“Especia de slasher sobrenatural”
Única película propiamente de terror dirigida por Frank De Felitta, aparte ha dirigido algunos thriller con asesino en serie de por medio, o con perro, algo habitual de los setenta, pero sin demasiada repercusión. Es mas conocido por ser el responsable de los libretos de El ente, 1981, y Las dos caras de Audrey Rose, 1977. Al ser un telefilme encontramos muchos rostros reconocibles, así la cinta está protagonizada por Charles Durning, [Hermanas, 1973], Claude Earl Jones, [El legado del diablo, 1982], Lane Smith, [Presidio, 1988], Robert F. Lyons, [The Todd killings, 1971], o el mítico Larry Drake, siempre recordado por la cinta de culto, Dr. Giggles, 1992, aunque también le hemos visto por Darkman, 1990, o Dark asylum, 2001.
Bubba es un retrasado mental que es odiado por Otis P. Hazelrigg, el cartero, que además es secundado por otros tres amigos del pueblo. Una día mientras Bubba juega con su amiga Marylee, una niña pequeña, esta sufre un accidente y Otis y los suyos se toman la justicia por su cuenta y asesinan a Bubba, que estaba disfrazado de espantapájaros, quedando, posteriormente, libres en el juicio. Pero pronto una extraña presencia les dará caza y Otis no sabrá que hacer y acosará a Marylee, la cual tiene un nuevo amigo, un espantapájaros.
Interesante telefilme del cual guardaba un mejor recuerdo del que me ha supuesto en la última vez que lo he visto. He de reconocer que visto hace años, mas pequeño, evidentemente, las sensaciones de terror eran muy potentes, pero a día de hoy me ha dejado bastante frió, ya que si bien guarda todos los elementos del telefilme de género setentero, aunque ya estemos en los ochenta, y unifica los recientes vistos en el slasher le falta algo de ritmo.
Así tenemos un falso slasher que es mas bien un trabajo de venganza sobrenatural, con grandes destellos. De todas formas hay que alabar el buen guión de J.D. Feigelson, la gran dirección de Frank De Felitta, que sin uso de sangre, ni movimientos bruscos de cámara o ruidos estruendosos consigue crear una atmósfera muy terrorífica con un presupuesto bajo, de telefim, y la potente banda sonora de Glenn Paxton.
Como es habitual en la época todo el elenco de este tipo de productos brilla a gran nivel, la cartera actoral de la época es increíble, además de ser grandísimos profesionales. De entre todos hay que destacar por derecho propio a un Charles Durning que consigue crear un personaje del todo insoportable, su perfil es de quilates igualmente, y en todas sus apariciones toma casi todo el control.
Pero lo mas destacable de esta cinta son los homenajes, y que homenajes. A la fantástica Frankenstein de James Whale, si bien la cinta comienza con una preciosista secuencia donde vemos a Bubba, genialmente interpretado por el fabuloso Larry Drake, con la niña, con planos literalmente iguales a los de la comentada Frankenstein. Pero es que en el final Frank De Felitta lega un plano maravilloso que a todos los que nos emocionamos al ver Frankenstein siempre quisimos ver.
Viendo la cinta a día de hoy toda la tensión queda algo apagada, y si ciertamente resulta un gran entretenimiento es de justicia decir que su envejecimiento a sido algo malo y así todas sus secuencias de terror, muy impactantes en la época, ahora no consiguen meter al espectador en la propia trama. Aunque quién puede olvidar la muerte en el granero, que es del todo mítica.
Como ya he dicho la parte final es muy buena, por momentos soberbia, y si bien todo lo que acontece en el maizal no es demasiado sorprendente lo que es puramente el final sigue siendo maravilloso a los ojos de un aficionado al terror. Encima el último plano es de los mejores jamás vistos en el cine de terror, pues hace que estemos ante un film a recomendar, aun sabiendo de sus limitaciones, sobretodo por su mal envejecimiento.
Uno de los grandes telefilmes de principios de los ochenta que desgraciadamente a envejecido algo mal pero que aún así sigue conservando secuencias y planos de culto, especialmente el plano que cierra el metraje. Lamentablemente Frank De Felitta no rodó ningún otro terror y solo nos legó un par de geniales guiones, quizá perdimos a un gran director, probablemente, pero al menos dejó esta curiosa película de venganza sobrenatural usando elementos del reciente, en la época, slasher.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.7
5.7
Género; Slasher - Venganza - Terror psicológico