“Interesante cinta de satanismo setentera”
El director Paul Wendkos, responsable de cintas como Fear no evil, 1969, o The bad seed, 1985, se embarca en esta producción de la Fox basada en el libro homónimo de Fred Mustard Stewart bajo guión de Ben Maddow, acostumbrado al género dramático. Con un elenco de calidad donde encontramos a Jacqueline Bisset, [La escalera de caracol, 1975, o El día del fin del mundo, 1980], Alan Alda, rostro habitual de los telefilm setenteros, Barbara Parkins, [La presenacia del diablo, 1971], Curd Jürgens, [The sleep of death, 1981, o La bóveda de los horrores, 1973], Bradford Dillman, [El bicho, 1975], William Windom, [El ataque de la mujer de 50 pies,1993], o Pamely Ferdin, [El asesino de la caja de herramientas, 1978].
Cuando el periodista Myles Clarkson entrevista a Duncan Ely surge entre ellos una gran amistad y Ely trata que Clarkson se convierta en su compañero al piano, esto no le gusta a la mujer de Clarkson, Paula. Pronto la relación entre ambos hombres será algo viciosa y la presencia de Roxanne, que es una hija para Ely, perturba a Paula. Pronto este morirá y Myles se volcará a proseguir su obra, entonces Paula investigará y verá como una trama satánica envuelve a Ely y Roxanne, además hasta perderán a su pequeña hija lo cual hará que Paula trate de vengarse.
Interesante película de tema satanista tan de moda en la década de los setenta que está basada en un libro al cual no hace suficiente justicia. Los fallos de guión, incoherencias y saltos temporales logran crear mas confusión que fascinación en el espectador que no sabe muchas veces el porqué de los diversos cambios de actitud de cada personaje. Al menos la banda sonora brilla con luz propia, no obstante la trama se centra en el mejor pianista del mundo, Eliy, al cual seguirá los pasos Myles, y realmente la banda sonora sube enteros a esta producción con unos arreglos al piano elogiables. No así una dirección algo rutilante que pudo haber forzado mas secuencias y que nos deja un sabor agridulce debido a lo pudo ser y no fue. Eso sí, no me he leído el libro pero las críticas de gente que si lo ha hecho siempre dicen que es muy fiel aunque la falta de fuerza y mas tensión lo dejan en un segundo plano.
También se critica bastante al elenco, algo con lo que no puedo estar de acuerdo, salvo por Aldo Lado el cual no es capaz de interpretar de forma coherente su doble papel, realmente realiza una interpretación bastante pobre. No así el dúo femenino, Bisset y Parkins, las cuales ponen todo de su parte para aprovechar todo lo posible sus personajes, lástima que en demasiadas ocasiones la dirección atropellada de Paul Wendkos no las permita encauzar de forma adecuada sus personajes.
Hay que destacar a Curd Jürgens que está perfecto en su rol, le da el empaque apropiado y en sus apariciones la película tiene otro brío. Además al ser él el protagonista del primer ritual satánico deja el nivel bastante alto, aunque luego, lamentablemente, este decaiga, por momentos, a niveles impropios.
Cierto es que en la década de los setenta el cine satánico cobró gran relevancia y la cantidad de productos del estilo que vieron la luz fue, quizá, excesiva, algo que ha pasado siempre, pero hay que decir que esta producción ocupa un puesto reservado, el de una gran película. Con unas ideas originales muy afortunadas, que pudieron dar mas de si, no obstante tiene muchos detractores y gran cantidad de seguidores, cuando, a mi entender, es un producto bastante correcto al que le falta algo de fuerza y valentía por parte de la dirección, vamos un término medio alto.
Ya que la muerte de la hija queda cutrísima y a los personajes ni les afecta, Paula se va con otro hombre sin mas, algo del todo ilógico y mal tratado por la dirección, siendo esto bastante habitual en el metraje. La pócima azul no está suficientemente aprovechada, como se puede ver en los pentagramas que se utilizan, y hasta los rituales dejan bastante que desear. O el final, que si bien nos deja bastante sorprendidos, mostrándonos la escena gore del film, no deja de ser algo atropellado y confuso, aparte de muy increíble, dejándonos con ganas de saber que ocurre después, uno de los grandes errores de muchas producciones del tipo que tratan de sorprender pero que dejan la trama demasiado abierta.
En definitiva, una interesante cinta de satanismo setentera, si otra mas, que resulta una grata sorpresa aunque nos va dejando continuamente la sensación de que falta algo, ya sea dinamismo, fuerza, mala leche o algo. Por ejemplo, el perro podría haber sido mas potente aún y, sobretodo, sus secuencias donde atemoriza a la Bisset deberían haber sido mas terroríficas. O las investigaciones de esta que quedan del todo desvirtuadas. Aún con todo es un producto que se puede ver con simpatía y es mejor que gran parte de los productos y subproductos de la época que se acercaron al satanismo y derivados.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 6.7
6.7
Género; Satanismo - Posesión