Crítica- No-do (2009)

“Interesante propuesta pero con ritmo desigual”

Tercera pelìcula de gènero de Elio Quiroga, previamente ha rodado Fotos y La hora fría, en esta que nos ocupa tambièn se ocupa del guiòn y la producciòn, como en el resto de sus trabajos. Contando con un elenco reconocible para el aficionado español, encabezado por Ana Torrent, Tesis o Cría cuervos, acompañada de actores con poca carrera dentro del cine de gènero aunque con amplias filmografìas. Podemos destacar a Rocio Muñoz, Pacto de brujas, a Francisco Casares, El crimen de Cuenca, o a Jorge Casalduero, La hora fría.

Francesca y Pedro se mudan a una casa que alquila la Iglesia con su hijo recién nacido, diez años atràs perdieron a su hija recién nacida, Rosa. Pero pronto Francesca comenzarà a tener visiones de niñas en la casa y poco a poco descubrirà ocultos secretos relacionados con el No-Do, asì contactarà con el padre Miguel de Azpilicueta que convencerá a Pedro de que su mujer no està loca y tratarà de ayudarles a liberar la casa aùn a riesgo de su propia vida.

Interesante pelìcula con momentos de explotaciòn de El exorcista y con no demasiada originalidad y continuidad y claridad en el guiòn. Quiroga supera su anterior trabajo, La hora fría, a poco, con esta pelìcula de casa encantada, donde cuenta con una buena fotografìa, grandes localizaciones, un sonido algo flojo, otra vez, pero con una continuidad argumental algo cogida con pinzas y una cantidad de licencias exageradas para tratar de crear un producto terrorìfico de calidad. A saber, la relaciòn entre la pareja no està explicada ni tratada, ni las distintas reacciones de Pedro y hasta de la propia Francesca, la amiga de esta desaparece misteriosamente de la pelìcula, Blanca aparece y desaparece al gusto del director, el enfrentamiento entre Miguel y su superior es plano y sin fuerza. Y asì podrìa comentar demasiados puntos.

Por lo que, para tratar de disfrutar la pelìcula, obviamos estos puntos, aunque algunos sean demasiado importantes, y asì nos dejamos engatusar por el director y su direcciòn. Lo que pasa es que es bastante inestable, tenemos momentos àlgidos muy bien resueltos con otros rodados con demasiada velocidad, dejàndo asì secuencias muy simples y poco trabajadas. Es curioso ver como Quiroga se encuentra mas a gusto rodando con un tempo lento.

Las actuaciones son justitas, Ana Torrent realiza, una vez màs, su misma interpretaciòn. Vièndola en diversas pelìculas me pregunto porquè no trata de cambiar de registro o algo. Francisco Boira està pèsimo, ademàs que su personaje està muy mal perfilado y no aporta nada mas que confusiòn, Héctor Colomé va a rachas, tiene momentos interesantes con otros bastante mediocres. Quizà destacarìa a María Alfonsa Rosso, que teniendo un personaje mal planteado lo salva de forma muy acertada.

Dentro de este campo hay que destacar lo mal planificada y rodada que està el personaje de Rosa, interpretado por Miriam Cepa. No entiendo porquè Quiroga nos la muestra, a partir de su segunda apariciòn, como un palo, sin movimiento, vamos como los otros fantasmas que ve Francesca. Un grave error a mi parecer.

Ademàs hay diversos errores de racord, aunque si aceptamos las licencias esto tambièn deberemos aceptarlo.
Los efectos especiales recuerdan a los vistos en La hora fría, posiblemente trabajese con el mismo estudio, aunque aùn asì podrìa haber buscado algunas diferencias. Eso sì, las primeras apariciones de las niñas estàn muy bien rodadas y planificadas, que làstima que toda la cinta no tuviese ese mismo tono. Aparte, el monstruo final nos lo muestran muy poco y recuerda demasiado a tantos y tantos monstruos.
Y es que esta parte final està algo apagada, con esos momentos a lo Exorcista pero resuelto de forma excesivamente ràpida lo cual nos deja con ganas de algo màs.

Elio Quiroga sigue dentro del gènero y va mejorando, aunque todavìa no acabo de disfrutar sus cintas. Ciertamente esta pelìcula es interesante aunque tenga excesivas licencias y un ritmo algo lento y desigual. Està recibiendo grandes crìticas, algo que veo muy exagerado, pero es lo tìpico con el cine de gènero patrio, o lo ensalzamos o lo destrozamos. Parece que el tèrmino medio no existe, y esta pelìcula deberìa estar en ese tèrmino medio. Solo espero que en la siguiente cinta de Quiroga este preste màs atenciòn a los personajes, su direcciòn y a esas licencias que se toma.

Óscar Arias