Crítica- Pesadillas de una mente enferma (1981)

“Brutal gore de principios de los ochenta”

Brutal cinta dirigida y escrita por el italiano Romano Scavolini en USA, aparte destacan otras dos de sus pelìculas, el giallo La orgìa de la sangre y la cinta de guerra Dog Tags. Con un elenco cuasi desconocido que, en su gran mayorìa, no regresaron al mundo del cine, de hecho solo podemos destacar a Mik Cribben, director de Beware, children at play, o a Ray Baker, el ùnico actor que siguió con la carrera y que hemos podido ver en Ed Wood, Desafio total o Alien siege.

George Tatum es un enfermo mental que se escapa de un sanatorio y comienza una espiral de asesinatos, no podrà controlar sus impulsos criminales y sàdicos. No hace mas que tener las mismas pesadillas de cuando era solo un niño y asesinò brutalmente a sus padres. La familia Temper seràn sus pròximas vìctimas, pero el hijo menor, C.J., un pequeño diablo, plantarà cara a Tatum.

Una de las video nasties mas brutales de los ochenta, dejàndo de lado el guiòn o las calidades tècnicas, vease fotografìa, banda sonora, decorados, direcciòn de actores, etc, tenemos un catàlogo de brutalidades con la excusa de crear una cinta sobre un psychokiller, en la moda del momento. Lamentablemente la cinta tiene mas fama, totalmente merecida, por estos motivos que por motivos puramente cinematogràficos, y es una pena ya que la idea es interesante y competente, pero no asì las formas.

Todas las actuaciones son flojas, o directamente malas. Quizà se salve Baird Stafford, pero como solo le vemos como carácter destrozado psicològicamente, no tiene casi lìneas de diàlogo y aparece en pocos planos, no podemos compararle con otras grandes interpretaciones de psichokillers.

Lo realmente interesante de este tìtulo es su remarcada violencia, macarrismo y brutalidad gore. Veremos degollamientos, decapitaciones, amputaciones, y un largo etcètera, todo producto del genio Tom Savini en los albores de su carerra. Curiosamente la direcciòn de las escenas gore tienen mucha mas fuerzas que cualquier secuencia de diàlogo o de transiciòn, ademàs los efectos son realmente efectivos y nos dejan del todo satisfechos.

Viendo estos detalles nos podrìamos preguntar porque està esta cinta tan bien considerada si, a priori, no pasarìa de ser un ultragore sin mas. Pues quizà sea debido a su atmòsfera malsana, quizà no provocada ya que Scavolini no muestra muchas calidades tècnicas, realiza una direcciòn plana, con saltos temporales y varios sinsentidos basàndose casi exclusivamente en el gore como reclamo, algo que consiguiò, o quizà por estar rodada en el momento adecuado, esos comienzos de los ochenta, dejàndo a un lado el macarrismo setentero, aunque tenga ramalazos del mismo, donde surgieron algunos tìtulos brutales. Y, sobretodo, por formar parte de la lista de las famosas Video Nasties, con total merecimiento, no como otras.

Aparte del gore la cinta tiene un momento especial, y es su final. La resoluciòn es muy interesante, làstima que el niño resulte del todo repelente y estè fatal perfilado, pero el desenlace es muy bueno, ya podemos entender porquè los yankes tiene armas en su casa. Lo que pasa es que poner este tipo de cine como explicaciòn es algo excesivo, digo yo. Ademàs en el final veremos, por fin, la pesadilla completa que atormenta a Tatum, simplemente brutal. Hay que verla sin mas, de diez.

Brutal gore de principios de los ochenta basàndose en la vida de un psychokiller, los problemas infantiles siempre son una buena salida, con malas calidades tècnicas y un guiòn bastante flojo, pero si lo que buscamos es gore no nos defraudarà, està a la altura de El destripador de N.Y. pero dejàndo solo el gore cafre. Ademàs, el estar prohibida en diversos países y ser producto de la censura, al final, la acabò ayudando a tener la fama que, merecidamente, me repito, tiene.

Óscar Arias