Crítica- Simon, el rey de los brujos (1971)

Primera largometraje de Bruce Kessler, que posteriormente rodaría Luna maldita, Crucero infernal y algunos capítulos de series como Kolchack o McGiver. Está protagonizada por Andrew Prine, habitual del cine de género setentero, le hemos visto en Night slaves, La tumba de la isla maldita, The centerfold girls, Barn of the naked dead o Terror al anochecer, el resto del elenco es habitual del cine, sobretodo de series de Tv, de los setenta, tanto relacionadas con el género como no.

Simon es un mago real que siendo encarcelado por vagabundo encuentra a Turk, un joven prostituto, este se hará amigo de Simon y le presentará en su grupo de conocidos, gente de clase alta que quedarán embobados con Simon, pero cuando uno de ellos le engañe de él este tomará represalias. Además tendrá un romance con Linda Rackum, la hija del fiscal, lo cual traerá problemas a Simon que tendrá que lidiar con el estado corrupto y con la Wiccan, un grupo de ocultismo que opera por la zona.

Psicotronia pura y cinta de culto. Con un guión muy original y bastante alejada de las habituales cintas de magos y brujería de la época apareció este Simon, rey de los brujos donde se respira un aire setentero hipiesco formidablemente plasmado en pantalla, aunque en algunos momentos su ritmo tenga algunos altibajos, pero la forma de tratar el esoterismo y lo arcano es realmente destacable, y muy poco visto hasta el momento, de hecho pocas cintas se le pueden comparar, además de tener algún desnudo, un aquelarre fantástico, encabezado por Ultra violet, una de las musas de Andy Warhol, y una cantidad de secuencias dignas de mención, con conjuros, maldiciones, o encantamientos pero en un tono genial.

Además Andrew Prine hace un papel ciertamente potente, entre un chuleta y un atormentado que busca un viaje dentro de un espejo para ver a los dioses, que cuando lo consiga nos brindará unos minutos excepcionales totalmente psicotrónicos y pocas veces vistos en pantalla. Quizá algunas de sus reacciones faciales me resultasen algo cutres y planas, pero en líneas generales está soberbio.
Además seremos testigos de muchos conjuros, ritos y aquelarres, algo mas que destacable ya que lo habitual es ver pocos, aunque sean potentes, aquí hay un número elevado y que gracias a la dirección no saturan y quedan a juego con la historia, siempre mostrada como si fuese algo real, no jugando con la ficción, gran acierto por parte de Keesler.

Película de culto con un mago muy real y un ambiente bastante psicotrónico donde seremos testigos de aquelarres, conjuros y maldiciones, ademas de un excepcional viaje “astral” que es de largo lo mas destacable de la cinta. Además fue estrenada en España en el festival de Sitges pero me da a mi que la versión de aquí esta algo censurada, esto es algo que tengo que comprobar. De todas formas cuando una cinta adquiere el calificativo de Culto por algo es, y esta lo tiene totalmente merecido. Solo tenéis que ver el trailer.

Aparte cuando la cinta comienza a decaer surge la lucha de Simon contra el fiscal y distintos peces gordos de la ciudad donde volvemos a ver a un mago en pleno trabajo, hilvanado todo de forma mas que correcta. Pero la cinta teniendo tanto destacable no me llenó del todo, quizá por su ritmo desigual o por su apariencia de realidad, que es lo mas destacable, aunque quizá no me llegó a enganchar del todo, quizá la banda sonora podría haber dicho mas, y eso que no es mala.