Crítica- La Viuda (2019)

“Gran regreso de Jordan, con una Isabelle Huppert en estado de gracia”

Hace ya siete años de “Byzantium”, la última película de Neil Jordan. Y el director irlandés regresa por todo lo alto con un thriller psicológico que coquetea con el terror y que es desde ya uno de los grandes estrenos del año. Y es que echábamos de menos a Jordan, siempre ha sido un director de estilo y al que siempre guardaré un cierto cariño por “Entrevista con el vampiro”. Si, adoro la novela y la adaptación siempre me gusto, que le voy ha hacer…jajaja

Y en esta ocasión regresa con “La viuda”, o “Greta” en su título original. Se trata de un guión original del propio Jordan junto a Ray Wright (The crazies- 2010), quienes juegan al juego del ratón y el gato en una historia deudora de clásicos tipo “¿Qué fue de Baby jane?”, salvando las distancias, o las más cercanas cintas de thriller psicológico noventeras, tales como “La mano que mece la cuna” o “Mujer blanca soltera busca” ambas de 1992. Y que va sorprendiendo al espectador con cada nueva escena y decisiones que van tomando las dos actrices protagonistas. Ambas en estado de gracia, por cierto.

Ya que uno de los fuertes de este título son las actuaciones de sus protagonistas. De hecho el guión se presta a ello totalmente, y ambas saben aprovecharlo. Especialmente la veterana actriz francesa Isabelle Huppert, que interpreta a una psicótica de forma magistral. Con un rostro hierático que con su sola mirada ya muestra más de lo que uno puede imaginar. Así es capaz de llevar toda la tensión de la cinta, y lo hace con una soltura que asusta. Magnífica.
Y como contra punto tenemos a la joven Chloë Grace Moretz (Kick-ass – 2010). Actriz que nunca me ha convencido, pero que aquí juega sus bazas de forma mas que correctas. Y si bien tiene momentos menores, más bien de guión, hace una interpretación sólida. Y no me queda mas que felicitar a ambas por la buen pareja que hacen en pantalla. Ya se sabe, con un buen guión y buenas actuaciones pocas veces se falla.

Porque la cinta tiene muchos buenos puntos. El primero de ellos es la cantidad de giros y cambios que va teniendo la trama, y ya desde la primera media hora. Porque el primer cambio, donde se destapará gran parte del pastel es más habitual verlo al final de un película, pero aquí Jordan decide destapar sus cartas prontamente. Lo cual puede hacer pensar que el resto será algo menor, sobre todo debido a la, gran, sorpresa, y lo bien ejecutado que está todo. Pero no, en absoluto. El devenir de los acontecimientos nos va adentrando más y mas en una trama muy bien llevada que si uno se deja, te atrapa totalmente. A mí me atrapó y encandiló, he de reconocerlo.

Y sí, me gustó “la caza” con el bolso, que es poco original y algo sui géneris, pero me pareció del todo correcta. O la escena de la “persecución” de la amiga. Igualmente poco original pero muy bien tratado por Jordan. O todo el acoso en el restaurante, que deja un par de momentos estupendos.

Además los rubros técnicos brillan por si solos. Destacando una partiría del maño Javier Navarrete, que ya trabajó con Jordan en la citada “Byzantium”. Y que aquí hace una labor soberbia. Tanto en partituras de piano como en creación de diversas atmósferas, las cuales empastan a la perfección y le dan ese plus tan especial, a la propia historia. Así da gusto.

Otro de los elementos que mas destacos son los grandes encuadres que decide rodar Jordan. Usando a una excepcional Isabelle Huppert en algunos casos y en otros a una aterrorizada Grace Moretz. Y sabe jugar con ellos para ir creando un in crescendo de tensión que llegará a su punto álgido en una resolución, que si bien es poco original, cumple con soltura.

Lástima de lo poco arriesgado de Jordan en esta parte. Durante todo el metraje decidió ser rompedor y directo, y al final no sale de los típicos y tópicos mas habituales. Que no quedan mal, en absoluto, pero si nos dejan con ganas de algo más. Como de haber podido estirar la tensión mas, o hacer un último giro que nos dejase del todo helado. Un final en el otro sentido hubiese sido perfecto, cuando la veáis me entenderéis.

Ya que la parte final tiene alguna que otra trampa de guión, demasiado remarcada, y se nos muestran elementos que daban para mucho, muchísimo más. El sótano de Greta debió ser mas explotado, o el baúl, o tan si quiera lo referente a la hija. Siendo estos elementos menores que nos dejan una sensación de gran película, pero que pudo darnos más. Si, todavía más.
Ídem lo referente a la amiga, interpretada por solventemente por Maika Monroe (It Follows- 2014) y el padre, y ni que decir del detective. Un sorprendente Stephen Rea, que también trabajó con Jordan en “Entrevista con el vampiro”, que da la sensación de estar totalmente desaprovechado. Su escena junto a Isabelle Huppert sabe a poco, más aún sabiendo la calidad de ambos intérpretes. Y este si es un elemento remarcadamente negativo.

Mención aparte a Hupperts en este tramo final, levanta toda la película ella sola, dando miedo, mucho miedo. La escena del bailecito tiene mención aparte, soberbia. Pero, en definitiva, estamos ante una gratísima sorpresa, que si bien tiene sus momentos menores vuelve a demostrar las calidades de Neil Jordan, y que no deja de ser un estupendo entretenimiento.
Ver a una villana como esta Greta siempre es gratificante, y más aún cuando el actor/ actriz que lo interpreta está en estado de gracia, como es el caso.