Crítica- Sorority babes in the dance-a-thon of death (1991)

“Flojísimo remake de un “clásico” del under yanke”

Del siempre interesante Todd Sheet, Zombie bloodbath, Goblin, Zombie rampage y un largísimo etc de cine underground yankee y producida por David deCoteau, encontramos este pseudo homenaje o secuela a la mítica Sorority babes in the slime bowl-o-rama.

Pues tenemos a cinco chicas de una hermandad que compran una bola de cristal en un anticuario, y deciden hacer un rito con ella. Lo que despierta a una antigua bruja que tomara posesión de una de ellas. A todo esto aparecerán dos chicos de otra hermandad, haber que pillaban, y fíjate que sorpresa… más aún cuando uno de ellos muere. Entonces todos huirán a una discoteca cercana, donde habrá alguna victima más y harán acto de presencia dos anticuarios ancianos, que, después de que el demonio cambie de cuerpo, lograrán expulsarlo y devolverlo a la bola. Pero como buena cinta de underground, esta bola desaparecerá y veremos como se vuelve a vender…

Proviniendo de Shetts me esperaba algo mucho mejor, y más aún estando producida por el gran DeCoteau. Pero los resultados esta vez son bastante pobres. Además, para ser una cinta de comienzos de los 90, tiene un tufazo a principios de los 80 increíble. Pero con una calidades bajísimas. Las actuaciones, decorados, fotografía y demás son francamente desastrosos. Y encima no tiene casi nada de gore ni sustos ni nada. ¿Y donde estará el gran baile? Porque solo aparece una discoteca. Bueno, las chicas se echan unos bailes patéticos al principio de la cinta..jajaja

Y es que a veces el underground yankee nos da una de cal, como es el caso. Ya que los puntos de comedia que tiene son también muy flojos, y mira que este género es de mis preferidos, pero esta me pudo, que se le va ha hacer. Además, después de saber que era como una remake-homenaje a Sorority babes in the slime bowl-o-rama la cogí con muchas ganas, pero vaya fiasco…

Lamentablemente una muestra de lo malo que puede ser el underground yankee. Y mira que cuenta con Sheet y DeCoteau. Aún no me lo explico. Una pequeña decepción. En fin, otra vez será.

Óscar Arias