“Rareza argentina que es poco conocida de forma totalmente justificada”
Pedro Stocki es un desconocido director argentino que en el año 1982 rodó este terror mega raro guionizado por el igualmente desconocido Atilio Polverini y producida por la casa Depa films, nada conocida tampoco. Vamos que estamos ante un producto raro, desconocido y para minorías debido a sus formas, que comentaré a continuación.
Dentro del elenco si encontramos rostros reconocibles, así el protagonismo recae sobre Soledad Silveyra, famosa actriz argentina de cuya carrera podemos destacar Últimos días de la victima, 1982, o un jovencito Miguel Ángel Solá, visto recientemente en Fausto 5.0, 2001. Del resto podemos destacar a María Rosa Gallo, vista en La muerte está mintiendo, 1950.
Cecilia va a ver a Clara por su cumpleaños, esta cada vez está mas sola y el anuncio de la futura boda de Cecilia la acaba por enloquecer. Así veremos a Cecilia y su prometido, Armando, viajando a una mansión donde se producirán extrañas muertes y apariciones fantasmales que provocarán una situación terrorífica. Mientras, Clara solo piensa en vengarse de Cecilia por algo que la hizo décadas atrás.
No solo la filmografía de género proveniente de Argentina es bastante escasa sino que cuando se pueden localizar algún título nos encontramos con verdaderas rarezas. En esta ocasión tenemos un batiburrillo increíble de géneros y situaciones, de hecho el espectador no tiene ni idea de lo que está pasando durante gran parte del metraje. Quizá haya que tener una predisposición especial para abordar este título, que no deja nada en la mente, bueno quizá dudas o saber que es exactamente lo que quería hacer Pedro Stocki.
Muestra maneras pero no las sabe hilvanar, de hecho los fallos de raccord y continuidad son brutales, algunos verdaderamente demenciales, aunque tampoco, supongo, que el montaje ayude en absoluto. Por otra parte la banda sonora es destacable, sorprendentemente, y en un terror de este tipo ayuda, sobretodo al espectador, a estar mas metido, si es posible, en la confusa trama.
Porque una vez vista la película el poder hablar de ella, o sobre que versa, es francamente difícil. Podemos llegar a presuponer diversas tramas o subtramas, poco mas, además los distintos perfiles y personajes son igualmente abstractos y confusos. Todos menos quizá Clara, a la que damos por desequilibrada, con una destacable actuación de Soledad Silveyra. Ya que el resto no conseguí comprenderlos, uno de los grandes problemas de esta producción es lo extraño de todo lo que se nos cuenta.
Eso sí, en este maremagnum de situaciones veremos presencias fantasmales, canibalismo, o al menos esa tratan de hacernos creer, y diversos asesinatos. Aderezados con un personaje totalmente enloquecido, Clara, un supuesto mundo paralelo, y una supuesta violación infantil, aunque como está todo tan deslavazado no afirmaría rotundamente nada de lo dicho.
Llama mucho la atención que durante un periodo de la cinta creemos que esta va a transcurrir dentro de unos parámetros de un thriller, o de un asesino en serie, y el giro que contemplamos nos deja desubicados, pero como Pedro Stocki no consigue transmitir lo que pretendía, este trabajo suyo supone una rareza aún mayor.
Por lo que ciertamente destacable tendríamos algunas secuencias, y entre estas no podemos obviar la protagonizada por la niña, que realiza una actuación soberbia, cuando aparece, masturbándose en la pocilga con el cerdo al que “ama”, impagable momento del todo psicotrónico.
Por otra parte el final nos deparara grandes sorpresas, excepcional la escena de la última cena, que hace pensar en canibalismo aunque se comen a un cerdo. Para pasar acto seguido a la resolución de todo que nos deja todavía mas a cuadros, sin entender casi nada, de hecho después de ver el final nos parece todo una broma. Aunque en cierto modo, tiene sus elementos ciertamente potentes, eso sí, eché en falta enterarme de las víctimas y de todo lo referente a las siete tumbas. En fín…
Rareza argentina que es poco conocida de forma totalmente justificada, resulta un trabajo complicado y de difícil digestión para el aficionado, la dirección y propósitos de Pedro Stocki no son buenos y nunca quedan claros. Al menos se atreve a mostrar alguna que otra pincelada de auténtico terror o psicotronía que de haber tenido mas peso o continuidad hubiese ayudado a levantar y hacer mas conocida esta extraña producción. Como rareza tiene un pase, totalmente obligada para coleccionistas claro está, pero como película deja que desear.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.3
5.3
Género; Terror psicológico - Venganza - Canibalismo - Fantasía