Crítica- Malasaña 32

“Versión española del cine mainstream versión James Wan que no acaba de funcionar”

Sin lugar a dudas este siglo ha sido el despertar de un cine de terror mainstream con James Wan a la cabeza. Así las sagas de “Insidious”, “Expediente Warren”, y spin offs  y otras tantas del estilo, véase la saga “Sinister”, “Mama” y decenas mas han inundado las salas de todo el mundo. Algo que tiene muchos detractores, curiosamente dentro del seno de los “aficionados” al terror, algo que me sorprende sobremanera. Y si, es cierto que son todas cortadas por el mismo patrón, y que satura el scare jump, pero es lo que toca. Que cada época ha tenido lo suyo.

Pues bien, esta “Malasaña 32″, del director Albert Pintó, que ya había rodado el largo “Matar a Dios” en 2017, se adentra totalmente en los parámetros de las cintas anteriormente comentadas. Siendo esto positivo y un gran lastre. Y es que la poca originalidad de todo el asunto es el mayor de los hándicaps de este título.

Porque está muy bien argumentar que la historia está basada en un hecho real. Y si lo está es de paso, vamos que poco tiene que ver los acontecimientos, supuestos, en los que está basada la cinta con la historia real. Primer error. Así lo que tenemos es una historia muy desigual que da tumbos durante gran parte de su, excesivo, metraje. Metraje que estira diversos elementos menos el más importante, el perfilar a la familia, con quienes, como espectadores, tenemos que empatizar. Y no lo hacemos ya que ningún perfil está bien construido, es todo muy de estar por casa. Y eso que han participado hasta cuatro guionistas, ver para creer.

Y es que ese es el segundo problema, el dar por hecho muchas cosas. Este tipo de título necesita que se nos de todo mascado, y que cuando lleguemos al clímax estemos totalmente dentro de la historia. Y, desde luego, esta historia no es de lo más interesante, ni está tratada de la mejor manera. Una pena.

Así cuando hace acto de presencia el personaje de Concha Velasco, ya se sabe todo lo que acontecerá. Porque, tercer error, las similitudes con las sagas comentadas al principio de esta crítica son tales y tan grandes que no hay momento para la sorpresa. Da la sensación que Pintó ha querido, o ha tenido el trabajo de, rodar su particular “Terror a lo Warren”. Y no sé si sale muy bien parado. El actual panorama está muy saturado de cintas de este tipo. Ya sea vía cine o plataformas tipo Netflix.

Aunque, al César lo que es del César, todos los rubros técnicos cumplen en gran medida. Y si, que son igualitos que lo que hace Wan, pero les quedó bien. La fotografía está muy cuidada y mantiene ese tono sucio tan característico de este cine. El diseño de arte es igualmente sobresaliente, y nos lleva a finales de la década de los setenta con mucha solvencia, enhorabuena. Y la banda sonora y montaje no deslucen, aunque son algo tramposos. Pero bueno, es un sello de identidad de este tipo de cine, ¿o no?

No me quiero olvidar de lo que considero el cuarto error. Y es el personaje del monstruo. ¿No estáis cansados ya de ver a Javier Botet hacer el mismo monstruo? Si, es igual que el de “Rec” o el de “Mama”. Creo que Botet da para mucho mas, de hecho el mismo lo a demostrado. Y si bien me parece muy correcto darle un papel de relleno con texto donde mostrar sus facetas interpretativas, ya cansa ver al mismo monstruo. Un poco de imaginación, por favor.

Del elenco poco puedo decir. No empatice con ningún personaje. No es que nadie lo haga mal, sino que son interpretaciones muy planas, o que no llegan a las cotas que podría pedir el personaje. Aunque si me parece un acierto que la mayoría del elenco provenga del mundo de las series, ya que es más fácil no tener a ningún actor de renombre, que ya sabemos cómo somos por estos lares. Curiosamente leí que Concha Velasco hace la mejor interpretación, y no puedo estar más en desacuerdo. Creo que queda muy lejos de lo que se puede esperar de ella, ¿Alguien recuerda “Poltergeist”? Pues eso. Por lo que no destacaría a nadie del elenco por encima del resto. Y mira que la hija del personaje de Concha Velasco tiene trazas, pero queda demasiado desdibujado. Aparte, ¿Ellas no tienen final? Mal

Obviamente este título come de los sustos, y ciertamente son muy previsibles y están poco justificados, en su gran mayoría. El público actual estamos muy saturados de estas trampas. Volumen, movimiento de cámara, y demás. Y aquí Pintó no está muy ducho. Se le ven ganas, pero salvo un par de sustos que cumplen, el resto son demasiado de estar por casa. Y están salvados por los rubros técnicos, que son, de largo, lo mejor de la cinta.

Por otra parte todo el tramo final está algo acelerado. O atropellado. Mejor no decir nada de la continuidad entre la secuencia de Amparo en la casa de la hermana y el “exorcismo” de la casa. Sorprendente.
Pero es que el exorcismo está taaan visto, que no, no llena del todo. Y si, he de reconocer que es interesante e intenso. Tiene fuerza y está bien trabajado, pero el recuerdo de tantas y tantas otras cintas es un lastre.

Mención aparte  la resolución. Sí, todos sabemos a qué dos grandes películas “copia”. Pero aquí quiero decir, ¿Estamos ante una copia o un homenaje? Yo diré que homenaje, y me encantó. Que queréis que os diga.

Por lo que tenemos la versión española del cine de James Wan. Y algo de personalidad propia le hubiese ido realmente bien. No creo que sean tan floja, o mala, como algunos apuntan. Si es cierto que es algo olvidable, pero es entretenida y mantiene el tipo. Yo sigo queriendo ver cine de este tipo, que queréis que os diga. Auqnue algo de identidad propia vendría bien.

Mainstream actual de terror, plagado de scare jumps y monstruos. Eso sí, solo pido un guión competente y que no sea una consecución de escenas sin más. Creo que este título podría haber dado más, y que está demasiado centrado en explotar el mercado extranjero. Se quedó lejos de ser la gran película que prometía ser.