“Muy correcta cinta de Friedkin, cuyo guión pudo dar algo mas de si”
William Friedkin es conocido por cualquier aficionado al cine de terror debido a su excepcional El exorcista, 1973, pero, curiosamente, poco se suele hablar de sus otros productos dentro del género, que si bien son escasos siempre tienen mucho que comentar. Friedkin es un director que no deja a nadie indiferente, no obstante en esta La tutora co escribe el guión resultando una gratísima sorpresa en los comienzos de la floja década de los 90, aunque no le faltaron detractores, ser el director de la genial El exorcista pone el listón muy alto a cualquiera.
El elenco está encabezado por la bellísima Jenny Seagrove, la cual nos regalará diversos desnudos, hasta integrales, recordémosla igualmente de El juego mas peligroso, 1991, o de su aparición en un episodio de la mítica serie de televisión Hammer house of mystery and suspense. Está acompañada de Dwier Brown, [House 2, aún mas alucinante, 1987, o Mom and Dad save the world, 1992], y Carey Lowell, que no rodó ningún otro título dentro del género. Del resto del elenco podemos destacar a Brad Hall, [Troll, 1986], Miguel Ferrer, [Robocop, 1987], Xander Berkeley, [Candyman, 1992], o Theresa Randle, [Spawn, 1997].
Phil y Kate se mudan a una nueva casa al poco de tener un hijo, Jake, entonces deciden contratar a una niñera y acabarán contratando a la segunda candidata debido a la trágica muerte de la primera, Carmilla. Esta se llevará muy bien con Jake aunque comienzan a sucederse extraños sucesos que tendrán muy alterado a Phil, que investigará a Carmilla y descubrirá que nada de lo que les contó es real, así llegará a conocer la existencia de un viejo árbol que esconde un terrible secreto y que su hijo está en gran peligro.
Estamos ante una de esas películas de videoclub que tanto gustaba ver en la época dorada de los videoclubes, ochenta y noventa. Cierto es que la gran fama de Friedkin le precedía y que esta cinta fue esperada con muchas ganas por no pocos aficionados, que quedaron bastante contentos de lo visto, aún resultando un producto infinitamente inferior a El exorcista.
Tenemos un guión con una serie de licencias que hacen un flojo favor a la trama, y Friedkin, demostrando sus grandes calidades como director, no consigue un film tan redondo. Además adolece de un montaje mas tranquilo y estudiado, hay determinados momentos del metraje que vemos los planos y secuencias algo atropelladas. Eso sí, la fotografía consigue crear grandes momentos terroríficos, que es donde mejor se maneja Friedkin, demostrando nuevamente que es un gran director de terror, además de contar con una banda sonora muy bien situada que contiene una partitura fascinante.
Gracias a la interpretación de Jenny Seagrove la cinta gana enteros, su rostro y mirada consiguen hacerla perfecta para el perfil de Carmilla, una bruja, o mejor dicho druida, que busca bebes para poder sobrevivir. Argumento francamente interesante que gracias a la propia Seagrove y la dirección de Friedkin resulta del todo llamativo pero que naufraga en pequeños momentos haciendo algunos demasiado menores para con el resto de la cinta.
El resto del elenco cumple, aunque quizá el perfil de Phil, interpretado apropiadamente por Dwier Brown, sea menor y sus bruscos cambios no quedan del todo bien plasmados durante el metraje. Es mas, el perfil de su mujer, interpretado correctamente por Carey Lowell, sufre un cambio en torno a la mitad de la segunda parte del film bastante brusco que desvirtúa totalmente su personaje, el cual parece estúpido por momentos.
Quizá de lo mas interesante de la cinta sean las secuencias del árbol, y todo lo referente al mismo, como los lobos y las sombras de las raíces y distintas ramas del mismo que son usadas por Friedkin de formas mas que correcta demostrando, una vez mas, que es una gran realizador de cine de terror, y que en este tipo de escenas, nuevamente, se mueve como pez en el agua.
Sorprende bastante la cantidad de destapes que contiene la cinta, de hecho ambas protagonistas nos deleitan con diversos desnudos, muy bien rodados y montados para con el resto del metraje. Así mismo podríamos hablar del gore que contiene la cinta, quizá menos del esperado, pesa mucho el recuerdo de El exorcista, pero queda muy bién empastado con el resto del metraje, dejándo así suficientemente satisfechos a los aficionados.
El final, por mucho que se diga lo contrario, me resulta muy potente, y la resolución, aparte de ser francamente sangrienta, mas que gore, nos deja bastante satisfechos de todo lo visto, que no pasa de ser una gran producción terrorífica de principios de los noventa.
Una de las pocas incursiones de William Friedkin dentro del cine de género, el mismo que le dio la fama con la seminal El exorcista, y aunque resulte inferior no deja de ser un gran divertimento y entretenimiento para el aficionado al cine de terror. Con tensión, gore, y brujería, aparte de gratificantes desnudos del elenco, integrales tratándose de las féminas. Además, todos los aficionados a los videoclubes de la época siempre recordarán su floja carátula, pero que siempre resultaba ser la cinta ya alquilada.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 6.1
6.1
Género; Brujería - Terror