“Joya de culto que merece mas fama de la que tiene”
El genial Dan Curtis rodó y co escribió esta película de culto, basada en un libro de Robert Marasco, de casa encantada antes todavía de El resplandor, 1980, la cual bebe y mucho de esta, o Terror en Amityville, 1979. Ciertamente este tipo de cine estaba por despegar y aunque ya habían aparecido alguna que otra grandísima cinta de casa encantada esta fue de las pioneras dentro de la época dorada de este interesante subgénero de casa encantada.
Curtis ya nos había sorprendido con joyitas como Una luz en la oscuridad, 1971, aparte de ser el responsable de La maldición de la viuda negra, 1977, o Dark shadows, 1991. El elenco es de gran nivel, así tenemos a Oliver Reed, mítico licántropo de La maldición del hombre lobo, 1961, y visto igualmente en Los demonios, 1971, o Cromosoma 3, a Karen Black, recuperada para el cine de género por Rob Zombie y su saga de los renegados del diablo, aunque hay que recordarla de Los hijos de la noche, 1991, o El asesino de la máscara, 1989, y la genial Bette Davis, recordemos alguno de sus grandes trabajos, Canción de cuna para un cadáver, 1964, ¿Que fue de baby Jane?, 1962, o Los ojos del bosque, 1980, pocos actores mas aparecen en la pantalla aunque hay que destacar a Burgess Meredith, [El jardín de las torturas, 1967], y a Dub Taylor, [Creature from black lake, 1976].
La familia Rolf se muda a una casa alquilada por los Allardyce que resulta muy misteriosa. La tía Elizabeth irá a visitarlos cuando comenzarán a sucederse extraños sucesos, especialmente Marian, la madre, comienza a tener un comportamiento extraño y hasta Ben, el padre, tratará de matar a su pequeño hijo, pero sin el querer. Así irán comprendiendo que la casa es la responsable de todos sus males y aunque intenten escapar parece que no se lo permite una fuerza misteriosa que proviene de la casa y especialmente de la habitación de la dueña de la casa a la que, supuestamente, Marian cuida.
Película de culto que merece tener mucha mas fama y sobretodo estar mejor tratada por muchos “críticos” de cine, ya que cumple, y de que manera, con todo lo que se le puede pedir a una producción de este tipo. Cierto es que hay pequeños elementos del guión que son menores, pero la dirección brilla con luz propia, al igual que la fotografía, la cual contiene claros oscuros magistrales creando así una atmósfera genial, pasando de claustrofóbica a luminosa. La banda sonora, que cumple con creces y un montaje bastante dinámico dentro de la lentitud buscada en determinados momentos que resulta maravillosa, y así sin tener que mostrar fantasmas, ni posesiones, habituales en la década de los setenta, ni gore, salvo un par de momentos que comentare posteriormente, tenemos un título fabuloso que hará las delicias de cualquier aficionado al cine de terror.
Pero el gran acierto es el EXCEPCIONAL elenco, con un Oliver Reed y Bette Davis soberbios, la escena que protagonizan juntos, en la muerte de esta última, es de los mejores momentos dentro del cine de terror. Sin la necesidad de mostrar nada mas que actores realizando interpretaciones increíbles, así la propia Karen Black queda en un segundo plano, aun realizando una gran interpretación de un perfil algo menor y que, quizá, daba para algo mas. Además que la relación marital entre esta y Reed no queda bien conseguida, si la dupla Reed- Davis encaja a la perfección, la de Reed- Black no llega a estas cotas, que son excesivamente elevadas. Es lo que tiene unir a dos excepcionales actores que con su sola presencia hacen subir enteros a una película, por menor que esta pueda ser.
Curtis consigue rodar diversas secuencias terroríficas con pocos medios pero con mucho clase y estilo propio, escribió este guión sabiendo a la perfección que es lo que quería mostrar, y desde luego que consigue un producto casi genial, por muy poco no es perfecto, de hecho. Así las secuencias de la muerte de la tía Elizabeth, la primera aparición del chófer, o la de la piscina y el hijo o el propio final dejan al espectador totalmente alucinado con lo visto.
Porque todo va resolviéndose con un ritmo muy acorde a los tempos usados por Curtis en la dirección, creando así un dinamismo lento pero cuidado a la vez que terrorífico.
El final es del todo sorpresivo y nos guarda diversas sorpresas, con finales dobles, giros bruscos, y momentos tensos con una escena gore que petrifica al espectador, el cual no sale de su asombro por la decisión de finalizar la cinta de esta manera. Los “happy end” no eran lo mas visto dentro del género en los setenta, afortunadamente, que ya empieza a molestar que todo acabe de maravilla.
Joya de culto que merece mas fama de la que tiene, es cierto que tiene algún momento menor pero en líneas generales resulta superior a El resplandor o Terror en Amityville, en serio, sobretodo debido al excepcional elenco y la gran dirección de Curtis. Lástima que haya diversas versiones, algunas de ellas censuradas profundamente, pasando de 115 minutos a 88, algo lamentable, aunque aún así sigue resultando un título genial, aunque hay que tratar de verlo en su versión uncut, como todo el cine, que diablos.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 8.5
8.5
Género; Casas encantadas