Crítica- Ginger snaps (2000)

“Mezcla de teen terror y el mito del hombre lobo”

Debut del director canadiense John Fawcett, que también escribe el guión, anteriormente había rodado un par de cortos y algún capítulo suelto de algunas series de televisión locales. Gracias al éxito de esta cinta se rodaron dos secuelas donde participaría como director de la segunda unidad, ya que ha permanecido dentro del universo de las series de televisión. De sus pocos largos rodados cabría destacar únicamente The dark, 2005, o la miniserie Viaje al abismo, 2006.

El elenco está encabezado por las adolescentes Emily Perkins, que ya participó en It, 1990, y que aparte de rodar el resto de la saga no la hemos visto en otras cintas de género, y Katharine Isabelle, la cual, además de participar igualmente en el resto de la saga, si se ha mantenido dentro del género, de hecho la hemos visto por Bones, 2001, Carrie, 2002, o Freddy vs Jason, 2003, entre otras. Del resto del elenco podemos destacar a la veterana Mimi Rogers,[Perdidos en el espacio, 1998], a Kris Lemche y Jesse Moss vistos en Destino final 3, 2006, o a Christopher Redman,[Screaming; The hunting, 2009].

Buena sinopsis que ampliaré. Una vez Ginger es mordida comienza una mutación a la que su madre cree que es su primera menstruación, ninguna de las hermanas “es mujer” todavía. Pero los efectos de la mordida tienen efectos secundarios tremendos, aparte de un deseo sexual desorbitado, la sangre empieza a ser un deseo irrefrenable, así Brigitte, que cuenta con la ayuda del camello local Sam, trata de ayudar a su hermana.

Teen terror en toda regla que debido a ser editado a principios del año 2000 y ser indudablemente un brote de aire fresco después de la, en general, apática década de los 90 se ha convertido en un título de Culto, algo que creo es muy exagerado. Si bien la cinta tiene buenos elementos, no la veo como una Cult movie ni de lejos.

Me resulta muy curioso leer críticas donde se proclama que esta cinta canadiense de bajo presupuesto es culto, entre otras cosas, por su país de procedencia. Me pregunto yo si esos “críticos” conocen algo del cine de género ya que hay decenas de grandísimas películas provenientes de Canadá. No voy a dar ningún título ya que doy por hecho que cualquier fan medio conoce diversas joyas canadienses.

Por cierto, todas las calidades son típicas de las teen terror yankees, un estilo parecido a Screem, The faculty, y demás. Lo que si es cierto es que los perfiles están bastante bien creados, ambas hermanas, aunque tienen altibajos tremendos. Son muy representativas para con los adolescentes y puedo entender la empatía que provocan, además ambas actrices cumplen con solvencia, aunque he de decir que Emily Perkins me desesperó por momentos por sus rostros excesivamente pánfilos y atontados.

Curiosamente el hombre lobo, o mujer lobo, no se muestra en casi ningún momento, John Fawcett decide usar la manida técnica de cámara en mano con mucho movimiento en sus apariciones, grasso error, aunque todavía hay quién compare estos momentos con la mítica Un hombre lobo americano en Londres, lo que hay que leer por ahí.

Porque tenemos mas gore en las fotos que se hacen las hermanas como suicidadas que en el resto de la cinta, algo muy curioso ya que resulta perfecto para el tipo de película que es. Por cierto, el personaje de la madre es magnífico, muy ochentero, tiene algunos de los mejores momentos de toda la película. Es genial cuando quema la casa con la única intención de proteger a sus hijas, aún sin hacerlas mucho caso, gran acierto argumental que resulta una crítica social atroz, crítica que se ve en otros aspectos de la película y que es de lo mejor de toda la cinta.

Lamentablemente el ritmo de la cinta es muy inestable, si bién la parte final es muy dinámica hay momentos muy tediosos, que casi sobran. Además al saltar de forma tan brusca de estilo, de adolescentes retraídas a líderes del grupo para pasar de nuevo al mayor tedio antes de un final bastante potente el cual, encima, nos guardará una pequeña sorpresa. En definitiva, un interesante título pero al que le sobra la categoría de Culto.

Otra sorpresa canadiense, y van… En este caso la mezcla de teen terror y el mito del hombre lobo, sin nada que ver con ciclos lunares, resulta entretenida y cumple aún en su excesiva duración. Quizá algo menos de metraje y secuencias mas directas hubiesen conseguido un film mas potente, aunque debido a la gran acogida tuvimos dos secuelas, eso se llama aparecer en el momento justo. Que flojita fué la década de los 90…

Óscar Arias