“Buena precuela de susto fácil. Sin demasiadas pretensiones consigue su propósito, asustar y entretener”
La dirección de la tercera entrega de la saga “Insidious” pasa a manos de su guionista, Leigh Whannell, y James Wan, el director más afamado del cine de terror actual, o mejor dicho de sustos, y responsable de la dirección de las dos primeras entregas, la produce y hasta realiza un cameo en la misma. Así tenemos una cinta de un buen alumno de Wan que no es más que una película de sustos fáciles, con un guión simplón, y subidas de audio como ya vimos en los ochenta. El reciente, y afamado, cine de Wan se centra en este aspecto, y, la verdad, funciona.
Lo primero que he de decir es que he disfrutado mucho este título, es justamente lo que esperaba, ni más ni menos. Una precuela del todo predecible y con personajes clásicos, aunque en algunos casos algo bochornosos, ejemplo del padre, interpretado fríamente por un flojo Dermot Mulroney, que es cine de terror actual. Sí, ese que exprime el susto fácil sacando partido a los pasillos oscuros, el audio 5.1, y demás técnicas actuales. Pero, lo que me hace gracia, es que todo esto empezó allá por el 1984 con la genial “Pesadilla en Elm Street”, y todavía hay quién reniega de este tipo de terror, cuando adoró aquel..
Y qué queréis que os diga, no entiendo a los seguidores con más de 30 años que despotrican sobre este título solo porque es terror, como leí en no pocos sitios, para “descerebrados quinceañeros”. Entonces debo ser uno de ellos, eso que les doblo, o más, la edad.
Sigo disfrutando de este cine de sustos fáciles, lo reconozco. Pero no cometo, ni cometeré, el error de ir a ver un título de estas características al cine, ahí sí que no. Este cine lo disfruto en la soledad de mi casa, soy del todo incapaz de aguantar a los quinceañeros en una sala de cine. Que la educación escasea, y mucho.
Encima, ¿si tanto nos molesta este tipo de terror, de susto fácil, me repito, por qué no hay más del mismo? Es algo que no logro comprender. Porque si fuese tan sumamente sencillo crear un título como esta “Insidious” habría películas iguales a patadas, y, disculpadme, pero no las hay, para nuestra desgracia, o aquí sí estoy con sus detractores, por suerte. Que muchos lo intentan, quedando, en demasiadas ocasiones, en mal lugar.
No sé, yo amo el terror, y disfruto pasando miedo. Sí que es más difícil tener las sensaciones que uno sufría con quince años, pero de ahí a ser un todoterreno al cual nada le hace estremecerse creo que hay un abismo. Adoro el terror por cosas como las que me ofrece esta cinta, sustos, desasosiego, fantasmas, monstruos, actos paranormales, y muchos más elementos de los cuales esta cinta carece, por cierto.
Lo que no voy a hacer, viendo ya no solo como está el género, sino la sociedad en general, es esperar a tener un cine atrevido y sorprendente, como lo pudiese ser en los 70- 80. Yo también evoluciono y crezco, como la sociedad. Y creo que bastante es que todavía tengamos cintas de sustitos fáciles entre tanto remake innecesario. Esta, por ejemplo, le da mil vueltas al último “Poltergeist”, aunque títulos como “Expediente Warren” no salgan más a menudo.
Y sí, puedo afirmar que el guion es algo torpón dentro de lo clásico que es. Quinn Brenner queda algo mal tanto como adolescente como poseída, y la unión con su padre, como ya apunté, es bastante pobre. Elise Rainier, que parece ser la máxima protagonista y eje central de esta película, junto a su lucha contra la “Mujer de oscuro”, no saca todo el partido posible a esta oportunidad. Aunque da la sensación de ser debido, mayormente, a un guion demasiado flojo.
Porque ese sí es el problema del trabajo de Leigh Whannell, el guión. Ya que la fotografía cumple con gran calidad, el montaje es simple pero muy efectivo en la creación de sustos, que sí, que fáciles, y la banda sonora es muy de este tiempo. Usando el 5.1 de forma algo estridente y que asusta a un muerto. Como curiosidad, comentaros que mis pobres gatos no pudieron dormir durante el tramo final de la cinta, estaban siempre alerta debido a los subidones de audio, jajaja
Y sí, quizá esta trampa sea algo grotesca, pero me encantó en la primera hazaña de Freddy Krueger. Entonces, ¿por qué no debería hacerlo ahora? Y sí, prefiero el estilo del terror oriental, con una cámara sin movimiento y un audio in crescendo leve, no a lo yankee. Es decir, movimiento de cámara rápido y subida de audio enorme. Aunque para gustos..
No voy a dejar de comentar lo bochornoso de la primera aparición de la dupla Specs y Tucker, la dupla cómica. En realidad me pareció un elemento menor, como la cresta punki de Tucker, que no así su camiseta de mi bien amada “He-man”, a la cual le harán un guiño al final de la cinta. Pero la creación de esta pareja deja mucho que desear.
Y pasemos a hablar de los sustos. Lo primero que hay que decir es que nos enseñan en diversos momentos a los monstruos, algo que agradecer, aunque estos no sean demasiado sorprendentes. Pero la verdad es que cumplen gracias a una dirección muy del estilo James Wan. Y sí es cierto que tendremos elementos que recordarán mucho a las entregas anteriores de la saga, como debe ser, por cierto, y a otros títulos, tipo “Silent Hill” o “La mujer de negro”, por ejemplo.
Al menos la cantidad de sustos está bien repartida por el metraje, ayudando a que la cinta no caiga en el ostracismo del reciente cine de terror de sustos, el cual no suele llegar a los niveles de esta “Insidious 3”, matiz este muy interesante, por cierto.
Y sí, es totalmente cierto que el tramo final está cogido con pinzas, especialmente lo relativo al guión. Pero del guión ya hablamos hace rato, es flojo y punto.
Aquí al menos Whannell tiene claro qué quiere mostrar, y son muchas escenas dentro del “infierno”, o llamadlo como queráis. Siendo un nuevo acierto por parte del director, el cual debió ser, bastante, más valiente, y rodar de una forma menos comercial y dejarse de tanto susto fácil. Aunque la cosa funciona, y esto es lo más importante.
Quizá la lucha a empujoncitos es algo absurda, por no decir estúpida, pero no queda tan mala como muchos dicen. El resto de la acción palia este momento, del cual también estoy de acuerdo es demasiado absurdo.
Así tenemos una nueva cinta de sustos fáciles que cumple, y aunque esté destinada a un público adolescente se puede disfrutar igualmente por un público más veterano. Eso sí, huid del cine para ver este tipo de películas, la educación en los cines actualmente deja mucho, demasiado, que desear. Y esto pasa tanto en estas proyecciones como en muchos festivales, y por parte de veteranos, así que midamos todo con el mismo rasero, por favor. Además esta tercera entrega me pareció superior a la segunda parte de la saga, bastante mejor. Porque siendo una bobada sin guion consiguió asustarme y dejarme con un buen sabor de boca al final, y, qué queréis que os diga, sigo adorando esa sensación del susto fácil creada por monstruitos. Que las viejas glorias creo que no volverán, vamos, lo de acojonar al mundo entero tirando una pelota escaleras abajo ya pasó.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 7
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Género; Parapsicología- Fantasmas- Terror