se aprovechan de sus encantos, abogados miserables, empresarios traicioaneros, etc. Dejando así el consiguiente mensaje denuncia tan habitual del cine de la Shaw Brothers.

Lo que resulta curioso es la casi ausencia de gore, solo veremos alguna mancha roja después de los ataques del monstruo, nada mas. Ataques estos que son para ver, ya que los movimientos del monstruo son muy curiosos. La técnica que usan es la del Rewind, es decir nuestro monstruo da saltos que están montados rebobinando la cinta, algo que queda algo cutre pero que resulta efectivo, además que ya era usado por la Shaw desde años atrás.

Lo que no es tan aceptable son diversas licencias que se toman con nuestro héroe, a veces corre a gran velocidad para luego caminar con una parsimonia atroz. Eso sí, lo mejor de todo es cuando al enfrentarse con una gran cantidad de hombres de uno de los personajes malvados y estos le cortan extremidades o hasta la cabeza, estos vuelven a salirle como si tal cosa, usando unos efectos de croma bastante interesantes para la época,

Muchos de los efectos que vemos en esta cinta ya los hubiesen querido otras producciones yankes, por ejemplo. Aunque luego se critican en demasía, mas bién por envidia.
Curiosamente los niveles de destape son bastante elevados, lo cual choca frontalmente con la poca aparición del líquido elemento, aunque hace mas interesante a la película, como no.

La parte final es muy clásica de las series de héroes de la época, con nuestro héroe luchando contra innumerables enemigos para ir a acabar con el último de todos y así poder morir en paz. Vamos todo un clásico que nos deja bastante satisfechos de lo visto, y sí, la muerte del Monstruo es como bestias pensando, un monstruo embadurnado de petroleo, ¿Como morirá?, Pues está bastante claro.

Interesante héroe chino que está muy poco reconocido y el cual suele tener críticas negativas, algo que considero del todo injusto. Ciertamente la cinta no es una joya, ni mucho menos, pero cumple a la perfección con los cánones del género además de atreverse a mezclar diversos subgéneros. Lástima de la ausencia de gore, seguramente la hubiese hecho mucho bién, y a día de hoy sería bastante mas reconocida.

Óscar Arias