Crítica- La Maldición (The Grudge) (2020)

“Enésima revisión de “Ju-on”, que está alastrada por muchas historias paralelas. Eso sí, cumple con sustos y gore de calidad”

Allá por el año 2000 por Takashi Shimizu rodó la película de terror japonés “Ju-on”, titulada internacionalmente “La maldición”. Se trató de un éxito a la estela de la saga “The ring”, que dos años atrás también sacudió el panorama terrorífico internacional. Pero lo realmente curioso de esta saga que nos ocupa es que ha sido testigo de innumerables remakes, secuelas, spin offs, y ahora, otra vez, un nuevo reboot. Vamos una reinvención de la historia original. Parece que los estudios van sobre seguro .

Parece que la maldición de esta “La maldición” es no poder dejar de hacer refritos y reinvenciones de lo mismo. Con la de ideas nuevas que hay por explotar.

En esta ocasión la dirección recae sobre el director Nicolas Pesce, que ya sorprendiese con la curiosa “The eyes of my mother” (2016). El propio Pesce se encarga del guión partiendo de una historia de Jeff Buhler y estos deciden hacer un refrito de la historia original y, además, mezclando cuatro tramas en una. Vamos, se les ha ido bastante de las manos la cosa.

Acepto, y entiendo, que se quiera destacar dentro de esta, manida, saga, pero la decisión de tener un núcleo de unión, a la detective Muldoon, y contarnos cuatro historias distintas por mediación de flashbacks no me parece la forma más acertada de rejuvenecer una saga como esta. Tenemos el eje de la citada detective, la referente a la familia Lander, que es la responsable de llevar la maldición de Japón a Estados Unidos, la de los Spencer, que solo querían vender la casa, y la de Faith Matheson y su marido, de largo la más interesante de todas. Porque con esta decisión el espectador se pierde por momentos, y solo presta atención a los, previsibles, “scar jumps” que pueblan la cinta. ¿Qué os creíais?, ¿Qué no habría?, pues si, los hay y a patadas. Vamos, que todo parece unificado, y creado, para llevarnos a estos sustos, muy fáciles y predecibles en la mayoría de ocasiones.

Pero esto no es negativo, ya que depende del cómo se haga puede resultar mas interesante o menos. Y si bien no estamos ante una gran película, ciertamente si resulta del todo entretenida. Lástima del caos argumental, y la cantidad de flashbacks. Porque la historia en sí, sigue funcionando a las mil maravillas. Porque, ¿No hemos visto decenas de películas basadas en lo mismo y han mantenido el tipo? Pues esta podría ser, perfectamente, el mismo caso.

Lo que sí es destacable son todos los rubros técnicos. Todos lucen a gran nivel, aunque, deformación profesional, hay escenas demasiado oscuras, y tramposas. Entiendo el estilo usado para crear los “Scar jumps”, pero de verdad que me agota esa oscuridad impostada. La banda sonora cumple con solvencia, ídem del montaje y el arte. Nada es magnífico, pero se nota el presupuesto y la buena labor de todo el equipo.

De todos modos lo más destacable son las interpretaciones, estamos ante un elenco veterano y cumple a las mil maravillas. El peso, principal, recae en los hombros de Andrea Riseborough, (Oblivion- 2013 o Mandy- 2018), y hay que reconocer que si bien su interpretación tiene altibajos, no parece que sea debido a su labor. Ya que su perfil es algo forzado y ella lo defiende sobradamente. Mención especial merece Lin Shaye (Saga Insidious), que vuelve a realizar una labor magistral. Es, de largo, la mejor interpretación y es ella la protagonista de los mejores momentos de la película. Y si, algo previsibles, pero ella lo borda. También quiero destacar a John Cho (Star Trek -2009), el vendedor. Que si bien no aporta mucho, debido a su historia, el logra darle magnitud a su personaje. Algo que destacar.
De todos modos el elenco brilla a gran nivel, lo malo, me repito, son los perfiles.

Porque este tipo de cintas me siembra varias dudas. ¿Es el director quien quiere rodar esto o está supeditado a lo que quiere la productora? ¿Hay un número mínimo de “scar jumps” para este tipo de largos? ¿La música tiene que ser tan tramposa adrede? No sé, quizá este cine de terror mainstream me tenga algo saturado, creo que ya va siendo hora de cambiar algunos registros.

Eso sí, es de agradecer que estos productos mainstream mantengan el nivel de gore y sangre durante su metraje. Lo agradezco y mucho. Así este título tiene momentos realmente potentes, los cuales son mejores que descubráis por vosotros mismos. Que, imagino, los planos de la chica de los pelos largos en la cara ya os los esperáis, ¿no? Pues bien, hay más sorpresitas, bastantes más.

De todos modos, y con todo, la cinta resulta un entretenimiento absoluto. No hay que pedirle nada mas, ¿no os parece? Es una cinta de terror para salas y con presupuesto que explota una historia trillada y abusa de los sustos fáciles, pero, ¿Quiere la gente algo distinto? Creo que no, y creo que tendremos cine de este tipo para largo. Y, que queréis que os diga, un servidor está encantado. Que tenemos que tener de todo, tanto joyitas de bajo presupuesto, las consabidas cintas mainstream, que solo las pido que cumplan, como es el caso, y mucho cine realmente interesante en festivales.

Por lo que la enésima revisión de “Ju-on”, mezcla un batiburrillo de historias con sustos  fáciles y momentos gore dignos de mención. Desde luego hay que darle una oportunidad, no es una gran cinta, pero mala tampoco, ni muchísimo menos. Además, ¿Qué mejor forma de empezar el año que con una cinta de terror y sustos fáciles?