Crítica- Frenesí sangriento (1987)

“Un slasher muy normalito y típico de los ochenta”

Nos encontramos ante la única película dirigida y producida por Hal Freeman fuera del porno, toda su carrera a estado centrada en el cine para adultos, aunque aquí trato de unirse a la moda ochentera de este gran subgénero llamado Slasher. Cuenta con un elenco escaso donde encontramos rostros conocidos como Lisa Loring, mítica Miércoles de la serie de televisión “La familia Addams” que en los ochenta trató de hacerse un hueco dentro del cine de género, algo que no conseguiría. Aparte tenemos a Wendy MacDonald, [La cara oculta de la luna, 1990], a John Clark, [Los guerreros de la magia, 1989], a Tony Montero, [Deep space, 1988], o Hank Garrett, eterno secundario visto en Maniac cop 2, El exorcista 2, etc.

La Dr. Barbara Shelley lleva a un grupo de pacientes con distintos problemas mentales de acampada al desierto, a un lugar escogido por Dory, pero allí, en plena montaña desértica comenzarán los problemas y las muertes, las cuales provocarán desconfianzas dentro del grupo. Pero Rick, principal sospechoso para el resto de miembros de la acampada que encima es un ex-vietcom, tratará de encontrar al verdadero responsable y descubrir sus razones.

Otro slasher de la época dorada del subgénero, esta vez explotando el estilo de Las colinas tienen ojos pero sin grupo de caníbales y con una cierta similitud al clásico Los diez negritos, con todos los personajes aislados en la montaña sin saber quién es su verdugo.

Lamentablemente el guión hace bastantes aguas, el montaje es algo calamitoso, tenemos diálogos cortados, y encima no hay nada de destape, si tenemos en cuenta que el director provienen del porno nos deja todavía mas sorprendidos este detalle. Cierto es que tuvieron un bajo presupuesto, una única localización y la sempiterna mina, pero la cinta, aparte del buen prólogo, tarda demasiado en arrancar.

Por otra parte los perfiles tratan de ser habituales dentro del género, lo malo es que no están bien matizados, son simplemente las bases. Tenemos al chulito, la Doctora, la ninfómana, el borracho, etc, pero ningún carácter está bien desarrollado, lo cual provoca unas interpretaciones planas, de unos actores que tampoco es que demuestren nada.

Al menos el gore es potente, la mayoría de asesinatos que presenciamos son degollamientos con un cuchillo, y, afortunadamente, se nos suelen mostrar en un primer plano brutal. Lástima que se note en exceso el látex, aunque de todas formas cumple, la lástima es el tiempo que tarda en aparecer.

Por lo que tenemos un slasher muy normalito y típico, al cual le falta algo de dinamismo, un guión mas lineal y coherente y sobretodo una dirección mas valiente y un montaje competente, esto no es porno. De hecho si este fue el intento de dar el salto al cine “convencional” por parte de Hal Freeman, es totalmente lógico el porqué no lo consiguió.

Al menos al final tendremos nuestro “monstruo”, el trauma infantil, y una resolución algo cogida por los pelos, pero al menos cumple, que no es poco, lo único malo es que está demasiado estirada.

Uno de los slashers ochenteros que copia la fórmula de los grandes clásicos del estilo, en esta ocasión Las colinas tienen ojos, pero debido a las flojas calidades y la planificación de personajes tan pobre nos deja un trabajo simple que no resalta en absoluto. Vamos uno mas de la cantidad ingente de subproductos que poblaron los videoclubes de la época.

Óscar Arias