“Road movie que tuvo gran acogida por parte de medios y aficionados, peo le falta macarrismo y violencia”
El actualmente reconocido J. J. Abrams, debido a dirigir la nueva entrega de Star treck, o de escribir y dirigir la serie Perdidos, escribió y produjo esta road movie a comienzos de siglo, contando con el director John Dahl, habitual del thriller pero no muy ducho en el cine de terror, y un elenco protagonizado por un trío de jóvenes actores hollywoodienses a los que se les daba la oportunidad de dar el gran salto. Así tenemos a Paul Walker, [Timeline, 2003], Steve Zahn, poco visto en el cine de género, y Leelee Sobieski, recordada por su papel de Lolita en Eyes wide shut, 1999, aparte de verla en En un lugar oscuro, 2006, o The wicker man, 2006, del resto del elenco podemos destacar a Stuart Stone, [Donnie darko, 2001], y a Brian Leckner, [Mimic, 2001], ya que la mayoría del elenco son habituales de las series de televisión.
Lewis Thomas comienza sus vacaciones y queda con su amiga de la infancia, de la que está enamorado, Venna, para ir a buscarla y pasar unos días juntos, pero de camino tiene que ir a sacar a su hermano mayor, Fuller, de la cárcel, así este se apuntará a las vacaciones y por el camino compran una radio con la que empiezan a gastar bromas a varios camioneros, pero uno de ellos, Clavo oxidado, se lo tomará a mal y les querrá dar caza para asustarles, humillarles y asesinarles, ahora tendrán que lidiar contra él, y Venna se ha visto envuelta en todo el asunto.
Durante la década de los noventa no fueron pocas las cintas sobre road movies que vieron la luz pero que resultaban ser algo cutres, y aunque trataban de rememorar los mejores clásicos de los setenta, como El diablo sobre ruedas, 1971, de la cual mama bastante esta que nos ocupa, o de las cintas de moteros no conseguían ni tener el ritmo ni el espíritu de las mismas. Así esta Nunca juegues con extraños consiguió, ya en el nuevo siglo, destacar por méritos propios sobre el resto, teniendo, a su vez, buenas críticas y gran aceptación por parte del público por lo que se rodó hasta una segunda parte.
Hay que reconocer que las calidades técnicas son buenas, de hecho gozaron de un presupuesto mas que aceptable, algo que se hace notar en los resultados finales, aunque he de decir que eché en falta una banda sonora más clásica de las road movies, este parámetro técnico me defraudó, y un montaje más dinámico.
Por otra parte los cuatro perfiles protagonistas son bastante comunes, el hermano menor, Lewis, interpretado por Paul Walker, que realiza una correcta interpretación, no se sostiene como debería y diversas acciones suyas resultan algo increíbles y estúpidas. Por otra parte su hermano mayor, Fuller, está interpretado por parte de Steve Zahn de forma histriónica acercándose mas a los cánones del típico killer que los de una víctima, consigue crear odio hacia su personaje. Y la muchacha, Venna, interpretada de forma correcta aunque algo perdida por Leelee Sobieski, que, encima, hace acto de presencia avanzada ya la trama y su personaje es el que despierta un poco la acción.
El killer de marras es muy clásico, aparte que se convierta en uno debido a una venganza por un juego, que también vaya mala leche hay que tener, justo la misma que falta en diversas partes del metraje. Se hechan de menos más planos suyos, si bien no de su rostro si de su perfil o sombra, además su camión no consigue provocar tanto terror como debería al no tener un peso específico en la trama, aunque se intente. No estan facil ser Spielberg.
He de reconocer que tenemos momentos divertidos, como cuando los hermanos entran desnudos a una cafetería, y tensos, el tramo final es bastante potente aunque adolece de más mala leche o de algo de macarrismo. Ya que este es el gran problema que le veo a este título, su falta de macarrismo, este tipo de cine de carretera necesita algo mas de esta mala leche, aspecto clásico de este subgénero, siendo uno de los grandes lastres del film. Se remarcan más los momentos cómicos y tensos que los violentos, la persecución del heladero es patética y no tiene ningún sentido, por ejemplo.
La resolución esta algo cogida por los pelos y, aunque cumple, deja con ganas de algo mas o de que alguno de los protagonistas hubiese tenido otra suerte, especialmente Fuller.
Road movie que tuvo gran acogida por parte de medios y aficionados, que me parece un trabajo correcto y poco mas, eché mucho en falta mas mala leche y me sobró comedia e histrionismo, centrado principalmente en el personaje de Fuller. Entiendo que es una cinta para el gran público y es por eso por lo que le falta más violencia, pero yo como aficionado al terror hubiese preferido algo más cercano al inicio de Jeepers creepers, 2001, por ejemplo, que es un gran ejemplo de road movie en su parte inicial. Aunque he de reconocer que entretener entretiene, aunque la mayoría de gente la tiene más aprecio que yo.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.3
5.3
Género; Road movie - Asesino en serie - Venganza
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