Crítica- Km 666- Desvío al infierno (2003)

“Slasher clásico al que le falta algo de mala leche”

Dirigida por Rob Schmidt, siendo esta su primera incursiòn en el cine de gènero, màs adelante participarìa en la serie Master of horrors con el capìtulo Right to die. El elenco es bastante desconocido a excepciòn de Desmond Harrington, al que recordamos por Barco fantasma y The hole, al resto del elenco les hemos podido ver de secundarios en otras producciones de gènero, como a Elizah Dushuk en Soul survivor, Emmanuelle Chriqui en Ricky 6, Jeremy Sisto en Muerte y desayuno, Lindy Booth en Cry wolf o Julian Richings que es la primera y mìtica vìctima de Cube, que hace aquì de deforme.

Chris Flynn se dirige a una entrevista de trabajo cuando decide tomar un atajo porque llega con retraso, en ese camino choca con un grupo de jòvenes que iban al campo. Al ir a buscar ayuda apareceràn un grupo de canìbales que habitan en la montaña y les iràn dando caza, Chris junto a Jessie les haràn frente no sin pasar innumerables penurias y ver como sus compañeros van muriendo uno a uno, ya que los canìbales son grandes cazadores y disfrutan con ello.

Slasher salido a raiz de la buena acogida del remake Las colinas tienen ojos de Alexander Aja, y que tiene pràcticamente las mismas caràcteristicas pero con bastante menos gore, algo que subsanarìan en la continuaciòn de esta Camino sangriento.

Es curioso ver como las grandes compañías estàn apostando por este tipo de productos, aunque la originalidad sea totalmente nula. En esta vemos a todo un Stan Witson encargàndose de la caracterizaciòn de los deformes, aunque no sean nada del otro mundo y de la producciòn, lo cual es una genial noticia, làstima que haya fallecido recientemente.

Tenemos un guiòn y situaciones vistas un millòn de veces, pero realmente si estàn bien elaboradas tampoco molesta, como es el caso. Hay que reconocer que la cinta està bastante bien rodada y tratada, consiguiendo buenas dosis de tensiòn, gran ritmo y buenos momentos gore, aunque deberìan haber sido mas.

Y es que la atmòsfera es una copia de Las colinas tienen ojos, con unos deformes canìbales que actúan en plan cazador y unos muchachos intentando huir de ellos pero teniendo que plantarles cara finalmente. Un gran error que veo es que no hay informaciòn acerca de los deformes y la apariciòn del guardabosques, para lo que hace, es totalmente innecesaria.

Las actuaciones son normalitas, decir que Desmond Harrington parece estar toda la cinta cabreado y va como de héroe de acciòn poniendo caritas, cosa que no entendì y no creo que quede demasiado bien. A los los deformes no les vemos demasiado, ni tampoco “trabajando” a los cuerpos que han conseguido, siendo un pequeño punto en contra y se hecha bastante en de menos.

Ademàs hay algunas situaciones que están demasiado llevadas al extremo, como lo fuga por las copas de los arboles y el homenaje a El cabo del miedo con Chris enganchandose al coche de los deformes para ir a salvar a Jessie.

El final es algo forzado, o esa sensaciòn da. Los deformes defraudan un poco ya que me los esperaba mas salvajes y no simplemente que hubiese que asestarles cien golpes para matarlos, algo habitual del slasher, podrìan habernos sorprendido con algo, en fìn otra vez serà.

Y es que en definitiva estamos ante una copia de los slasher, sobretodo del tipo Las colinas tienen ojos, siguiendo los mismos clichés y sin aportar nada nuevo ni original. Pero es del todo entretenida y disfrutable para los seguidores del gènero y para las nuevas generaciones.

Ademàs funcionò bien y de hecho se ha realizado una segunda parte, Camino sangriento, con peor historia y mucho mas gore, que es lo que mas le falta a esta. Ya que tiene una duraciòn acertada, bien rodada pero le falta algo de mala leche.

Óscar Arias