“Una de las grandes joyas de la Sci-fi de los cincuenta, aún con todos sus fallos”
Basándose en la novela “The Alien Machine” de Raymond F. Jones y contando con un buen presupuesto de la todopoderosa Universal tenemos esta joyita dirigida por Joseph M. Newman, poco conocido en el universo de la Sci-fi, aunque contó como ayudante con todo un Jack Arnold. Además el elenco está formado por conocidos de la sci-fi cincuentera, la época dorada del género, así vemos a Jeff Morrow, [The creature walks among us, 1956, o The Giant Claw, 1957], a Rex Reason, [The creature walks among us, 1956], a Faith Domergue, [It came from beneath the sea, 1955, o Cult Of The Cobra, 1955], a Lance Fuller, [Voodoo Woman, 1957], o a Russell Johnson, [It came from outer space, 1953].
Realmente los habitantes de Metaluna tratan de salvar su planeta pero debido a su derrota tratarán de invadir la Tierra e imponer su superioridad, no obstante el Dr. Meacham y la Dr. Adams no quieren permitirlo, además contarán con la ayuda de Exeter, el único habitante de Metaluna que parece razonable. Eso sí, tendrán que hacer frente a los mutantes de Metaluna si quieren escapar con vida de ese planeta.
Una de las grandes joyas de la Sci-fi de los cincuenta que si bien tiene un buen presupuesto es una de las consideradas joyas de la Serie B de los cincuenta, con todo merecimiento. Cuenta con interesantes calidades, las localizaciones y sus decorados son muy típicos de Serie B, aunque al parecer los problemas en el rodaje, siempre se publicitó como que se tardaron dos años y medio en rodarla, incrementaron el presupuesto del mismo aún sin notarse en las posteriores calidades. Aparte el guión es algo cutre, la adaptación es muy libre y si bien tratan de aumentar la tensión no se consigue debido a una dirección y decisiones durante el rodaje algo desafortunadas.
El elenco no realiza un buen trabajo, especialmente hay que destacar la gran oportunidad que tuvieron el trío protagonista ya que eran habituales secundarios, pero ninguno, salvo quizá Jeff Morrow cumple. La interpretación de Rex Reason es muy sobreactuada, siempre pensando en que está siendo grabado, y la de Faith Domergue es plana, sin aportar nada a la cinta, salvo en su pelea contra el mutante donde se hace ver más, pero poco más.
Aunque ciertamente el guión es tan pobre y malo que poco margen tienen los actores, las explicaciones son de parvulario, y una cosa, si los Metalunianos son tan inteligentes, ¿Para que necesitan a unos humanos? Además, ¿Porque nos piden ayuda en temas de energía nuclear cuando todavía ni se conocía en la Tierra? Y así podríamos seguir un largo rato, aunque ya sabemos que la sci-fi de la época permitía todas estas licencias.
Aunque hay que reconocer varios aciertos a esta película. Es dinámica en los momentos clave, sus decorados, aún notándose en exceso, cumplen gracias al novedoso Technicolor, los Metalunianos son personajes ya universales, los cabeciconos están basados en ellos, y, sobretodo, los mutantes que se nos muestran, que el propio Jack Arnold había rechazado para su It comes from outer space, se convirtieron en todo unos iconos de la época. El pobre Arnold se debió tirar de las orejas, y todavía a día de hoy es uno de los monstruos de la Sc-fi más recordado.
Han aparecido en La guerra de las galaxias, y los vistos en Mars Attack son una especie de copia de estos, la verdad es que son FABULOSOS.
El tramo final es muy clásico de la serie B de ciencia ficción de la época, todo se arreglará, tendremos enfrentamientos entre el mutante, que no es más que un insecto mutado, y nuestros héroes, y la pareja feliz volverá a casa. Pareja que es digna de estudio, ya que la trama que les une es cutrísima.
En definitiva, uno de los grandes clásicos de la Sci-fi de los 50 que inspiró a tantas y tantas cintas del estilo y que todavía vista a día de hoy resulta entretenida aun con sus incongruencias y fallos. Si bien en su época no recuperó su inversión el paso del tiempo la colocó donde debía estar, en el olimpo de la Sci-fi de los cincuenta, la época dorada del género. Detalle curioso, Joseph M. Newman usó el metraje de esta película para su cortometraje “War of the planets” de 1958, sorprende bastante que no regresase a la Sci-fi, aún copiándose. Para no perdérsela.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 7.1
7.1
Gènero; Ciencia ficción - Extraterrestres
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