“Otra película de la Full Moon que mantiene su estilo y entretiene”
Otra de las caspas del grandísimo Charles Band bajo su fabulosa Full Moon, reconozco que le tengo una debilidad especial a esta compañía. Band realiza en esta ocasión una mezcla entre sus sempiternos muñequitos, esta vez un Bong, los clásicos Nerds, y fumetas, aparte de sus pertinentes desnudos. Además es muy del estilo de otras producciones de Band, tanto bajo su dirección como su producción, como títulos del tipo, Demonic toys, Gingered man, Dangerous worry dolls, Puppet master, o Doll graveyard.
Apuntar que esta guionizada por August White, habitual de Band en el nuevo siglo. El elenco está formado por jóvenes y apariciones estelares de veteranos, otro de los clásicos de la Full Moon, así vemos a los veteranos Tommy Chong, habitual de comedias de fumetas, a Jacob Witkin, [Dr. Moreau´s house of pain, 2004], a el mítico enano Phil Fondacaro, el cual ha aparecido en infinidad de títulos de género, como Troll, 1986, o Hard rock zombies, 1985, a Tim Thomerson, recordado de la saga Trancers, o Bill Moseley, de las actuales La casa de los mil cadáveres, 2003, o Los renegados del diablo, 2005.
Del elenco juvenil podemos destacar a John Patrick Jordan, [La llorona, 2006], Robin Sydney, [Wicked lake, 2008], Brian Lloyd, [Sexy killers, 2006], Kristyn Green, [Carver, 2008], Robin Sydney, [Big bad wolf], o Mitch Eakins, el cual repetiría en la secuela de esta, Evil bong 2, King Bong, 2009.
Alistair es un empollón que entra en una casa de alquiler llena de fumetas, allí Larnell comprará un Bong, una gran Cachimba, para poder fumar pero pronto esta provocará la muerte de los chicos, al parecer el Bong está poseído por un demonio que traslada a sus presas a un pub de Striptease donde se aprovecha de ellos y aumenta su poder. Así Alistair tendrá que hacer frente al Bong demoníaco para salvar a una chica que parece que le hace caso, entonces aparecerá Jimbo, antiguo dueño del Bong, el cual pretende acabar de una vez por todas con su mal.
Pues estamos ante otra comedieta proveniente de la factoría de la Full Moon, por lo que sabemos de antemano lo que vamos a encontrarnos. La compañía de Charles Band se ha especializado en un tipo de cine de bajo presupuesto el cual tiene una amplia legión de aficionados, entre los que me encuentro.
Es cierto que la mayoría de las tramas son muy pobres, pero la resolución de las mismas suele ser entretenida, algo que no se puede decir de otros productos con mayor presupuesto. Además el bueno de Band siempre se las ingenia para mostrar un demonio nuevo, mujeres desnudas, comedieta juvenil, a veces excesivamente trillada, y un estilo ciertamente personal el cual le destaca de otras compañías o productos del estilo. Es bueno saber estar cerca del cine Underground, el Indi y el bajo presupuesto pero con señas de identidad propias, algo que Band domina a la perfección.
Eso sí, no dejo de reconocer que la comedia de esta cinta falla en exceso, si ciertamente tenemos buenos gags todos ellos están muy vistos, y si no se ve la cinta con predisposición puede hacerse muy aburrida. Aunque, como siempre, Band da mayor dinamismo al tramo inicial, siempre le achacaré que tarda demasiado en presentar a los personajes. Personajes con perfiles muy clásicos y sin nada que ofrecer, y hasta el desenlace final tenemos momentos muy inferiores.
Aunque trate de colocarnos diversos gags no consiguen meternos en una cinta cuya trama no dice absolutamente nada, además las actuaciones son planas, aunque por otra parte muy típicas de los productos de la Full Moon, con momentos sobre actuados y diversas licencias actorales. Los aficionados a esta productora me entenderéis seguro, eso sí la banda sonora en esta producción juega un papel muy importante, tenemos reggae para adentrarnos en el mundo fumeta, además Band lo adorna con algunas secuencias de hojas de marihuana que son muy divertidas.
Otro gran acierto de Band es introducir muñecos de otras producciones propias, así veremos al indio de Doll graveyard, a la galleta asesina de Gingered man, o a uno de los payasos de Demonic toys, homenajes estos que hacen nuestras delicias, somos muy facilones, lo reconozco.
Las apariciones de los actores veteranos ayudan, y mucho, a mantener con vida a la cinta, se nota, nuevamente, que Band sabe que tiene entre manos y que debe hacer para mantener al espectador atento. Aunque la aparición de Phil Fondacaro deja las puertas abiertas a algo que nunca sucede, aparte muestra a varias chicas desnudas, no obstante decide que el “Nirvana” que provoca la Cachimba, Bong, sea un local de Striptease, lo cual también se agradece.
Evidentemente el tramo final es muy previsible, Nerd salvando a chica y viejo ganando a demonio, quizá faltase algo mas de comedia o mala leche. Y aunque no tenemos casi nada de gore en todo el metraje en este tramo final si podría haber habido algún ligero detalle. Una pena.
Otra película de la Full Moon que mantiene su estilo y que será apreciada por los seguidores de la compañía. Ciertamente la película es algo floja, la época dorada de la Full Moon parece que acabó hace ya unos años, pero siempre es bueno ver a Band y compañía seguir produciendo este tipo de películas, las cuales entretienen, que es, a fin de cuentas, el objetivo de cualquier largometraje.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.6
5.6
Género; Demonio - Comedia