Crítica- Kilómetro 31 (2006)

“Terror mexicano que copia los cánones actuales de forma simplona”

Òpera prima escrita y dirigida por Rigoberto Castañeda, que ya había realizado un cortometraje de gènero, Necrofilia, y cuyo segundo largo , Blackout, sigue los mismos derroteros, làstima que aùn no pude verlo. Protagonizada por Iliana Fox que debuta en un largo, solo había realizado alguna serie y algùn corto y Adrià Collado, al que hemos visto en Para entrar a vivir, El arte de morir o Bloody Mallory.

Àgata sufre un accidente provocado por un misterioso niño en el Km 31, su hermana gemela Catalina, con la que tiene conexiòn telepàtica, corre en su auxilio aunque llega tarde, pero sigue notàndo la presencia de su hermana, que sigue viva en estado de coma. Catalina junto a Nuño, antiguo amor de Àgata y Omar, el novio actual de la misma, comienzan a investigar los extraños sucesos acaecidos en dicho kilòmetro. Omar serà ayudado por un agente de policia obsesionado con los extraños sucesos que ocurren en el Km 31. Finalmente se irá resolviendo la trama que tocarà a la familia de las hermanas y acabarà con unos tràgicos resultados para todos.Mediocre cinta de terror mexicano que copia la actual moda del cine oriental o el ùltimo cine de terror USA, que es copia tambièn de los clichès del oriental aunque con distintas formas tècnicas. Pero no entiendo este mejunje de ideas, con un guiòn que no da para mucho, visto cientos de veces y que se atreve a mezclar los ùltimos topicazos del cine oriental y leves apuntes de la tradiciòn mexicana de La Llorona con resultados muy pobres y demasiado mal conjuntados.

Con una puesta en escena bastante desastrosa que no consigue en ningún momento crear tensiòn o simplemente interés en una historia sobada y que no aporta nada, bueno algo de sopor. Con las buenas cintas de terror, que por historia, tiene el cine mexicano con su toque personal y que siempre ofrecen tan buenos resultados. Una autèntica pena, pero aùn asì tiene unas buenas crìticas y varios premios en su haber, que cosas.

Y es que las actuaciones son planas y secas, ni siquiera en los momentos màs importantes llegamos a ver a ningùn actor tomarse su trabajo en serio. Quizà Iliana en algùn plano, que no secuencia, pero puntualmente. Porque lo que màs tenemos es sobreactuaciones patèticas.

La atmòsfera està conseguida a ratos, pero es que la direcciòn es tan pobre que perdemos toda esta atmòsfera, una pena. Solo destacarìa la fotografìa que està bastante cuidada, cosa de agradecer.

Ademàs la cinta es excesivamente larga, le sobra bastante metraje que no aporta nada y parece estar metido con calzador. Encima el final es muy malo, con una resoluciòn de la trama contada de forma mediocre. Con un guiòn desastroso, malas interpretaciones y entremezclando diversas ideas algo inconexas.

Aparte otra que se une a los segundos finales, pero esta vez, y esto es un acierto, para decir el final de los personajes, aunque quede algo cutre, debido una vez màs a las malas interpretaciones y direcciòn, una pena.. Quizà media hora menos de metraje la hubiese convertido en una aceptable cinta.

La proclamada ùltima joya del cine mexicano, que ganò cinco premios Ariel, premios del cine mexicano, que no llega ni a la suela de los zapatos de las grandes producciones de los 60-70 mexicanas, que con menos hacian muchìsimo màs. Encima usando elementos del màs moderno cine de terror, que solo saber autocopiarse una y otra vez, que sigue sin aportar nada interesante, salvo contadìsimas excepciones. Y es que las copias del ùltimo cine oriental mezclado con los sustos tìpicos del cine USA ya empiezan a oler, y màs aùn cuando las formas son mediocres. Esperemos que cambie esta tendencia.

Óscar Arias