Crítica- Experimento mortal (1984)

“Hìbrido Neozelandès puramente ochentero”

Primera pelìcula de gènero dirigida por David Blyth, que tambièn co-escribe, posteriormente rodarìa ambas partes de Sangre prohibida, House 3, Naked terror y hasta rodò unos capìtulos de una serie de Powers Rangers, los Mighty Morph’n Power Rangers. Protagonizada por un joven Michael Hurst, actor y director, dentro del gènero le hemos visto en El tatuador o dirigiendo o actuando en diversas series de Hercules, y Gary Day, The night nurse o The girl from Mars. Tambien vemos a Margaret Umbers y David Letch que rodaron Mr. Wrong, Bruno Lawrence, Jack… se listo, Ian Watkin, Braindead, David Weatherley, El señor de los anillos; La comunidad del anillo o My granpa is a vampire, donde tambièn aparecìa Tina Grenville y dirigida por el propio Blyth, o Nathaniel Lees, Matrix Revolutions y reloaded.

El Dr. Archer Howell quiere investigar en el cerebro humano, asì toma a Michael Tucker como cobaya ya que es hijo de su enemigo el Profesor Tucker, le lobotomiza y obliga a asesinar a sus padres para luego olvidarlo todo. Pero pasados unos años y con el Dr. Archer Howell en una isla experimentando con diversos humanos, Michael junto a su hermana y sus respectivos novios van en su bùsqueda, pero el camino estarà lleno de trampas y el propio Doctor perderà el control de su horda de zombies que comenzaràn a crear el caos, ademàs Michael tambièn fuè paciente del propio Doctor Howell.

Curiosa cinta sin pretensiones que consigue complacer al aficionado, siendo un producto ochentero que guarda muchas de las geniales caracterìsticas de esa època aunque mezcle algunos subgèneros. Como la investigaciòn en humanos, los zombies y la venganza, todo ello con un ritmo bastante intenso, gore y luces de colores en diversos momentos. Algo que no entiendo porquè se usò ya que no queda demasiado bièn.

Al igual que diversas ideas del guiòn, ¿si Michael fuè “tratado” por el Dr. porquè al cabo de los años le busca y a la vez es investigado por el Dr.? A sì, que fuè su primer paciente… Algo me falta por algùn lado. ¿censura? Aunque en la parte final, en su encuentro no aclaran demasiadas cosas, serà la cinta…jajaja

Tenemos un Mad Doctor interesante, y cabroncete, con unas enfermeras- ayudantes que van monìsimas al quiròfano aunque les salpique la sangre de los cerebros que el Dr. trabaja. Que vemos en primer plano, el gore es bastante sorprendete y abundante en esta producciòn. Sobretodo cuando hacen acto de presencia los zombies, con un lider “zombie” que ya quisiera Romero, con una mala leche y perfilado de forma genial. Muy deudor del estilo Las colinas tiene ojos y similares mutantes. Ademàs, a otros de los operados por el Dr. Howell les estalla, literalmente, la cabeza, en una ocasiòn en un primer plano bastante sorprendente, por cierto.

Lo llamativo de esta cinta son las pocas pretensiones y los buenos resultados que se consiguen, sin ser una joya, ni mucho menos, Blyth consigue rodar un buen producto, con ese espìritu ochentero y la mala leche de los setenta, con sus peleas callejeras en plan road movie y muchos detalles cinèfilos dignos de menciòn.

Aunque el perfil de varios personajes es algo pobre. El protagonista, con una caracterizaciòn que recuerda a Blade runner, como ya dije, no està del todo perfilado y se basan mucho en que “fuè lobotomizado”, no acabando de cuajar. Al igual que su amigo o su hermana, con su final bastante forzado, aunque brutal.

Pero toda la parte final es puro divertimento ochentero, ¡Acciòn, tensiòn, zombies y gore! ¿Que mas queremos? Quizà el abuso de los colores chillones no deje disfrutar plenamente del final, pero aùn asì resulta una gratìsima sorpresa que deberìa tener algo mas de reconocimiento ya que es una mas que interesante, y olvidada, cinta de zombies y Mad Doctor.

Hìbrido Neozelandès, pre-Jackson, que cumple de forma mas que correcta con su funciòn, de hecho es una grata sorpresa ya que al no esperar nada en especial e ir viendo Mad Doctor, sangre a borbotones, pseudo mutantes, zombies y gore pues nos va enganchando. y si encima la direcciòn es dinàmica y nada aburrida pues tenemos otro producto de los geniales ochenta al que no perderle la vista. Su visionado lo tiene y no defraudarà. Por cierto, creo que aquì tambièn se llamò El cerebro del año 2.000, genial tìtulo.

Óscar Arias