“Postapocalíptico sin fuerza, ni capacidad de hacerse entender ni seguir. Decepción”
“Fin” supone el debut en el largometraje de Jorge Torregrossa, el cual se basa en la novela homónima de David Monteagudo, que cuenta con guion de los aclamados Jorge Guerricaechevarría y Sergio G. Sánchez. Y es que después de dirigir diversas series de televisión, con cierto éxito, consiguió el respaldo de la cadena de Tv Antena 3 para llevar este proyecto adelante. Así pudo contar con actores de renombre y del todo reconocibles para el aficionado español, tanto a cine como a televisión, tales como Maribel Verdú y Clara Lago, las más destacables, o Blanca Romero, Antonio Garrido, Carmen Ruiz, Miquel Fernández, Daniel Grao, o el modelo Andrés Velencoso, que debuta en este film, los cuales forman el escaso reparto de esta cinta.
Estamos ante una película que trata sobre el fin del mundo. Argumento trillado, más en el 2012, pero que en España no lo ha sido en demasiadas ocasiones, siendo la más afortunada la genial “La hora incógnita” de Mariano Ozores en 1964. Aunque podríamos citar innumerables títulos extranjeros, muy especialmente “Supervivientes” de 1974, a la que “Fin” se asemeja en bastantes puntos.
Así nos encontramos con la enésima reunión de amigos veinte años después, amigos por decir algo. Estos destrozaron la vida a uno de ellos, “El profeta”, que es el que les reúne a escondidas de casi la totalidad de ellos. Esto parece un slasher, ¿no?, pues nada más cerca de la realidad.
Así después de una noche de hogueras comienzan a producirse fenómenos extraños que provocan que vayan desapareciendo de uno en uno los miembros del grupo. Aflorarán así sus problemas de tiempo atrás, y demás tramas dramáticas, las cuales no se acaban de explotar adecuadamente durante toda la cinta y son mayormente un estorbo.
Porque la cinta no consigue despegar en ningún momento, la consecución de escenas absurdas, algunas sorprendentemente absurdas, hace de este título un pequeño bochorno. El guion no tiene ni pies ni cabeza, podría apuntar al menos veinte momentos del todo absurdos y otros tantos que nos dejan con preguntas que ayudan bien poco a entender lo más mínimo de la trama de la cinta. Que una cosa son licencias y otra muy distinta es lo que se nos muestra aquí, por momentos parecemos bobos tratando de saber qué nos quiere decir el autor.
Por otra parte, todos los perfiles que son muy clásicos y poco convincentes, sin contar con que las interpretaciones parecen sacadas más de una sitcom que de un largometraje. La hoguera es algo bochornosa, y las pequeñas charlas en su “excursión” campestre son de traca.
Pero es que estas están hechas para perfilar a los personajes, y es aquí donde más falla la cinta, en cómo se nos muestra a los personajes. Y no seremos capaces de empatizar con ninguno, ya que ninguno tiene un mínimo empaque, parecen sacados de algún manual, y les falta humanidad. De hecho están más cercanos a los cánones del slasher, sí, otra vez, y así estamos deseando que comiencen a morir de la forma más cruel y gore posible. Pero no, aquí ni sangre, ni tensión, ni desnudos, ni nada de nada. Tedio constante y continuo.
Así cuando comienzan las desapariciones, que son una marcianada total y absoluta, las decisiones a tomar son cada cual más absurda, y el devenir de los personajes se hace algo pesado. Por lo que nos queda ir viendo como irán desapareciendo cada uno de ellos, además de la aparición de distintos animales para dar nosequé a la cinta. Y aquí tenemos momentos realmente desiguales, por no decir del todo absurdos. Una de las chicas desaparece después de una avalancha de cabras, sí, como leéis, contando esta escena con una cantidad de licencias atroz, y un intento, totalmente fallido, de crear tensión que clama al cielo. Otro después de tirarse a un laguito, otra después de una “persecución de perros rabiosos”, pero sin más. Por cierto, esta escena es, quizá, la más bochornosa de toda la cinta. No por tener audios de perros salvajes da la sensación de que una manada de pastores alemanes, que se nota, descaradamente, que está jugando, es imposible hacer pensar al espectador que estamos ante la gran escena de terror de la película.
Por no hablar del camión de ovejas, o cuando encuentran a “El profeta”, licencias, todas, atroces. Y no, del león no pienso hablar, que todavía no me lo creo, así que paso.
¿Y la niña? ¿Toque fantasmal? ¿Homenaje a algo? Aún sigo preguntándome a que viene todo lo que esta cinta propone… bueno, realmente no.
Y así llegaremos al tramo final, del cual uno no se entera de nada. Ni con los dibujos, que alguien me explique algo por favor, ni con el diálogo, ni con nada. Un desastre total y absoluto, una pena.
Por lo que estamos ante una cinta apocalíptica patria que contó con buen presupuesto y que fue promocionada por la todopoderosa Antena 3 que resulta ser un bodrio en todos los sentidos. Al menos la fotografía luce a gran nivel, al César lo que es del César.
Un título que podría haber dado muchísimo más. Una cosa es tener licencias, y otra, muy distinta, es tener un guión sin pies ni cabeza. Así es difícil que nada luzca, menos todavía el reparto, al cual no le culpo de sus flojas actuaciones.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 4.6
4.6
Género; Apocalíptico - Ciencia ficción