Crítica- The deadly mantis (1957)

“Otra Monster movie de Serie B que cumple sin mayor pretensiones”

Después del éxito de Tarántula!, 1955, el productor William Alland decidió rodar otra cinta de bicho gigante, por lo que pidió a Martin Berkeley que se encargase del guión tomando como enemigo de la humanidad a una Mantis, un insecto carnívoro, y eligiendo al gran Nathan Juran para dirigirla, todo un experto en la materia al que debemos otras joyas de la serie B como 20 millions miles to earth, 1957, The brain from planet Aurous, 1958, o Attack of the 50 ft. woman, 1958, entre otras. El elenco primigenio huyó de esta producción debido al flojo guión, pero finalmente actores habituales de la Serie B de la época se involucrarían en el mismo, así vemos a Craig Stevens, [Abott y Costello meets the Dr. Jeckyll and Mr. Hyde, 1953], William Hopper, [20 millions miles to earth, 1957], Alix Talton, secundaria en El hombre que sabia demasiado, 1956, Donald Randolph, [The mad magician, 1954], o Phil Harvey, [The land unknown, 1957], entre otros habituales de las series de televisión de la época.

“Toda acción tiene una reacción”, así comienza esta película que nos muestra una erupción volcánica en el hemisferio Sur que provoca el deshielo de una gigantesca mantis que sembrará el pánico en el hemisferio Norte,su viaje hasta el trópico, pasando por USA, estará plagado de muerte y destrucción. Así el Coronel Parkman ayudado por el Dr. Ned Jackson y su ayudante, la señorita Blaine, tratarán de dar caza a dicho animal, que al ser carnívoro ha atacado varias ciudades, y ahora en Washington tendrán que darla caza definitivamente.

Con una historia casi calcada a la anterior Them!, 1954, tenemos esta cinta con Mantis gigante, donde los fallos de guión resultan demasiado pesados para el resto de la producción. Si bien Nathan Juran realiza una dirección bastante aceptable, y teniendo una banda sonora excelente que ayuda, y de que manera, a la creación de las distintas atmósferas, aunque con una fotografía algo floja y una cantidad de fallos de racord espeluznantes, veremos sombras de micrófonos, dobles sombras, puertas falsas que no resultan serlo, y diversos trucos de rodaje en unos decorados bien trabajados pero mal usados durante el rodaje, algo que achacar, por mucho que me cueste, al bueno de Juran, el cual, quizá, estuviese demasiado solo para fijarse en estos asuntos. Este tipo de fallos es responsabilidad de otros departamentos técnicos, por cierto.

El elenco cumple, lo malo son sus perfiles. Es incomprensible ver al Dr. Ned el cual se nos presenta como futuro héroe de la cinta, algo que resultará del todo erróneo, al igual que pasa con el romance de Marge, que parece que va a acercarse a Ned pero acabará yéndose con el Coronel Parkman. Además ninguno de los actores trata de defender de forma adecuada sus perfiles.

En esta cinta, nuevamente, la propaganda militarista es atroz, desde los absurdos minutos iniciales donde se nos muestra un Estados Unidos totalmente protegido para cualquier amenaza, ya sea comunista o un animal gigante, además que es muy sorprendente ver como están tratados los militares los cuales hasta darán un discurso televisado sobre los acontecimientos, para así, evitar el histerismo y las mentiras periodísticas, al los cuales también les dan un guiño a favor de los militares. Y atención al escandaloso uso del Civilian Observer Corps, un grupo de observadores voluntarios que tuvo muchos adeptos en la guerra fría, del cual, además se tomarán imágenes de archivo para mayor énfasis de dichos momentos. En esta cinta tenemos diversas imágenes de archivo, como la correspondientes a los esquimales, de la cinta S.O.S. iceberg, 1933.

El diseño del monstruo gigante, muy bien elegido dentro de universo animal, es bastante aceptable, y la forma de rodarlo resulta muy gratificante para el espectador. Apuntar además que se usa una Mantis real en la secuencia del Washington Monument, lo cual queda de maravilla, y con estos elementos se palían de alguna manera los fallos de guión y la excesiva bondad de demasiadas secuencias.

Si sorprende lo poco violentos que resultan los ataques de nuestra Mantis, solo se muestran los resultados de sus ataques, pero no el ataque en sí. De hecho las escenas donde vemos a la Mantis cerca de ciudades el montaje de los mismos no es muy potente y deja sensaciones encontradas, sobretodo debido a las cintas anteriores a esta que si potenciaron estos momentos. Ya que únicamente vemos gráficamente el ataque al autobús, que es bastante flojito, salvado únicamente por al gran banda sonora.
El tramo final es muy clásico, con nuestro bicho gigante ya encerrado en un túnel donde el héroe de turno le dará fin y, como no, se quedará con la chica con la absurda secuencia final de turno.

Otra Monster movie, aunque mas bien deberíamos denominarla Big bug, movie, película de gran bicho, que hará las delicias de todos los aficionados de las Serie B norteamericana de los 50, entre los que me incluyo. Y aunque su guión resulte excesivamente flojo y pro militarista si cumple a la perfección, aunque si esos absurdos momentos hubiesen sido suprimidos, bajando así el metraje, la cinta ganaría enteros y sería, a día de hoy, mucho mas conocida y apreciada. De todas formas es del todo recomendable, sobretodo siendo un trabajo de grandísimo Nathan Juran.

Óscar Arias