“Siliconatas come huesos contra un Cushing algo solo”
De mano de la productora inglesa Planet Film Productions aparece esta “S.O.S. El mundo en peligro” del gran Terence Fisher, la cual forma parte de su denominada “trilogía alienígena” que el mítico director dirigió fuera de la mítica Hammer, productora donde consiguió el renombre que tiene y que perdura hasta nuestros días. De hecho son curiosas las similitudes que guardan los tres títulos, “The Earth Dies Screaming” (1964), con la productora Lippert Films, y “Radiaciones en la noche” (1968) en la misma Planet Film Productions.
El staff técnico también era habitual de la Hammer, y el resto del elenco hizo sus pinitos en la todopoderosa productora, aunque eran habituales de la mencionada Planet Films, la cual tuvo, lamentablemente, una vida muy corta.
Así la cinta está protagonizada por todo un Peter Cushing, que decir de este mito de la interpretación, junto a Edward Judd, visto en “El día en que la Tierra se incendió” (1961) o “La gran sorpresa” (1964) y Carole Gray, que participó en “La maldición de la mosca” (1965) o “Los diablos de la oscuridad” (1965). En el resto del reparto nos encontramos otros actores habituales de la Hammer, como comenté, tales como Eddie Byrne, visto en “La momia” 1959 o Sam Kydd de “El perro de los Baskervilles” (1959), además de Niall MacGinnis de “La noche del demonio” (1957).
Lo que más me sorprendió desde siempre de esta cinta es lo complicado que era encontrar una copia sin censurar de la misma, y todo por una escena de una amputación, así siempre tuvo un cierto estatus de maldita, estatus bastante sorprendente y que cambió con la aparición de la película en DVD. Porque estamos ante un trabajo algo simple por parte del bueno de Fischer, con un guión interesante, eso sí, que podría haber valido para cualquier cinta de Serie B norteamericana de la época, o hasta para algún capítulo de la mítica serie de “Doctor Who”, que tarda en despegar y al cual le falta algo más de ritmo.
Porque la presentación de la trama y de los personajes es del todo inglesa, recordemos que estamos en plena edad dorada del cine de género inglés, con la mencionada Hammer a la cabeza, y proveniente de las islas salía cine de gran calidad que aterrorizaba a todo el mundo. Pero este título contiene demasiadas trampas en su guión, partiendo estas mismas en la creación de los propios personajes y en las criaturas creadas, las cuales son la gran amenaza del mundo. Sin olvidar la forma, del todo clásica de esos años, de nuestros héroes en acabar con la amenaza. Que vista a día de hoy es algo pueril.
Así las presentaciones de los personajes de Cushing y de Judd son para revisar. La de Cushing, al menos, ha sido realizada por él mismo en otros títulos, el típico profesor que es requerido para aplacar una situación extrema, pero la de Judd, con su ligue de por medio, es de traca. Y más todavía la forma en que Carole Gray es presentada e inducida al grupo de héroes. Del helicóptero y la trampa argumental para crear desasosiego debido a la imposibilidad de abandonar la isla mejor no decir nada, se acepta y listo.
Así, no hacemos más que esperar a que la acción comience a situarnos del todo. Y ahí encontramos decenas de similitudes con el cine proveniente de USA, se podrían mencionar diversos títulos, aunque es curioso cómo se ven elementos de esta cinta en otras posteriores, como la mencionada “Radiaciones en la noche” o, principalmente, en “Batalla más allá de las estrellas”.
Un gran acierto por parte de Fisher es el buen ritmo que insufla al largometraje en la presentación de la acción, y más aún lo que aguanta en enseñar a los monstruos. Los cuales, por cierto, son algo cutres, aunque cumplen, y parecen sacados de la serie “Doctor Who”.
De todos modos sorprende el dinamismo de toda la segunda parte de la película, con una banda sonora más que destacable, y una dirección y montaje muy acertado, teniendo en cuenta el escaso presupuesto con el que contó este título.
De hecho, el tramo final, donde vemos la citada escena de la amputación, que es tramposa a más no poder, y unos ataques de las siliconatas, nombre del bichito en cuestión, es del todo dinámico, aunque es cierto que ha envejecido algo mal.
Así, los momentos donde todos los humanos están encerrados en el salón resultan algo forzados, amén del final, con una escena donde el personaje del Dr. David West está realmente llevado al límite y no queda excesivamente bien.
Aunque la cinta sea algo menor, gracias a las grandes interpretaciones de la dupla Cushing- Judd destaca, y es que ambos desprenden cierta química, con Cushing no debería ser muy difícil cuando casi siempre le pasaba lo mismo con cualquier actor con el que compartiese reparto. Pero no se puede decir lo mismo de Carole Gray, cuyo perfil es muy poco acertado, ya que si bien en su comienzo nos la muestran como mujer florero, en la segunda parte cambia de registro de forma burda, y vuelve a ser un florero, aunque más que culpa suya es culpa de su personaje.
Y no quiero olvidarme en comentar lo relativo a la creación de la siliconatas. Ya que estamos ante un experimento que sale mal y da lugar a estos seres. El experimento era para curar el cáncer, muy buena premisa si no fuese porque el tema experimentos estaba, ya en los sesenta, muy trillado, y que visto a día de hoy queda algo desangelado. Aún así tiene su aquel, que demonios.
De todos modos al ser una curiosidad es un título del todo reivindicable, sí, menor en la filmografía de Fisher, pero una pequeña rareza reivindicable. Al menos con el paso de los años se ha conseguido poder disfrutar en versión uncut, y es que la censura nos hacía esperar más de películas que luego no lo eran tanto. Aunque esta es para darle una oportunidad.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.9
5.9
Género; Ciencia Ficción- Monstruos