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Crítica- The brain from planet Arous (1958)

“Uno de los trabajos mas flojos de Nathan Juran, aunque cumple”

En 1958 el director Nathan Juran se encargó de dos series B bajo el pseudónimo de Nathan Hertz, usando su primer apellido en vez del segundo, la que nos ocupa y Attack of the 50 ft. woman. Al parecer Nathan no tenía ninguna confianza en ninguna de las dos producciones, aunque, posteriormente, Attack of the 50 ft. woman se convertiría en cinta de culto, no así el título que nos ocupa. El elenco está encabezado por John Agar, mítico de la serie B de ciencia ficción de los 50, recordémosle de títulos como Bajo el signo de Isthar, 1956, Attack of the puppet people, 1958, o Zontar, the thing from Venus, 1966, que está acompañado de otros habituales como Joyce Meadows, [Jugando con la muerte, 1965], Robert Fuller, [¿Que fue de la tía Alice?, 1969, Thomas B. Henry, [20 million miles to earth, 1957], Ken Terrell, [The indestructible man, 1956], o Bill Giorgio, [La araña, 1958], apuntar que la voz de ambos cerebros es de Dale Tate, que aparece como científico con su propio nombre.

El profesor Steve March va con su ayudante Dan a investigar una montaña que emite mucha radiación, allí serán atacados por Gor, un cerebro inmaterial proveniente del planeta Arous que quiere conquistar el universo, empezando por la Tierra. Para ello se apoderada del cuerpo de March, pero lo que no sabe es que Vol, otro ser de Arou ha viajado a la Tierra para darle caza, y así gracias a Sally Fallon, prometida de March, tratarán de acabar con el y llevarlo de regreso a Arous.

Película extraña esta dirigida por el veterano Juran, con un guión con diversos altibajos y sorpresas varias, como lo calentorro de Gor, el cerebro maligno, o que Vol, su némesis, se introduzca en un perro para tratar de dar caza a Gor, entre otras perlitas.
Las calidades técnicas son bajas, especialmente para tratarse de un trabajo de Juran. La fotografía es bastante floja con escenas, literalmente, rodadas a oscuras, que no ayudan en absoluto a la dirección de Juran, el cual decide usar mucho movimiento de cámara para paliar todos estos elementos menores y el bajo presupuesto que se maneja. Los decorados no son nada del otro mundo y los diferentes fallos de racord hacen flojear a esta producción, eso que no me quiero meter en los efectos especiales. Los cables se ven en demasía, de hecho el segundo avión que explota es ciertamente calamitoso.

Resulta muy sorprendente la actuación de Agar, quien se encuentra a las mil maravillas con este personaje y esta producción, donde da rienda suelta a diferentes registros que no podía probar en otras producciones. Así en sus ataques sexuales se le ve poderoso y en los momentos donde está poseído por Gor está histriónico y poco comedido, algo que borda. El resto del elenco cumple, sin mas. Quizá los perfiles son algo flojos, como el caso de John Fallon, interpretado fríamente por Thomas Browne Henry, aunque siempre realizaba el mismo tipo de interpretación seca, que es del todo increíble.

El diseño de los monstruos, bueno un solo monstruo que se usaba para ambos personajes, no obstante nunca comparten pantalla, es aceptable, sin mas. En los planos donde es traslucido resulta mas imponente que cuando es sujetado por los cables, ya que se ven en demasía, aunque cualquier aficionado al género obvia estos momentos para el disfrute de la cinta. Apuntar que Gor es un nombre extrañamente similar al extraterrestre visto en Ultimátum a la Tierra, 1951, llamado Gort.

Aparte las explosiones que vemos resultan bastante justitas, solo los ojos transformados de March crean cierta tensión en el espectador. Agar borda estos momentos, que, esta vez si, pasan a la historia de la serie B de los cincuenta, así como las ganas de sexo de Gor, un extraterrestre cachondo.

Por otra parte uno de los aciertos de la cinta es el tema de la abducción extraterrestre, tratada en infinidad de largometrajes y series de televisión. Este siempre fue un tema recurrente en la sci- fi de los cincuenta y el mejor núcleo de unión de este título y la ciencia ficción de la época, aparte del pequeño guiño del comienzo de la cinta donde veremos a Dan leyendo una novela de ciencia ficción.

El tramo final siendo tenso deja uno de los peores finales de la serie B de la época, sin fuerza, tensión, ni nada reseñable. Vamos como un quiero y no puedo, del todo impropio de Juran. Habrá aficionados que seguirán esperando el enfrentamiento entre Gor y Vol, o tan siquiera una explicación de Vol sobre lo que pasaría a posteriori, porque que alguien me explique como es posible que la ayuda que de Vol sea solo para saber asesinar a Gor, y de que forma.-.jajaja ¡Es lo que tiene la serie B¡

Uno de los trabajos mas flojos de Nathan Juran, no obstante lo firmo con su primer apellido, aunque tiene algún que otro elemento destacable, como el alto lívido sexual de Gor, el cual trata de violar a Sally en dos ocasiones, demostrando en estas secuencias lo buen director que es Juran, y lo referente a la abducción. Lamentablemente su flojísimo, y desconcertante, final la baja enteros, y nos deja una película, a rasgos generales, menor dentro de la serie B de la época, eso sí, los ojos de Agar siempre serán recordados, aunque fuesen superados notablemente por los de Ray Milland en El hombre con rayos X en los ojos, 1963.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 5.3

5.3

Género; Ciencia ficción - Serie B - Posesión - Extraterrestres

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