Crítica- Refugio macabro (1972)

“Otra joyita de la Amicus de historias”

La compañía Amicus, la gran rival de la Hammer, estaba especializada en producir películas de historias, así nos legó Condenados de ultratumba, La mansión de los crímenes, o esta que nos ocupa. Contando con un guión del gran Robert Bloch, responsable del guión de Psicosis o de la mítica serie Alfred Hitchcock presenta, vamos toda una garantía, y dirigida por el especialista Roy Ward Baker, el cual trabajase igualmente para la Hammer, recordemos que es el responsable de títulos como ¿Que sucedio entonces?, La cicatrices de Dracula, o Ahora empiezan los gritos.

El elenco es de primer orden, dentro de los protagonistas encontramos a todo un Robert Powell, Harlequín, o Asfixia, Geoffrey Bayldon, Cuentos de la cripta, y Patrick Magee, Marat/ Sade, o Demencia 13. Aparte en las distintas historias vemos actores de la talla de Peter Cushing, Ondas de choque, o La casa de las sombras alargadas, Herbert Lom, Las torturas de la inquisición, o La zona muerta, Charlotte Rampling, El portero de noche, u Orca, Britt Ekland, Diabólica malícia, u Ojos tenebrosos, Barry Morse, Gritos en la noche, o Barbara Parkins, Satán mon amour, entre otros.

Sinopsis perfecta, por lo que comenzaré con el comentario. Lo primero que hay que decir es lo increíblemente buenas que eran todas las calidades técnicas en esa época dentro del cine de género inglés. Ya fuese la Hammer como la Amicus, ambas compartían técnicos, directores, guionistas y actores, por lo que las diferencias, a priori, no eran demasiadas. Salvo que la Amicus decidió optar por películas de historias, principalmente, creándose así una mas que merecida fama dentro del género. Más aún habiéndonos legado joyitas como la que nos ocupa, que si bien tiene algún momento, historia, algo menor, en líneas generales es todo un entretenimiento que te deja con ganas de ver mas cintas de este tipo y de esta productora.

Porque Roy Ward Baker consigue crear una película de historias bastante dinámica y con un ritmo muy sugerente, además de tomar el camino adecuado en cada una de las historias. Quizá la primera esté contada de forma mas precipitada, chocando así con su desenlace que es mucho más lento, pero el resto mantienen, más o menos, las mismas formas. Formas estas muy inteligentes, demostrando, una vez más, que el cine inglés de la época era de lo mejorcito dentro del género, con un estilo totalmente personal que no hacía más que maravillar y aterrorizar al espectador.

Otro de los aciertos es el gran elenco usado, y las grandísimas interpretaciones que vemos. No se puede destacar a nadie, todos están formidables, solo decir que cuando vi aparecer a Cushing esa historia, la del sastre, ya ganó enteros. Si, son prejuicios a favor de un actor de puro Culto, aunque luego su historia no fuese la que más me agradó.

Reconozco que viendo estas cintas a día de hoy se hecha en falta algo más de mala leche, aunque siendo francos y dentro del estilo serio de estas producciones no se si quedaría muy bien la incursión de más violencia o hasta gore explícito. Aunque si es cierto que hay momentos en que la cinta cojea a la hora de mostrar las escenas mas espeluznantes, salvado siempre por una banda sonora formidable, perfectamente seleccionada y colocada, que nos hace entrar, disfrutar, y temer cada una de las historias, un acierto total.

Quizá por eso ese fantástico doble final, por una parte el de la última historia, la mejor en todos los aspectos, que está muy bien entrelazado con el propio final de la película, y el propio final y resolución del misterio. Es muy curioso como Roy Ward Baker consigue crear en el espectador esas ganas de conocer la resolución, lo cual dice mucho, y bueno sobre el propio Baker.

Otra joyita de la Amicus, nuevamente tratándose de una película de historias, la especialidad de la productora. Cierto es que puede que no sea la mejor cinta de todo su catálogo, pero resulta muy entretenida y con los momentos justos de tensión, además de estar impregnada con ese estilo inglés de los 60-70, y unas calidades técnicas y actorales sobresalientes, siendo estos detalles los que consiguieron legarnos un cine asombroso. Eso sí, al que no le gusten las películas de historias que olvide esta y a la propia Amicus, aunque le recomendaría darlas una oportunidad.

Óscar Arias