Crítica- Fido (2006)

“Buena comedia, negrìsima, zombie”

Primera cinta de gènero de Andrew Currie, que ademàs escribe el guiòn, contando con un buen elenco de rostros muy conocidos encabezado por Billy Connolly, Time line, El ultimo samurai o THe X files, creer es la clave, y Carrie-Anne Moss, la mìtica Trinity de la saga Matrix ademàs de aparecer en Memento o Disturbia. Les acompañan Dylan Barker, Trick ‘r Treat o La celda, Henry Czerny, Las brujas de Salem, Rob LaBelle, Watchmen, o Tim Blake Nelson, El increible Hulk 2.

La familia Robinson decide comprar un zombie, Fido, que consigue que su hijo, Timmy, realice algùn tipo de actividad, ya que es muy solitario, aunque el padre de este, Bill, teme a los zombies. Poco a poco entre Timmy y Fido nacerà una amistad tremenda y hasta Helen, la madre de Timmy, comenzarà a sentir cosas por Fido. Pero pronto surgiràn problemas con el collar de Fido, que acabarà matando a gente, lo cual provocarà una pequeña crisis en la ciudad, aunque madre e hijo trataràn de salvar a Fido, el cual les a devuelto las ganas de vivir.

Nueva, y entretenida, comedia sobre el universo zombie, esta vez mezclando, con cierto acierto, La noche de los muertos vivientes, la saga El regreso de los muertos vivientes y, sobretodo, el zombie experimental de El dìa de los muertos, Bub, que resulta ciertamente similar a este Fido.

Una vez sabiendo esto sabemos lo que nos vamos a encontrar, o no. Ya que la cinta es mas bien un drama social en tono zombie, si como leéis. La historia no es original pero està muy bien planteada y planificada, ubicada en los años 50, aparentemente, y haciendo una muy interesante crìtica a la sociedad yankee de esa època, al famoso American Way of Life, eso que la cinta es canadiense.

Todo rodado con buenas calidades tècnicas, aunque a veces resultan de telefilm, y un ritmo acertado aunque algo inestable, mostrando mas momentos de drama que de terror, algo que no juega a su favor. Es muy curioso el parecido que tiene Fido con Bub, nada mas verlo me vino a la cabeza, tanto por su apariencia como por sus gestos. Algo realmente conseguido que resulta ser un acierto total, ya que a los aficionados al gènero zombie este solo detalle ya nos ubica perfectamente para el visionado de la pelìcula.

Aparte Billy Connolly realiza una gran interpretaciòn de este zombie bondadoso, aunque ataque a algunas personas y se las coma…jajaja. El resto del elenco està igualmente acertado, tanto Carrie-Anne Moss como K’Sun Ray cumplen a la perfecciòn. Quizà los papeles de Dylan Baker, Bill Robinson, y Henry Czerny, Mr. Bottoms, me resultaron muy forzados y sobreactuados, aunque posiblemente por sus perfiles mas que por sus actuaciones.

Quizà echè de menos mas momentos terrorìficos o apariciones de zombies hambrientos, y no tan pacìficos, aunque toda la idea de ZomCom y los collares es soberbia, aunque no original. Ademàs los pocos ataques que vemos por aporte de Fido no son en primera persona, lo cual hace intuir que esta pelìcula fuè diseñada para su amplia distribuciòn, vamos para poder verse hasta en mediodìa en cualquier canal por cable. Buen planteamiento pero a mi me sabe a poco.

Si a esto, ademàs, le añadimos un ritmo algo desigual, con momentos muy superiores a otros nos deja un producto entretenido aunque no redondo, como se dice. Quizà la parte final levante totalmente a la pelìcula, ya que cierra todas las tramas y tiene momentos ciertamente memorables. Como las reparaciones de los zombies, la visiòn de los zombies salvajes, genial punto que da por si solo para rodar un largometraje y la absolutamente genial apariciòn del zombie domesticado de Mr. Bottoms.

Buena comedia, negrìsima, zombie con excesivo drama y que es un pequeño aire nuevo dentro del panorama, ya que sirve para recordar a los zombies tipo Romero y dejar algo de lado a la nueva ola de infectados. Ademàs, sin ser nada original consigue desmarcarse por si sola y conseguir buenas crìticas, quizà algo exageradas pero del todo merecidas. Cualquier aficionado a los zombies disfrutarà este tìtulo, y se quedarà sorprendido por sus formas y estilo.

Óscar Arias