“Una joyita menor del excelente cine mexicano de la época”
Ocho años después de La máscara del demonio de Mario Bava el cine mexicano realizaría otra de sus muchas explotaciones, así Emilio Gómez Muriel, responsable de no pocos títulos de luchadores, con Rocambole, Neutrón o Blue Demon, además de otras películas de género, es el encargado de llevar a cabo este guión de Alfredo Ruanova, habitual guionista de diversos terrores o psicotronías mexicanas, como El planeta de las mujeres invasoras, 1966, o Satanás de todos los horrores, 1974, entre otros muchos libretos.
El protagonismo de esta producción recae en los conocidos Libertad Leblanc, una de las musas del cine mexicano a la que hemos podido disfrutar en títulos como El satánico, 1966, o Cerco de terror, 1972, que está acompañada de todo un Enrique Rocha, visto por Satánico pandemonium, 1973, o Satanás de todos los horrores, 1972. El resto del elenco está formado por un buen grupo de habituales del cine de género mexicano, así nos encontramos con Juan Miranda, visto en la saga de el Látigo, al director de fotografía Agustín Martínez Solares, que participó igualmente en diversos títulos de luchadores, a Adriana Roel, vista en Alucarda, 1975, o La loba, 1965, o a Bertha Moss, Manuel Dondé, José Baviera, o Enrique García Álvarez.
La Princesa Fausta de Santillana es ajusticiada debido a sus actos de brujería, pero su amante, Gonzalo, es un vampiro que esperará cuatro siglos para poder devolver a la vida a su amada. Entonces conocerá a Lucía, el vivo retrato de Fausta, así este comenzará sus planes para regresar a la vida a Fausta, pero esta no quiere estar con Gonzalo, sino quiere seguir aprovechándose de los hombres.
Me sigue resultando muy curioso como la gran mayoría de títulos terroríficos provenientes de México en las décadas de los 50 o 60 tengan, habitualmente, tan buenas calidades y, sobretodo, formas. En esta ocasión no dejamos de tener una trama bastante vista en esa época, no obstante La mascara del demonio de Bava supuso uno de los topes del cine de terror gótico, pero en esta especie de revisión saben incluir vampirismo y sensualidad, pero sin obviar la tensión y el terror.
Los directores mexicanos de esa época tenían bastante claro como con presupuestos ajustados se podía llegar a construir grandes películas de género. Así los rubros técnicos cumplen, siendo estos del mismo tipo que la grandísima mayoría de títulos de la época.
Todo lo referente a perfiles de personajes y actuaciones están perfectamente tratados, ciertamente los actores mexicanos se solían involucrar bastante en sus proyectos y en esta ocasión todas las interpretaciones cumplen de maravilla. Destacando, obviamente y debido al peso de sus tramas, Libertad Leblanc, que realiza un doble papel magnífico, aunque en las partes iniciales de Lucía resulte algo estúpida aunque lo salva con el genial enfoque que le da a Fausta. Y Enrique Rocha, que interpreta a un vampiro enamorado con ciertos toques a la actual Déjame entrar, 2008, por cierto.
De todas formas no debemos dejar de decir que comparándola con su “original” de Bava esta queda en un nivel muy inferior, no obstante el momento donde se coloca la máscara queda excesivamente apagado. Gran parte de los momentos tensos podrían haber estado mas estirados y forzados, ya que muchos de ellos resultan algo light, aunque tengamos algún pequeño detalle casi gore, otro clásico del cine mexicano.
Otro gran acierto por parte de Emilio Gómez Muriel es la escasa duración de su producto, unos 77 minutos, donde disfrutamos de esta revisión del magnífico título de Bava. Eso sí el tramo final dejando satisfecho al espectador nos deja con ganas de un poquito mas, aunque esto lo dice alguien que vio este título cuarenta años después de realizarse, algo a tener muy en cuenta.
Otro título que hará las delicias de los seguidores del terror mexicano, en esta ocasión se trata de una revisión de La máscara del demonio de Mario Bava, la cual resulta inferior pero que cumple a la perfección con los cánones del cine de género, además entremezcla a un vampiro y deja bastantes elementos muy interesantes. No es una de las grandes joyas del cine mexicano, que no son pocas, pero si tiene un visionado entretenido, sobretodo para los que gusten del cine de terror mas bien gótico.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 6.1
6.1
Género; Vampiros - Brujería - Remake