“Ultragore metafísico que resulta algo pedante y pesado”
“Thanatomorphose” es el debut del director canadiense Éric Falardeau, que anteriormente solo había rodado un cortometraje, “Crépuscule”. En este debut se encarga del guion, la producción, la dirección y colabora en el departamento de iluminación. Por lo que podemos hacernos una idea que estamos ante un producto underground canadiense en toda regla. Como es de esperar, el reparto es bastante desconocido, los actores han participado en algún corto o serie de Tv y poco más.
¿Y de qué va Thanatomorphose? Pues bien, lo primero será explicar que significa la palabrita de marras. Thanatomorphose; Signos visibles de la descomposición de un organismo causado por muerte. Por lo que ahora ya sabemos qué poder esperar. ¿Y cómo lo plantea Falardeau? Pues como una fábula ultragore muy cercana al ultragore alemán de Jörg Buttgereit, y con claros síntomas de “Mermaid in the Manhole” de la brutal saga Guinea Pig. Aparte de algún pequeño guiño a la saga Hellraiser. Sí, ese sería un buen resumen de lo que nos muestra esta cinta. Todo ello envuelto en una historia insulsa contada con un tempo lento, a veces excesivamente lento. Donde parece que el paso del tiempo nunca sucede y solo vemos la descomposición de Laura. Vamos, ultragore metafísico.
¿Y funciona esta mezcla de gore? Pues a mí me resultó una cinta bastante pesada, donde se quiere contar o decir mucho más de lo que la cinta da de por sí. Vamos, gore metafísico que no llega a la altura de Buttgereit, o nuestro Cerdá de “Aftermath”, por mucho.
Quizá sea la historia, o quizá sea la forma en que se nos cuenta. Tiendo más a este último pensamiento. Porque quizá otro ritmo, o ver un cortometraje con esta idea original hubiese sido más interesante. Y es que se me hizo muy pesada. Y este matiz es el que convierte a “Thanatomorphose” en una cinta querida u odiada.
Obviamente hay que destacar, por méritos propios, los efectos especiales. Obra de David Scherer, del grupo Therapy of terror. El cual realiza un trabajo soberbio, aunque algo oscuro en algunas partes, seamos del todo sinceros. La descomposición paulatina está muy lograda, y está rodada de una forma tan metafísica que quizá algo más de claridad o brillo en las prótesis hubiese ayudado a no meternos en el pozo del hastío.
Y mira que también tenemos sexo gore muy destacable. Pero estas escenas, especialmente la de la felación, se hacen pesadas, al menos a mí. Aunque seguramente sea yo el que no fui capaz de entrar en la historia que quería contar Falardeau. Porque ciertamente este título no es, ni de largo, para todos los públicos. Ni siquiera para todos los públicos de aficionados al género. Porque acercar esta cinta a la Nueva Carne del genio Cronenberg me parece un sacrilegio atroz. Yo la acerco, claramente, al ultragore alemán de Buttgereit.
Veo normal que muchos la critiquen de payasada gore, y que otros la ensalcen como obra ultragore de arte y ensayo. Creo que ambos tienen su razón. Pero, qué queréis que os diga, a mí se me hizo larga y pesada. Si se hubiese acercado más a “Mermaid in a Manhole” me hubiese parecido un título mejor. Y es que, para empezar, me sobra bastante metraje. Este tipo de película con unos 60-70 minutos hubiese sido mucho más redonda. Más aún viendo el final, muy cenobita, que nos deja algo confusos. Porque que me diga alguien que lo entendió todo a la primera, solo viendo las imágenes. Me costaría creérmelo.
Y ciertamente la historia no vale para nada, es un simple pretexto. Pero qué menos que tenga un mínimo de empaque. Vale que los perfiles no tengan mucho peso en la cinta. Pero qué menos que darles algo de vida. Porque todos los perfiles son absurdos y están cogidos de pinzas. Así es cuasi imposible hablar de interpretaciones, ya que solo nos quedamos con ver a Émile Beaudry cada vez con más sangre y látex por encima. No se sabe cómo surge esa “enfermedad” y no se sabe nada de nada.
Tenía muchas esperanzas en este título, por lo que había leído de su brutalidad. Y si bien es una cinta totalmente integrada en el ultragore, no me dijo nada. Me pareció una brutalidad sin más, y para eso prefiero “joyitas” de Lucifer Valentine y similares. En definitiva, gore metafísico. No le cogí el gusto. Por cierto, la cinta zombie “Contracted” es muy similar a esta, pero, siendo algo flojilla es superior a esta.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5
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Género; Terror - Gore - Ultragore