Crítica- La noche del terror sangriento (1969)

“Pre- slasher de la década de los sesenta”

Segundo largometraje de Joy N. Houck Jr., que co-escribe el guión y produce, estamos ante una clásica serie B de finales de los sesenta. Houck aparte ha actuado en diversas cintas y ha dirigido Desafio mental o La criatura del lago negro. Con un elenco con poca carrera tanto anterior como posterior dentro de la industria, de hecho la gran mayoría solamente han aparecido en Women and Bloody Terror del propio Houck. Al menos el protagonista es un joven Gerald McRaney, recordado por aparecer en diversas series de televisión y de verlo en películas como La historia interminable o Pánico en el lago.

Wesley tiene problemas mentales desde que mató accidentalmente a su hermano 13 años atrás, durante ese tiempo estuvo en un psiquiátrico. Ahora están apareciendo muertas las mujeres con las que tiene contacto y ni el mismo sabe con seguridad que el no es el asesino, de hecho la policía le tiene como primer sospechoso, solo su Doctor cree saber la verdad.

Interesante serie B con elementos de slahser y hasta de giallo, y rodando las escenas gore en Violent vision. Como me encantan esas campañas publicitarias que trataban de atemorizar a los espectadores. En la campaña de esta se decía que se darían 1.000 dólares a la familia de las personas que murieran viendo esta película ¡Impagable¡.

Aunque esto queda muy lejos de la realidad, ya que la cinta cumple, aunque los elementos técnicos dejan que desear, como tantas y tantas series B de la época, y el guión tiene innumerables altibajos e incongruencias.

Joy N. Houck Jr. decide introducir elementos psicotrónicos en el montaje, vemos a Wesley enloquecer y en pantalla aparecen unas espirales de colorines. Como gustaban estos efectos en esta época, de hecho se usan en varias ocasiones aunque tampoco es que ofrezcan nada muy novedoso, aun siendo de agradecer.

Las actuaciones son bastante planas y flojitas, se nota que Gerald McRaney es el que mas empeño puso, de hecho siguió con su caerrera, eso que no destaca en demasía. Lo que si destaca son algunas de las muertes y los toques de la mítica Psicosis que nos encontramos durante todo el metraje, tanto en la relación de la madre de Wesley y este y la sorpresita final.

El gore que tenemos esta bastante destacado, aunque no hay demasiado. Vemos un par de hachazos en primer plano o algún desmembramiento, se nota que metieron algún efecto ya que la sangre se ve muy brillante y densa. Algo que también hacía Gordon Lewis, aunque Houck no sabe impregnar de fuerza suficiente estos momentos. Especialmente el hachazo de la muchacha de la playa, muy mal rodado y peor montado.

El final es para verlo, si el guión va haciendo aguas durante todo el metraje en la parte final es un caos. Las peticiones de Wesley por ir a ver a su madre son patéticas, aunque finalmente todo se aclara y tendremos sorpresita final, que es bastante interesante, y me atrevería a decir que influenció en otras grandes películas posteriores, por cierto.

Un pre- slasher de la década de los sesenta, cuantos trabajos de este tipo salieron en esta época. Todos comenzaron a introducir el gore como reclamo y la verdad es que tenemos buenas sorpresas, esta no es una de las gratas sorpresas aunque su visionado tiene, y como tiene pequeños detalles interesantes pues no deja de ser un producto a recomendar, eso sí, sabiendo lo que se va a ver.

Óscar Arias