“Slasher menor que no es más que otra explotación del fenómeno “Halloween”
La década de los ochenta vio nacer un subgénero que tomó una fama enorme en esos años, y todo el futuro dentro del género, el Slasher. Ese cine que dio salida, según siempre se apunta, con la mítica “Halloween” de Carpenter allá por el año 1978 y que se asentaría con la formidable “Viernes 13” en 1980. Aunque siempre he pensado que realmente se asentó por la ingente cantidad de títulos similares que vieron la luz en los ochenta provenientes de estados unidos. De hecho cualquier aficionado conseguía algo de dinero y rodaba su slasher, así la calidad del subgénero era bastante mediocre, y solo era destinada para las legiones de fans del mismo, entre, he de reconocerlo, las que me encuentro.
Así surge esta “Examen final”, un trabajo del director y guionista Jimmy Huston, que rodaría años más tarde la superior “El vampiro adolescente”. En esta se rodea de un elenco del todo desconocido, otro de los clásicos de los primeros slasher, una gran escuela de intentos de actores, y donde, por cierto, empezaron no pocos actores de renombre internacional actual, tipo Kevin Bacon o Tom Hanks. Pero de esta cinta que nos ocupa nadie llegó a nada, de hecho para gran parte del reparto fue su única incursión dentro del cine.
¿Y qué decir de este título? Pues que es una copia descarada del fenómeno que supuso “Halloween” tres años atrás. Enumero aquí gran parte de las “similitudes”, por llamarlas de alguna manera.
La música es descaradamente similar, cambian algunas notas pero la línea sonora es muy parecida, por no decir otra cosa. El asesino viste como el mítico Myers pero sin máscara, y sus movimientos son idénticos. Usa un cuchillo de carnicero, ¿os suena? Los planos del asesino son idénticos, salvo los del rostro, aquí solo vemos la cara al killer al final de la cinta, porque no lleva máscara, que si no sería ya la repanocha. La chica superviviente que se enfrenta al killer es delgada y con gran mata de pelo al aire, además de tener una complexión ciertamente similar a nuestra querida Jamie Lee Curtis. Los planos del campus tratan de copiar a los vistos en el vecindario de la joya de Carpenter, pero es solo eso, un intento.. Mejor no seguir, ¿no creéis?
Por otra parte me sorprendió el comienzo de la película, un clásico dentro del género. Una pareja está besándose en un coche y son atacados sin más por un asesino psicópata. Lo malo es que no consigo recordar en la primera película donde aparece esta secuencia, explotada hasta la extenuación dentro del grandísimo subgénero, o porqué no llamarlo género, qué demonios.
Así que, a priori, estamos ante un título que cualquier aficionado al slasher que se tercie gustaría, ¿no? Pues no sé si es así, ya que es un trabajo con infinidad de críticas negativas, más aún dentro de los amantes del género. Pero un servidor no forma parte de esa terna, sin considerar a este título una joya, en absoluto.
Porque las razones son de peso, no puedo negarlo. Así aparte de la copia, excesivamente, descarada de “Halloween” está acompañada del desconocimiento por completo del killer. No se sabe absolutamente nada acerca de él. Ni nombre, ni razones, ni nada, y esto es de lo que más se quejan los aficionados. Y lo puedo entender, porque estamos ante un killer on the loose con súper fuerza, pero nadie sabe el porqué. Algo difícil de aceptar sin una explicación. Eso que las que se nos suele dar dentro del género son de traca, pero al menos nos las dan.
En cuanto al gore o los asesinatos o la violencia hay poco que decir. Los asesinatos son escasos y faltos de fuerza. Aunque, he de reconocerlo, cumplen su función, lo malo es el ritmo del montaje de las diferentes escenas de persecuciones y asesinatos en sí. Ya que si bien es cierto que el género está plagado de trampas, aquí, además de trampas también tenemos licencias técnicas algo descaradas. Me da a mí que lo referente a la continuidad nadie se lo había estudiado.
Además la acción del asesino no aparece hasta pasada una hora de película, y en esa hora tenemos mucha lentitud en la historia y presentación de personajes, con bromitas de iniciación incluidas, amén de conversaciones del todo estúpidas entre chicas, las cuales las hace parecer más tontas de lo habitual dentro del género. Ellos muy chulitos y ellas muy estúpidas. Vaya cánones de juventud ochentera… jajaja.
Por cierto, es increíble la tontería de broma macabra que hacen los chicos de la fraternidad de turno. Un ataque terrorista con asesinatos, falsos, de por medio. Una escena que no sirve para nada más que para despistar al espectador, eso sí, entre sus máscaras y el póster que podemos ver de “El asesino de la caja de herramientas” ya tenemos homenaje al canto.
Ah, tenemos un desnudo, no esperéis nada más. Y sí, seguido de la pertinente muerte, la cual nos deja, por cierto, con ganas de muchísimo más.
Y en cuanto al final, ¿Pues qué esperáis? Trampas y licencias atroces por parte del bueno de Huston, era su película, era su guión y era su presupuesto. Así el killer es capaz de coger una flecha que le disparan al vuelo, sí, como leéis, para luego luchar contra la chica, la más mojigata de todas y… perder, sí, tengo que decirlo. Que más spoiler es la portada de la versión yankee de Embassy, que muestra la escena final con total impunidad.
Así que estamos ante un slasher menor que copia descaradamente a “Halloween” y que tiene una mala reputación hasta dentro de gran parte de los aficionados del slasher. A mí nunca me desagradó, pero reconozco que no es un buen trabajo. Pero que le voy a hacer, tengo una debilidad, diría que innata, por los slasher ochenteros… jajaja.
Por cierto, detalle friki, Kevin Williamson se basó en parte en este título para el guión de “Scream 2”, a la cual también menta, cosas del frikismo.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.6
5.6
Género; Slasher