Crítica- Murder rock; Danza mortal (1984)

“El comienzo del pequeño declive del genio Fulci”

Otro giallo de Lucio Fulci, ya quedaban atràs sus grandes trabajos dentro de este gènero, como Angustia del silencio o Una lagartija con piel de mujer, ademàs estaban recientes sus joyas gore, como El destripador de N.Y. o El mas alla. Està rodeado de un elenco conocido, tanto de el propio Fulci como del aficionado, de hecho repiten muchos actores con Fulci, Olga Karlatos ya participò en N.Y. bajo el terror de los zombies, Claudio Cassinelli en Los guerreros del año 2012 aparte de verle en Caiman o El asesino del cementerio Etrusco, Cosimo Cinieri visto en Manhattan baby o El destripador de N.Y., Riccardo Parisio Perrotti , de Siete notas en negro, Giovanni De Nava de Aquella casa la lado el cementerio, aparte del gran Ray Lovelock, No profanar el sueño de los muertos o Autopsia, Robert Gligorov, Aquarius, Christian Borromeo, Tenebre, o Geretta Geretta, Demons, aparte del cameo de turno del propio Fulci, faltarìa mas.

En una escuela de baile empiezan a sucederse unos asesinatos, Candice Norman, la profesora colaborarà con el Teniente Borges en la investigaciòn, pero tiene sueños con un hombre, George Webb, que la asesina de la misma manera que a las vìctimas, finalmente darà con el y comenzarà una historia de amor. Mientras los asesinatos persisten y la policìa no hace mas que dar palos de ciego, quizà Candice tenga alguna pista y trae de ayudar a la policía.

El inicio del gran bajòn de Fulci, despues de sus grandìsimos giallos de la dècada anterior y sus burradas gore de los comienzos de los ochenta con este Murder rock volviò a la senda del giallo, pero dejàndo totalmente de lado su brutalidad, consiguiendo que sus fans se enfadasen y no con poca razòn. Porque este giallo es bastante flojo, no mantiene las excelentes calidades de otros trabajos de Fulci dentro del mismo gènero, la diferencia es realmente abismal. Si bien en Siete notas en negro Fulci introduce menos gore, aunque haya un par de escenas brutales, en esta abusa de planos sacados casi del reciente slasher, gènero muy ligado al giallo, y obvia casi por completo el gore. Ademàs la fotografìa es muy saturada y la banda sonora està mal balanceada y tratada, una pena.

Al menos cuenta con un elenco interesante, el cual realiza una buena labor aunque en general me sobra destape, creo que Olga Karlatos no deberìa haber mostrado palmito tanto, ademàs su interpretaciòn es similar a la de Jennifer O`Neill en Siete notas en negro pero sin fuerza, una pena. Ray Lovelock està genial, como siempre, reconozco que tengo cierta debilidad por este actor. Del resto del elenco me hizo gracia el papel de Claudio Cassinelli, tan dificil de explicar… para luego desaparecer, o la del propio Cosimo Cinieri, realizando un policìa algo tontorròn pero eficaz.

Los numeritos de danza son paupèrrimos, de vergüenza ajena, me recuerdan al numerito de Sardu, malo, malo. Ademàs las bailarinas son actrices bastante malas, aunque total, solo estàn para ser asesinadas.

El asesino està bien planificado y su forma de matar es original, làstima que no disfrutemos los asesinatos como Fulci nos tenia acostumbrados. Ademàs toda la trama es bastante engañosa, liosa y con innumerables licencias, habitual en Fulci. Pero la forma de hilvanarlo todo es muy mediocre y si Fulci no ofrece algo tenemos un trabajo bastante pobre, que es mas o menos lo que es este Murder rock.

La parte final es enrevesada, como buen giallo, aunque muy mal planificada, creando culpables de forma burda. Con una resoluciòn forzadìsima y esperada pero mal rodada, perdiendo la poca fuerza que llegaron a conseguir. En definitiva, lo que mas me gustò es la gran cantidad de veces que se meten con la policía…jajaja

El comienzo del pequeño declive del genio Fulci, despuès de sus comienzos en los ochenta con joyitas brutales nos sorprendiò con este giallo que resulta realmente flojo. Ademàs en sus producciones de finales de la dècada usò metraje de esta cinta para rellenar huecos, una pena. De todas formas aùn nos sorprenderìa con algun tìtulo interesante, como La sombra de Lester. Esta es para incondicionales.

Óscar Arias