“Uno de los terrores más gratificantes del 2009”
Tom Shankland, realizador de la aceptable Was, 2007, se adueñó de un guión de Paul Andrew Williams llamado Miria, este desechó este guión suyo en favor de rodar la genial The cottage, 2008, pero Shankland cambió bastante el libreto original, el cual versaba sobre unos niños zombies y lo acercó mas al universo de cintas como ¿Quién puede matar a un niño?, 1976, Cromosoma 3, 1979, o El pueblo de los malditos, 1960. Para ello contó con una interesante producción, una única localización y un reducido elenco, donde todos los personajes tienen, prácticamente, el mismo peso.
Así la mayoría de niños debutan con esta producción, al igual que la joven Hannah Tointon. Dentro del grupo de adultos podríamos destacar a Eva Birthistle, [Reverb, 2007], a Stephen Campbell Moore, al que veremos en Season of the witch, 2010, a Jeremy Sheffield, [Creep, 2004], o a Rachel Shelley, [Lighthouse, 2000].
Elaine, su hija mayor Casey, su hermanita Miranda, Nicky, el hermano autista, y Jonah, el cabeza de familia, van a pasar la navidad a casa de Chloe, Robbie y sus hijos pequeños, una casa solitaria en la montaña nevada. Pero en medio del bosque los pequeños comienzan a vomitar, parece que se han infectado de algo, así comenzarán a asesinar a sus mayores en un ansia homicida que los adultos no podrán controlar, además matar a un hijo no es su mejor visión para pasar las navidades.
Con una propuesta poco original Tom Shankland consigue crear un cuento terrorífico de gran altura, manejando un estilo cinematográfico dinámico con un ritmo ágil y posicionando todos los elementos de la forma más correcta Shankland consiguió atemorizar a todo el planeta el año pasado. No obstante está considerada una de las mejores propuestas vistas en el 2009, aunque esto no diga demasiado debido a lo flojo del año.
De todas formas hay que aplaudir a Shankland por su valentía a la hora de afrontar esta producción, era muy fácil caer en los manidos topicazos debido a las innumerables cintas de niños malévolos que pueblan la filmografía fantástica, algunos de los mejores los nombré anteriormente. Shankland sabe coger elementos de estos en favor de su producto, el cual está compuesto de una fotografía fría, quizá algo ocre, pero resulta acertada, un montaje muy apropiado al estilo de la grabación, y una dirección artística y de actores realmente competente.
Teniendo todos estos elementos positivos no es de extrañar que estemos ante una gran película. Me sorprendió mucho que la cinta tenga un ritmo in crescendo continuo, como si fuese una línea diagonal pintada en una pared, algo que muchos directores intentan crear pero que está al alcance de muy pocos. Otro de los aciertos de Shankland es saber diseminar las grandes secuencias de la trama, así el invernadero supondrá un momento especialmente tenso dentro de una tensión en aumento constante, la de las escaleras con sus sustos muy bien rodados, o el tramo final que, curiosamente, mantiene el mismo ritmo. Siempre en un crescendo muy afortunado que ayuda a mantener al espectador pegado a su silla, o sillón.
En cuanto a los perfiles poco hay que decir, es mas de lo mismo, pero bien hecho. No hay nadie que destaque y todas las actuaciones mantienen el tono de la propia película, no hay protagonistas nada mas que el mal que infecta a los niños, siendo este otro grandísimo acierto. Quizá la lolita tenga algo mas de presencia, pero esta es debida a la propia trama y resolución de la misma, no puedo decir mas…jajaja
Afortunadamente Shankland no rehuye en absoluto del gore, hace lo que tiene que hacer, mostrar a niños cabrones asesinando o muriendo en primera persona, algo del todo acertado que sube enteros a esta producción. Si, es cierto que se deja todo sin explicar, me refiero a la procedencia del virus, o lo que sea que provoca a los niños, pero no creo que sea en absoluto necesario, son tantísimos los grandes títulos dentro del género que usan la misma trampa que es del todo injusto obligar a esta a explicarse. ¿Quizá en una secuela? Espero que no.
Eso sí, en el tramo final me resultó algo exagerada la aparición de tantos niños, es algo gratuito, no así la sorpresa que nos deparará Shankland.
Uno de los terrores más gratificantes del 2009, dirigido por un Shankland en plena forma y sabiendo perfectamente que quería contar y mostrar. Quizá haya algunos elementos menores, como diversas reacciones de los padres, pero en líneas generales todo encaja como Shankland quiere, y si entramos en su juego disfrutaremos de lo lindo con esta producción, si empezamos a hacernos preguntas lo estropearemos todo. Siempre es interesante ver películas de género con niños malvados, lástima que la mayoría de sus últimas apariciones sean algo flojas, aunque debemos recordar que algunas de las mejores películas de terror de todos los tiempos tienen a su niño demoníaco. Y esta, sin ser Culto, se aproxima bastante a las grandes.
Óscar Arias
La Mansion del Terror
Género; Navidad - Terror - Niños