Crítica- Infierno blanco (2012)

“Survival en Alaska contra lobos que no deja de ser un producto demasiado dramático y algo tedioso”

El último trabajo de Joe Carnahan, El equipo A, 2.010, es una adaptación de la novela corta de Ian Mackenzie Jeffers titulada “Ghost Walker”. Esta trata sobre un grupo de supervivientes de un accidente aéreo y su lucha por sobrevivir a una manada de lobos en las frías tierras de Alaska. La adaptación ha corrido a cargo de los propios Joe Carnahan e Ian Mackenzie Jeffers. Carnahan ha contado con un presupuesto de 34 millones de dólares y un elenco encabezado por todo un Liam Neeson, el cual está acompañado de un pequeño grupo de actores, donde encontramos a Dallas Roberts, visto en Tell-Tale en 2009, Dermot Mulroney, un habitual secundario, recordémosle de Copycat en 1995, Frank Grillo, de la reciente Mother’s Day, 2010, Nonso Anozie, de la última de Conan, 2011, o Joe Anderson, de The Crazies, en 2010, entre otros.

La verdad que no sabía que esperar de esta cinta. La sensación era de que se trataba de una cinta de supervivencia en plan Deliverance pero cambiando pueblerinos por lobos y ubicando la acción en la fría Alaska. Pues estaba bastante equivocado. Y es que tenemos una cantidad de drama tal que la cinta se me hizo, por demasiados momentos, pesada. Eso que la dirección de Carnahan es muy acertada, aunque algo pausada en demasiados momentos, y en sus ganas de enfatizar alguna acción se excede de una manera lenta y hasta tediosa. Mas allá cuando toma diversas licencias que para con la historia no tendrían ningún sentido.

Toda la parte inicial me pareció muy excesiva, no creo que hiciese falta entrar en la repetición para enseñarnos el perfil del personaje de Neeson. De hecho el resto de personajes se presentan a lo largo de la cinta, pero sin un orden claro, como todo algo desajustado, aunque seguramente fuese lo que Carnahan pretendía.
Los rubros técnicos lucen, aunque no brillan. La banda sonora y la fotografía me resultaron aceptables, que no destacables. El montaje correcto, aunque le falta algo más de ritmo en las escenas con los lobos, no en todas ya que hay alguna que es magistral.

Y es que me quedo con las apariciones de los lobos, de largo los mejores momentos de la cinta, que se excede en dramática, me repito. Aunque estos lobos son poco creíbles, son una especie de híbrido del visto en 300 con elementos de la cinta Tiburón y Aullidos, 2006. Además creía, qué ingenuo, que los ataques de los lobos serían bastante más gráficos, y si bien Carnahan no rehúye de la sangre, sí lo hace del gore. Quizá esto debido a mi pensamiento primigenio, el cual ponía a esta cinta más cerca del género. Y no, tenemos un dramón de supervivencia con algún elemento de género. Y sí, el derrumbe del avión está bastante bien montado y elaborado, pero se me hizo algo corto.

De todos modos he de reconocer ciertos elementos muy positivos. El principal es la excepcional interpretación de Liam Neeson, borda su papel y se sabe el protagonista absoluto. Así lleva al resto del elenco a su terreno. Algunas de las escenas de diálogo más pausadas cumplen, la pequeña fogata donde se cuentan sus historias está muy bien tratada, y encima, tiene sorpresitas. Lástima del desbarajuste a la hora de ir reduciendo el número de supervivientes. Siempre acepto todas las licencias, pero en este título, que trata de ser bastante serio, tiene algunas del todo incomprensibles. Especialmente si nos ceñimos a los perfiles de los personajes. Me refiero especialmente a las muertes de Hendrick, Flannery y, especialmente, la de Díaz. Porque,… ¿se rompe la rodilla y no usa un bastón como muleta estando en un bosque? No di crédito.

Igualmente el final está algo forzado para el lucimiento de Neeson y su personaje, al cual se le dan demasiadas concesiones, ¿Para el bien de la cinta?, no lo parece. Y sí, me quedé con ganas de ver cinco minutos más de metraje. Una auténtica pena.

En definitiva, correcta película de Carnahan que me ha dejado con ganas de más, bastante más. Quizá el exceso de drama se me hizo demasiado pesado. La película está cosechando grandes críticas por parte de crítica y público, pero a un servidor le supo a poco. Qué queréis que os diga, eché en falta más protagonismo de los lobos, en cuanto a violencia se refiere, y menos dramones. Casi me quedo con Viven, a la cual, como os podéis imaginar, hacen un par de guiños.

Óscar Arias