Crítica- La isla (1980)

“Flojísima cinta de piratas. Ni Kane la salva”

Del director Michael Ritchie, Student bodies o El chico de oro, contando en el reparto a pesos pesados como Michael Kane y David Warnery y con un guión de Peter Benchley, Tiburon, nos ofrecen una sosa versión moderna de piratas.

Aquí Kane viaja a investigar una serie de extrañas desapariciones cerca del triangulo de las Bermudas y resultará secuestrado, junto a su hijo, por un grupo de piratas que tiene sus propias tradiciones. Haciéndole pasar por esclavo y marido de la mujer del hombre que mató y su hijo pasa a manos del jefe, como futuro heredero, debido a su pureza de sangre, todos los piratas están infectados por algo. Kane intentará huir de varias maneras, pero los piratas cuentan con ayuda de fuera, el Doctor Brazil que les dice si hay interesantes botines a la vista. Finalmente habrá un enfrentamiento entre salvacostas y los piratas, pero será Kane quien acabe con todos.

Pues esta cinta está considerada como malísima por los críticos, y razón no les fata. El guión es un sinsentido desde el principio al fin, y eso que el guionista es el mismo que la mítica Tiburon de Spielberg. La acción está rodada como a golpes y no consigue atraer al espectador. Lo único llamativo es el gore, porque cuando los piratas, que hablan de una forma poco entendible aún siendo el nuestro, vamos un pequeño desastre, atacan, al menos, se nos muestra algo de violencia, cosa de agradecer, ya que hace subir varios enteros a la cinta. Además, el cambio de comportamiento de Justin, que se deja guiar por los piratas, al enterarse que será el futuro jefe, está fatal llevado.

Y es que no solo con contar con estrellas se consigue un buen producto, ya que el pobre de Kane debe maldecir esta cinta. Y hasta cuenta con la música de Ennio Morricone, que siendo aceptable, está colocada en el metraje de forma absurda y sin fundamento. Además, es muy poco creíble que ese tipo de modernos piratas pueda sobrevivir, y encima asesinar a un buque llenito de agentes guardacostas. Un sinsentido detrás de otro.

Vamos, que de lo peor que vi jamas de piratas, eso que empieza con un par de muertes muy explícitas. Pero que va cayendo en un aburrimiento, en su hora y 45 minutos, que no lo levanta el director ni intentando varias artimañas, como las fugas de Kane y la ayuda que le hace su mujer adoptiva. Eso si, acabará con todos los piratas, faltaría menos.

Óscar Arias