Home / Críticas / Crítica- Ladrones de tumbas (1988)

Crítica- Ladrones de tumbas (1988)

“Producto menor de Serie puramente B”

Debut detràs de la càmara de Straw Weisman, guionista de Defiende tu vida, contando en la producciòn con Lew Mishkin, habitual productor del mìtico Andy Milligan, siendo esto ciertamente notorio en el devenir de la cinta. Con un elenco muy desconocido, protagonizada por Elizabeth Mannino, siendo este su ùnico trabajo, y David Gregory, The night caller, del resto del elenco podemos destacar a Judith Mayes que aparece en Carnage del propio Milligan.

Nora, una camarera que antes había sido prostituta, acepta en matrimonio a John Henry Cox el mismo momento en el que le conoce, asì se irà a su casa donde descubrirà que trabaja en una funeraria. Poco a poco irà descubriendo cosas acerca de su marido y de las gentes del lugar que la dejaràn helada y tratarà de escapar, en su huida se toparà con un zombie. Pero quizà todo sea producto de su imaginaciòn.

Producto underground menor que juega a diversos gèneros durante el metraje. Podemos ver comedia chusca, algo de gore, un zombie motorizado, momentos de Mad Doctor, desnudos, carreras, cadáveres, etc.

Pero todo hilvanado de forma poco rudimentaria sin conexiòn entre sus partes, lo cual nos va dejando atònitos a medida que pasan los minutos. Una cosa es realizar una cinta de sueños o de irrealidad y otra cosa es aprovechar este aspecto para permitirse una cantidad de licencias y fallos de raccord enormes. Al menos la fotografìa està, mas o menos, conseguida, la cinta tiene ese toque ochentero, làstima que no sepa por donde ir ya que aunque no se toma en serio a si misma, al menos podrìa tener un camino marcado.

La direcciòn es algo plana, ya quisiera Weisman acercarse a Milligan, muchos dicen que esta cinta es deudora de su cine, pero la veo muy inferior a muchos de los productos de Milligan, aunque algùn detalle si tiene. Lo curioso es ver la secuencia inicial, muy gore y sorprendente, que nos deja preparados para un buen trabajo. Algo que con el paso de los minutos desaparece y aunque tenemos momentos gloriosos, increíble el momento còmico, que es base argumental de este producto, con la chica muerta, donde se dice “Ahora el sexo es seguro. No se puede coger el SIDA de los muertos”, porque si, hay necrofilia, pero no gràfica pillines.

En estos momentos, aùn al principio del metraje, seguimos confiando en ver algo, al menos, entretenido, pero es que desde esto hasta al final no pasa nada, solo tedio.
Al menos en el final, algo pobre, se ve el otro momento àlgido de esta producciòn. Un motorista zombie al que se le empiezan a caer la piel a tiras, esto y otros matices del personaje de John Henry Cox, una especie de Mad doctor cutròn, o los propios pueblerinos me recordaron a, la infinitamente superior, Muertos y enterrados.

Aparte Straw Weisman realiza uno de los finales mas catastròficos que vi en los ùltimos años, no es original pero està fatal realizado. Coge y despierta a Nora en la cafeterìa siendo todo una pesadilla, y al ver de nuevo a John y a su ayudante los mata. Fin. Triste a mas no poder. Por cierto, de los actores no dije nada, porque no creo que sea necesario. Haceros una idea.

Producto claramente menor que hasta para los seguidores del cine underground se puede hacer pesado, tiene momentos interesantes pero muy desperdigados. No es de extrañar que Straw Weisman no dirigiese de nuevo hasta el año 2002, se lo tuvo que pensar muy bien desde luego. Eso si, lo del Sida es un puntazo, al igual que el zombie motorizado, pero claro, no es suficiente para salvar un largometraje de 85 minutos.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 4

4

Género; Zombies - Mad Doctor

User Rating: Be the first one !

Busque También

Crítica- Eter (2018)

El director polaco Krzysztof Zanussi es un veterano realizador, ya cuenta los 80 años, filósofo y físico cuyo primer largometraje data del año 1969, aún siendo sus primeros cortometrajes del año 1958.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *