Crítica- La perversa señora Ward (1971)

“Primer, y grandísimo, giallo de Martino”

El primer giallo de Martino, como no guionizado por su habitual Ernesto Gastaldi y producido por su hermano Luciano Martino, aquí nos demostraría que género dominó más y en esta década nos dejo auténticas joyas cinematográficas, como La cola del escorpión, Todos los colores de la oscuridad o Torso.

Además aquí cuenta con un elenco muy potente y habitual en su cine, contando con actores de la talla de Edwige Fenech, Todos los colores de la oscuridad, Desnuda ante el asesino o La bestia desnuda, a George Hilton, visto en Cena con el vampiro, La cola del escorpión o La sombra del asesino, Ivan Rassimov, mítico de las primeras cintas de caníbales, El pais del sexo salvaje o Mundo canibal, mundo salvaje y Alberto De Mendoza, Una lagartija con piel de mujer o La cola del escorpión.

Julie Wardh regresa con su marido, Neil, a Austria por motivos laborales de este, allí se encontrará con Jean, antiguo amante suyo con el que tenia una relación sádica, pero también conocerá a George del que se enamorará. Al mismo tiempo hay un asesino suelto que desgarra las gargantas de sus víctimas, todas mujeres de mala vida. Todo se entrelezará, los líos amorosos de la señora Ward y el asesino en serie, pero finalmente se escapará a la costa española con George pensando que está a salvo, nada mas lejos de su imaginación.

En este primer giallo de Martino vemos como es capaz de elaborar una trama, con guión soberbio de Ernesto Gastaldi, repleta de giros, cambios y sorpresas. Además de contar con unas calidades técnicas mas que acertadas, aunque haya momentos en los que abuse de la oscuridad. Aunque recordemos que estamos en los albores del giallo y era lo habitual hasta el momentos al igual que el asesino con guantes negros y navaja.

Pero aquí Martino supo crear dos giallos dentro de uno, una trama con un asesino psicópata y otra con la Señora Wardh, no quiero desvelar demasiado. Lo que hace de esta cinta un obra maestra.

Que si bien pudo estar mejor solamente esta doble trama es suficiente para dejarnos boquiabiertos, además contando con un final apoteósico. Lástima del final del asesino psicópata que me resultó siempre muy forzado y en líneas generales menor.

El elenco está soberbio, cada uno de ellos consigue crear un personaje, también gracias a una dirección de actores soberbia, del todo creíble. Destacar como no a Edwige Fenech que tiene unas expresiones faciales magistrales que junto a la cara impagable de Rassimov o a un soberbio Hilton y Mendoza realizan un trabajo en conjunto muy bueno.

Además tenemos a un asesino en serie en la línea del recién género cinematogràfico llamado Giallo, donde Martino juega con el especatdor, los actores y todo dando tumbos estudiados y maravillándonos por momentos. Lástima que los asesinatos no sean mas gore, esto iría pasando con el paso del tiempo, aquí curiosamente tenemos varios destapes por parte de Fenech, que evidentemente estuvieron censurados en las copias españolas.

De todas formas hay un asesinato que siempre será recordado, es el de la ducha que homenajea a Psicosis, pero esta vez con sangre, simplemente genial. Lo que siempre recordaré de esta cinta es la soberbia parte final, rodada en Sitges por cierto, con una cantidad de giros y situaciones inesperadas que dejan al espectador del todo encantado con el producto que ha visto, poco mas se puede decir. Es un giallo que hay que ver, sin mas.

Por cierto en una de las notas se puede leer el título de una futura cinta de Martino, Il tuo vizio è una stanza chiusa e solo io ne ho la chiave.

Primer giallo de Martino que poco a poco hasta se iría mejorando. Aunque para mi este es de sus mejores trabajos, con unas interpretaciones que suben enteros a esta formidable película que además tiene un final soberbio.

Quizá tenga un ritmo pausado en algunos momentos, pero el contexto general de la cinta es mas que interesante. Cualquier aficionado a los giallo, o el que quiera saber como iba empezando a gestarse y como irrumpió definitivamente este género en las pantallas no debe dejar pasar esta cinta.

Óscar Arias