Crítica- Ginger snaps 3, el origen (2004)

“Gran final de la saga, la mejor de las tres partes”

La tercera y última entrega de la saga Ginger snaps está dirigida por uno de los productores de la anterior entrega, Grant Harvey, el cual ha dirigido diversas series de televisión. Recordemos que ambas se rodaron al unísono y que John Fawcett, creador de la saga, fue el director de la segunda unidad de ambas. De nuevo tenemos el protagonismo del dúo femenino formado por Katharine Isabelle y Emily Perkins, las cuales en esta ocasión están acompañadas por Nathaniel Arcand,[El guía del desfiladero, 2007], JR Bourne,[Severed, 2005], Hugh Dillon,[Surveillance, 2008], Brendan Fletcher, que participó en la anterior Ginger snaps 2; Los malditos, o Matthew Walker,[Alone in the dark, 2005].

Correcta sinopsis a la que solo el falta comentar el problema con los licántropos y que Brigitte es mordida por el hijo lobo del capitán del fuerte, el cual cuida de el y cuidará, en cierto modo de las jóvenes.

Esta tercera entrega es una curiosa sorpresa. Contiene una cantidad de licencias argumentales atroz, algo del todo incomprensible, pero las sabe sacar partido. Es decir, aun con todas esas incongruencias y saltos sin sentido la cinta mantiene una especie de continuidad que cumple con lo pretendido por la cinta, consiguiendo así un título cutrecillo pero bastante entretenido.

Además resulta bastante superior a la anterior Ginger snaps 2; Los malditos. Solo la planificación es muy superior, aquí pasamos a un fuerte, lo cual nos adentra en los términos del western, que está siendo asediado por hombres lobo. Un gran punto de partida, donde tendremos a los soldados impertinentes, a un médico con una sangre fría atroz, y al clásico indio que es un genial matalobos.

Las calidades técnicas están a la altura del resto de la saga, es decir cumplen, aunque eché en falta una banda sonora consistente, algo que pasa en toda la saga. Además en la parte final se suprime la banda sonora, lo cual si bien puede ayudar en este caso no queda acorde a lo que presenciamos.

Nuestro dúo protagonista realiza unas interpretaciones muy en la línea de las entregas anteriores, aunque aquí Katharine Isabelle retoma el protagonismo de la primera. La relación fraternal que se muestra en esta es muy superior a la vista en la primera entrega, algo que destacar. El resto de secundarios realizan unas competentes interpretaciones lo cual mejora, con creces, el producto final.

Los distintos soldados cumplen sus distintos roles, aunque quiero comentar un detalle. Uno de los soldados da de beber su sangre a Brigitte, pero esto no dice nada, creo que este tipo de decisiones hacen mucho daño a un rodaje ya que despista al espectador y le sacan de la trama principal.

Afortunadamente el gore tiene un papel protagonista, por fín. Llevábamos toda la saga esperando algo así, y en esta por fin se cumple. Veremos mordidas brutales, desgarros, disparos certeros, hachazos mortales, etc. De hecho en el tramo final, durante la lucha del Cazador y los hombres lobos, tendremos una buena dosis de gore. No es que esté muy bien hecho pero resulta contundente.

Seguimos teniendo una caracterización de los licántropos algo pobre, pero resulta del todo efectiva. Eso sí, hay que reseñar al niño lobo, el cual está mutando de forma extraña pero da mucho juego a la película, quizá se le podría haber dado mas protagonismo. Lo mismo que al Doctor, en detrimento del cura, por ejemplo, el cual llega a saturar debido a su histrionismo.

Comentar que la resolución me resultó muy afortunada en todos los aspectos ya que durante toda la entrega se hace hincapié en la estrecha relación entre las hermanas. Lo mismo que ocurría en la primera parte, pero en esta lo llevan al extremo, extremo por otra parte muy eficaz e interesante.

Gran final a esta saga que ha obtenido grandes críticas de crítica y público. Esta entrega con todos sus fallos me resulta la mejor parte de la trilogía, además como título independiente funciona a la perfección y gracias a las buenas calidades actorales tenemos un producto bastante entretenido. Eso sí, no entiendo como una trilogía no ha sido capaz de crear una música propia, este matiz me sorprendió. En definitiva, película para no perderse.

Óscar Arias