Crítica- Escalofrio (1989)

“Linda Blair y de zombies radioactivos, mas fama que otra cosa”

No fueron pocos los que en la década de los ochenta consiguieron algo de dinero y decidieron probar dentro del cine de género, un género barato con buena salida comercial en el mercado del vídeo. Así Jack A. Sunseri, que participaría como actor en The dead pitt, 1989, se unió al director de fotografía Deland Nuse y escribieron un libreto que posteriormente filmarían auto produciéndose y contando con estrellas del género del bajo presupuesto, otro aspecto habitual de esta década.

Así encabeza el elenco toda una Linda Blair, siempre recordada por su papel de Reagan en El exorcista, 1973, pero que participó igualmente en infinidad de títulos de género, con mayores o menores presupuestos, pero ganándose por méritos propios ser una de las actrices mas queridas dentro del género. Está acompañada de Dan Haggerty, conocido como Grizzly Adams debido a la serie de televisión de los setenta y las distintas películas al respecto. Aparte le hemos podido ver en Pesadilla nocturna, 1988, o Aguijón mortal, 1978, y por Troy Donahue, visto en Hasta la muerte, 1991, o Blood nasty, 1989. El resto del elenco está formado por extras o habituales secundarios de cine de bajo presupuesto de la época.

El Dr. Miller trabaja en la criogenética, aunque en el fondo vende órganos humanos, cuando una tormenta provocará que todos sus “pacientes” regresen a la vida con hambre de carne humana. Así el Sargento Vince Marlow, vigilante del edificio, junto a Mary Hampton, ayudante del Dr. Miller, y Joseph Davenport Sr., cliente del Dr. Miller que tiene a su mujer e hijo criogenizados, tratarán de acabar con la pesadilla, pero estos zombies mutantes no serán fáciles de parar.

Mucho se ha escrito y dicho siempre sobre esta película, aunque, lamentablemente, siempre de forma algo injusta. Es cierto que muchos productos norteamericanos de los ochenta sufrían de guiones pobres y bajos presupuestos, pero nunca debemos obviar las ganas y actitud de todos los responsables sobre sus respectivos proyectos. Así nos encontramos con este peculiar título que entremezcla el cine zombie con la Sci- fi, y con diversos elementos de otras producciones, tipo Re- animator, 1985, y demás.

Pero el guión adolece de ritmo, sentido y formas, lo cual provoca un desbarajuste muy remarcado en distintas secuencias y acciones de los personajes. A la par que las excesivas licencias por parte de la dirección hacen un flaco favor al producto, ya que es muy significativo ver como personajes aparecen y desaparecen a voluntad del director. Entremezclando tramas que poco, o nada, tienen que ver, y tratando de crear unos zombies originales, cosa que son, en una aventura con “héroe” incluido que resulta algo coja en varios aspectos.

Aunque a grandes rasgos podamos creer que este título nos ofrecerá lo que el aficionado busca realmente se queda a mitad de camino. Quizá una reducción de la duración hubiese ayudado, dura 93 minutos donde los personajes están perfilados de forma escueta dando pie a sobreactuaciones por parte de los protagonistas. El grandote Dan Haggerty rememora sus tiempos de héroe de acción pero con algunas líneas de guión realmente calamitosas, o la buena de Linda Blair, que mas bien deambula por la pantalla quedando del todo desaprovechada, algo que al aficionado molesta. Aunque cualquier producto que se precie de Linda Blair siempre es bien acogido por el fan.

De todos modos lo mas recordado de este largometraje es la caracterización de sus zombies, ya que estos son verdes, salvo el personaje de Joe Davenport, Jr., otra licencia sin venir mucho a cuento, y visten un traje ignífugo, lo cual les da un halo misterioso. De todas formas resultan excesivamente deudores de El regreso de los muertos vivientes, 1984, tanto en formas, estilo y procedencia, toxicidad.
Cuanto nos ha legado la toxicidad y la radiación. Que se lo digan especialmente a la productora Troma.

Aún así, si se hecha en falta mas mala leche, mas gore, y, sobretodo, mas claridad en las secuencias donde aparecen los zombies ya que estos siempre se muestran en penumbras, otro de los lastres del género. Por cierto, entiendo que al mostrarlos a oscuras es mas sencillo ocultar sus fallos, pero de ahí a no poder disfrutarlos nada hay un trecho excesivamente largo.

Otro pequeño defecto de este título es su final, demasiado heroico, irreal, y con un ritmo muy desigual, dejándonos un final abierto, aunque excesivamente tramposo y videoclipero. Y la escenita de héroe del bueno de Haggerty, lo cual nos ayuda a entender mejor los porqués de esta producción, si es que los tiene.

Un titulo ochentero con cierta fama pero que resulta un producto bastante del montón, donde lo que mas llama la atención es la presencia de toda una Linda Blair y de unos zombies radioactivos, que debieron dar mucho mas de si. De todas formas esta película a inspirado a otras, curiosamente en el circuito yankee está bastante considerada. Yo la recomiendo, como prácticamente todo, aunque he de reconocer que no es todo lo atractiva que podría haber sido, lo cual la deja un par de escalones por debajo de otras tantas producciones de la época.

Óscar Arias